El gobernador de Santa Fe y el ex ministro de Economía volvieron a reunirse y sumaron a Matías Lammens, presidente de San Lorenzo. Hablaron sobre una posible candidatura de Lavagna y pensaron un eslogan muy particular.
Jueves 14 de febrero de 2019 20:10
Foto: Ámbito
Miércoles por la noche. Cena de rosca electoral. El anfitrión: Matías Lammens, presidente de San Lorenzo con intenciones de ser candidato a jefe de Gobierno porteño. Los invitados: Miguel Lifschitz y Roberto Lavagna. El tema: armar un frente electoral entre el "socialismo" y sectores del peronismo, detrás de un eventual “Lavagna presidente”.
En esta línea, la cena en la casa de Lammens es la segunda reunión que protagonizan el gobernador santafesino y el ex ministro de Economía, confirmando así que continúa la devaluación del “socialismo” santafesino detrás de una coalición con lo más prehistórico del PJ. Como antecedente, está la alianza de dudosos resultados que forjó Margarita “yo ya gané” Stolbitzer con Sergio “tajai” Massa.
La llegada de Lammens a las conversaciones tendría que ver con la estructura que el dirigente cuervo está armando en la Ciudad de Buenos Aires.
Te puede interesar: Detrás de las sandalias con medias: Lavagna, el amigo de Techint que el PJ propone a presidente
Te puede interesar: Detrás de las sandalias con medias: Lavagna, el amigo de Techint que el PJ propone a presidente
Fantaseando una candidatura que vaya a terciar en la llamada grieta, los comensales pensaron en el lema: “Entre la K y la M está la L”. Esa consigna no te la robo, amigo.
¿Avanzará efectivamente la candidatura de Lavagna? Por ahora, todo está por verse. En el peronismo federal hay una profusión de candidatos (Urtubey, Pichetto, Massa) que no logran por ahora crecer en las encuestas, mientras continúa la incertidumbre acerca de lo que hará Cristina Fernández de Kirchner.
De lo que no hay dudas es que el “socialismo” está ya rematado al mejor postor. No parece haber resquemores progresistas a la hora de aliarse a un hombre que viene implementando ajustes económicos para distintos gobiernos desde los 70 a esta parte.
Los aportes más recientes de Lavagna a esta historia de saqueos al país fueron realizados bajo la investidura de ministro de Economía. En 2002, bajo gobierno de Eduardo Duhalde, impulsó una devaluación que recortó el 28% de los salarios. Luego, con Néstor Kirchner, comenzó la renegociación de la deuda con el FMI, un proceso que llevaría a entregar U$S 173.000 millones a especuladores y usureros internacionales durante los años kirchneristas.

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario