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Red Internacional
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El relato oficialista y la realidad de la continuidad pedagógica en cuarentena

Hablamos con docentes de San Miguel, José C. Paz y Malvinas Argentinas sobre la continuidad pedagógica en cuarentena. La realidad dista mucho de lo que muestran el Ministerio de Educación y los dirigentes sindicales

Martes 18 de agosto de 2020

Hablamos con docentes de San Miguel, José C. Paz y Malvinas Argentinas sobre la continuidad pedagógica en cuarentena. La realidad dista mucho de lo que muestran el Ministerio de Educación y los dirigentes sindicales.

Si hay algo que vino a demostrar la pandemia es la gran desigualdad que existe en educación. Sin embargo, más allá de todas las evidencias, el gobierno insiste en mostrar números que ocultan más que aclarar la situación. A fines de julio el Ministerio de Educación de la Nación presentó un informe dónde afirmaba que “Todas las escuelas llevaron adelante propuestas de continuidad pedagógica y el 95% de los hogares recibió propuestas pedagógicas durante todo el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio”. [1]

Una diría, “bien, todo es un éxito entonces”. Hasta Roberto Baradel, Secretario General del SUTEBA, respaldó este porcentaje en un tweet del 7 de agosto dónde escribió que “Es el fruto del esfuerzo y el compromiso de todos/as los/as docentes que con el acompañamiento y esfuerzo de las familias, garantizaron la continuidad de los aprendizajes”.

Sin embargo, cuando hablamos con las y los docentes encontramos otras realidades.
Daiana es Orientadora de Sala en un centro terapéutico de San Miguel. “Es un número falsísimo, una continuidad ilusoria. La accesibilidad a las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) no debe estar asegurada ni para la mitad de la población”. Ariadna, Orientadora Escolar en la Escuela Primaria N° 37 de José C. Paz, coincide, “Honestamente no creo que sea el porcentaje real. Hay muchos niños sin internet y la realidad es que no todas las familias retiraron los cuadernillos”.

El planteo del no acceso a internet es reiterado por las y los docentes. Si bien es reconocido por el mismo informe del Ministerio de Educación [2] , no cobra ninguna relevancia a la hora de tomar medidas concretas. Hace unos días también se sumó a este reclamo La Garganta Poderosa a través de una carta denunciando la realidad en los barrios de CABA, no muy diferente de la situación que vivimos en la gran mayoría de las escuelas del Gran Buenos Aires.

Las empresas de telecomunicaciones vienen realizando enormes ganancias desde que comenzó la pandemia, sin embargo el gobierno no fue capaz de establecer una medida mínima y elemental cómo garantizar internet gratuito para toda la comunidad educativa.

Blanca es docente de Fines en José C. Paz. Para ella la continuidad pedagógica evidencia los problemas de conectividad no sólo de los y las estudiantes, sino también de los y las docentes, “Mi celular no me permite usar el Zoom, por ejemplo. ¿Cómo sostenés la virtualidad si los celulares no están preparados?”. Sobre esta cuestión el Ministerio de Educación sacó una línea de créditos para adquirir computadoras que se agotó en un día y no alcanzó a cubrir a las y los que la solicitaron. Además sienta un nefasto precedente: los y las trabajadores de la educación deben endeudarse para adquirir herramientas de trabajo.

Malena, docente de la UNLU sede San Miguel contó su experiencia en el nivel superior que no es muy diferente del nivel primario y secundario. “En la Universidad fue atroz el desgranamiento que hubo desde la primera clase de marzo con un montón de inscriptos a materias y como se termina en julio con la mitad de esos estudiantes”. También se preguntó acerca de la calidad educativa “¿De qué se habla cuando se habla de continuidad pedagógica? Tener una videollamada de 5 minutos no es continuidad pedagógica para nada(…), enviar una imagen por whatsapp y que el estudiante la copie(…) hay un proceso que no se está dando, que está truncado por un montón de situaciones y condiciones”.

Lo mismo reflexiona José, profesor de Inglés en José C. Paz, “Solo hablamos de contacto online. Recibió el trabajo práctico, copió y resolvió”. En este sentido la continuidad pedagógica se entiende sólo formalmente, se presupone que los y las estudiantes pueden resolver las tareas escolares cuando no siempre tiene internet, no siempre tienen dispositivos, asistencia frente a dudas o consultas, o están atravesando complicaciones socioeconómicas, emocionales, producto de la pandemia y la crisis económica.

Al respecto Viviana, docente en el nivel primario y secundario en Malvinas Argentinas, reflexiona “La educación este año está muy vulnerabilizada, ¿qué les podemos pedir a las familias y estudiantes? Yo no sé si un chico está comiendo, si desayuna, almuerza y a la noche se va a dormir sin comer, si el padre está angustiado y discute todo el día con la madre porque no tiene trabajo, porque no sabe de dónde va a sacar la plata”. Esta realidad es la que interpela y que plantea también esa potencialidad de los y las trabajadores de la educación de dar voz a esa realidad que no se ve en las cifras.

Quiénes deberían representarnos, tanto CTERA como SUTEBA, sacan comunicados reclamando que el gobierno garantice nuestras herramientas de trabajo y estudio pero no hace nada para organizar a la docencia para reclamar por nuestros derechos y los de nuestras comunidades. Han convertido a nuestros sindicatos en oficinas para suscribir las políticas del gobierno. En nuestra zona SUTEBA Gral. Sarmiento sólo convoca cada tanto a reuniones informativas y cerradas dónde se limitan a comunicarnos lo que deciden en otros ámbitos. Frente a este panorama, las y los docentes de la Agrupación Marrón de Gral. Sarmiento fuimos parte el pasado 8 de agosto de la Asamblea Nacional de Trabajadores de la Educación junto a más de 1400 docentes. Un primer paso en organizarnos y discutir cómo ponemos de pie a la docencia. Es necesario seguir sumando esfuerzos y darle continuidad a estas iniciativas, avanzando en visibilizar nuestros reclamos.


[1Ámbito 30/07/2020

[2“Menos de la mitad de los hogares cuentan con acceso fijo de Internet de buena calidad en la señal, 3 de cada 10 de hogares no tiene acceso fijo a Internet: 27% accede solo por celular y 3% no tiene internet de ningún tipo. El 53% no cuenta con una computadora liberada para uso educativo”, Ídem.