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Red Internacional
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MÚSICA. El regreso de Juan Son, el derecho de los anónimos a la alegría

Juan Son ha publicado dos nuevas canciones en la plataforma Spotify.

Viernes 7 de septiembre de 2018

Porter nació allá de los primeros años del 2000 en Guadalajara. Su vocalista, Juan Son, junto a sus compañeros de grupo grabaron dos discos.

"Dónde los ponys pastan" y "Atemahawk". Se convirtieron de inmediato en un fenómeno. Su hit "Espiral" les llevo al Vive Latino.

Las estaciones de radio declararon muchas veces que este grupo lograria más que cualquier banda de México. Llegarían más lejos que Caifanes. ¿Hubiese sido posible?

El vocalista de aquello, Juan Son, era francamente una exageración pero en búsqueda de ser original mostraba su falta de inventiva. Sin embargo, de conjunto y en honor al equilibrio eran una banda sobresaliente musicalmente. Sus dos discos en colectivo están dentro de lo más creativo de lo producido en el Siglo XXI y la voz de Son efectivamente es sobresaliente.

Al paso de los años y tras la separación de la banda, Son se dedicó a la religión y en su búsqueda, tal y como paso con otras grandes voces, se refugió en Cristo. Dedicó en 7, disco de cantos religiosos, una alegoría a la divinidad. Sorprende, pero luego de un disco comercial "Marmaid Shashimi" son regresa con dos canciones.

Por su parte, Porter siguió y contrato a otro vocalista grabando Moctezuma, también un buen disco pero por debajo de los dos primeros saboteando el posible regreso de Son.

Las nuevas canciones de Son ya son récord en Spotify. En su entrevista, la primera luego de su desaparición, Son detalló que vivió trabajando de todo: mensajero, mesero, cajero. Una de las potentes voces alejadas de la farándula viviendo en la absoluta cotidianidad del anonimato. Aquí me hace pensar en lo genuino del anonimato: Son agradece a la vida, al planeta, al día a las horas de estar vivo.

Finalmente su canción "Siento" que marca su regreso es un elogio a la vida diaria y a mirar positivamente cada instante, es religiosa, a sentirse amado, al derecho que tienen los anónimos de la ciudad al derecho a la alegría.