“Man on the Moon” (“Hombre en la Luna”), es una de las más populares canciones de la banda de rock alternativo norteamericana R.E.M. Segundo sencillo de su clásico álbum Automatic for the people aparecido en 1992, durante mucho tiempo fue la elegida para el cierre de sus recitales y shows. La canción dio nombre a la película de Milos Forman (Man on the Moon, 1999) sobre la vida de Andy Kaufman protagonizada por Jim Carrey y forma parte de su banda sonora.
Su título, letra y un simple pero bien logrado videoclip en blanco y negro, no tardaron en reeditar la polémica sobre la veracidad de la llegada a la Luna el 20 de julio de 1969. If you believed they put a man on the moon, man on the moon (“en serio creíste que pusieron un hombre en la Luna”), comienza rezando su pegadizo estribillo, y da lugar a un nuevo pliegue a las teorías conspirativas alrededor del asunto. Las mismas sostienen desde aquel acontecimiento que los registros de las cámaras del grupo liderdo por Neil Amstrong no habrían sido sino producto de un montaje cinematográfico yanqui. En el contexto de la “carrera espacial” como capítulo de la Guerra Fría, todo parecía posible. Desde R.E.M. se distanciaron rápidamente de estas versiones en numerosas entrevistas.
Ya en la propia canción aparecen innumerables indicios para conocer a dónde apunta. Su letra habría surgido cuando Michael Stipe, vocalista y líder de la banda, salió a dar una vuelta en un auto alquilado y puso play en el pasacassette (a.C.) con la maqueta que habían estado grabando con los instrumentos, sobre la cual cantó una improvisación. Según los propios miembros de la banda allí aparecieron, entre otros, las numerosas referencias al “artista de variedades” (como le gustaba definirse a sí mismo) Andy Kaufman. Kaufman era un excéntrico personaje de icónicas y controvertidas apariciones en programas televisivos como Saturday Night Live y David Letterman Show, emblemas de la cultura televisiva yanqui desde los ‘70 y ‘80.
Fallecido en 1984, alrededor de su muerte se había montado un mito que sostenía que en realidad solo había fingido su propia muerte como parte de sus “bromas pesadas”. Durante la década del 90 había quienes afirmaban haberlo reconocido deambulando por bares nocturnos. Por eso la letra espeta If you believe there’s nothing up my sleeve, then nothing is cool (“si crees que no tengo ningún truco bajo la manga, entonces nada es alucinante”) insinuando que esa versión era real. Letra y video juegan con el paralelo entre las versiones que niegan el “That’s one small step for man; one giant leap for mankind” (“Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”) de Neil Amstrong y las que sostienen que Kaufman seguiría vivo.
Un videoclip muy rico en detalles, dirigido por Peter Care y protagonizado por los integrantes de la banda personificando símbolos de su sociedad (como el propio Michael Stipe haciendo de cowboy desde la apertura), apela al montaje de imágenes. Las mismas van desde shows donde aparecen las "burlas" que Kaufman hizo famosas con sus imitaciones a Elvis Presley, “el Rey” de la cultura del rock estadounidense ya en el final de su carrera actuando en casinos (y quizás el prototipo del showbussines norteamericano sobre cuya muerte proliferaron también innumerables leyendas).
Luego pasan por escenas de peleas de westrling (lucha libre) de la que se autoproclamó champion pero en una polémica versión de lucha libre mixta. Kaufman viajaba por los Estados sureños impulsando numerosos combates con mujeres a las que retaba a vencerlo por 1.000 dólares. Are you having fun? (“¿se están divirtiendo?”). En los mismos no escatimaba la utilización de un lenguaje con fuerte contenido sexista y una marcada impronta de violencia machista. Todo un cuadro de misoginia televisada. El repudio y la condena no se hicieron esperar, inclusoarmando grescas con espectadores Now, Andy did you hear about this one? Tell me, are you locked in the punch? (“Andy, escuchaste algo acerca de esta? Decime, ¿estás todavía agarrándote a las piñas”, lo que puede leerse también siguiendo el juego de palabras como “¿estás todavía encerrado en el remate?” haciendo referencia al cierre de un chiste). Para el “genio” del “anti-humor”, en los combates se desplegaban capacidades artísticas dignas de emulación.
Y todo esto terminaba ensamblado en el videoclip junto a imágenes de los astronautas en la Luna. Y de la tapa de la revista Time (terror de los terraplanistas de hoy día). La gloria y la decadencia norteamericana en un “compactito” Yeah, yeah, yeah, yeah.
A nosotros nos queda por imaginar qué podría responder Kaufman a la pregunta sobre el alunizaje. Por nuestra parte decimos que más que, más allá de la polémica, más que “borrar” los límites entre ficción y realidad como sostienen algunos de los que analizan Man on the Moon (con sus menciones a Newton y Darwin, así como también a Moisés), si cumplimos esta proeza hace 50 años, de lo que se sigue tratando es de pelear para que nuestros Rapid Eye Movement (conocido así como uno de los estadios del sueño), nos den impulso. Y mientras sea para luchar escrupulosamente por su realización, no pareciera haber nada que agregar.
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