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Red Internacional
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Panorama Sindical. El salario en disputa: ¿camino a un nuevo paro nacional?

Los gremios del transporte lanzarán hoy un paro nacional al que pedirán que se sumen las cinco centrales sindicales, en el marco de una política de ataque al salario por parte del gobierno y los empresarios. Hoy paran los bancarios. La izquierda y el sindicalismo combativo frente a las paritarias.

Fernando Scolnik

Fernando Scolnik @FernandoScolnik

Martes 12 de mayo de 2015

Como venimos analizando en La Izquierda Diario, la política de ajuste del gobierno y los empresarios representa un problema para las cúpulas sindicales. Aunque son dirigentes que no tienen mayores problemas en sacrificar los intereses de los trabajadores si a cambio obtienen sus privilegios, por estos días temen que las bases los “cuelguen del Obelisco” si cierran las paritarias con números bajos, como dijo el dirigente de la UOM, Antonio Caló, la semana pasada. También, quieren mostrar su fuerza para negociar con el próximo gobierno. “Cotizarse”, le dicen en el ambiente.

Mediando el mes de mayo, la realidad indica que no hubo respuestas a los reclamos del paro nacional del 31 de marzo, ya que los “cambios” en el impuesto al salario convencieron a muy pocos, y está en curso una ronda de negociaciones paritarias que está trabada, con una amplia brecha entre lo que exigen algunos gremios y lo que “ofrecen” el gobierno y los empresarios.

Tanta es la diferencia entre las partes que hasta las cúpulas sindicales están pensando en salir de la tregua en la que ingresaron tras el paro del 31 de marzo. Ya desde la semana pasada, el dirigente de la “CGT Azopardo”, Hugo Moyano, había advertido que estaba “analizando un nuevo paro” que iba a depender de cómo se desarrollaran las negociaciones paritarias, y que la reducción en el pago de ganancias había sido “una maniobra”. Durante el fin de semana, Luis Barrionuevo, aliado de Moyano en los últimos paros nacionales, había ratificado que estaban analizando un paro de 36 horas “en protesta por los ajustes en ganancias y el techo a las paritarias”.

Sin embargo, el anuncio más fuerte vino por parte de los gremios del transporte, que cuentan con poder de fuego para paralizar el país. Desde este sector anunciaron ayer que lanzarán hoy un paro nacional, al que pedirán que se sumen las cinco centrales sindicales. El anuncio responde a la negativa del gobierno a cambios mayores en el impuesto al salario, y exige también aumentos salariales y a los jubilados, en el marco de las paritarias.

El dirigente ferroviario Omar Maturano afirmó que le pedirán a las CGT de Moyano, de Barrionuevo y de Caló, y a las CTA de Micheli y de Yasky, que acompañen el paro. En caso de obtener una respuesta negativa, señaló que “los gremios del transporte lo vamos a hacer en la primera semana de junio, paralizando las actividades en un día, por cada sector”.

Semanas decisivas para las paritarias

Anunciado con más de 20 días de anticipación, el paro es, también, un arma de negociación para las cúpulas sindicales. El gobierno nacional viene intentando un difícil equilibrio entre aplicar una política de ajuste y no perder base social a pocos meses de las PASO presidenciales, considerando además que Massa y Macri levantan demagógicamente las demandas obreras para ganar votos.

En ese juego, el gobierno busca que los sindicatos acepten techos salariales por debajo de la inflación, para lo cual intenta algunos cambios en búsqueda de una salida que destrabe un escenario difícil. En ese marco se inscriben los anuncios respecto del impuesto al salario de la semana pasada. Sin embargo, esa política fracasó, ya que fue rechazada desde distintos gremios.

Con muchos dirigentes sindicales enrolados con candidatos opositores, el panorama se complica aún más para el gobierno. Es un año en el que todos buscan “cotizarse” de cara al próximo gobierno. ¿Se prestará algún dirigente oficialista a firmar una paritaria “testigo” a la baja? Eso intenta desde hace semanas Antonio Caló, pero buscando también que no lo “cuelguen del Obelisco”. El anuncio de medidas de fuerza por parte de los gremios del transporte le complica aún más el escenario al dirigente metalúrgico.

Un gremio en el que hay movimiento por estos días es La Bancaria. Ayer su secretario general, Sergio Palazzo, ratificó el paro nacional de actividades para el día de hoy, y responsabilizó a las cámaras del sector al afirmar que “hace 131 días” que venció el acuerdo salarial y “aún no hay ninguna propuesta de la banca pública ni de la privada”. Por su parte, los aceiteros exigen un 42% de aumento. El congreso de los gastronómicos pedirá esta semana un 35% en dos cuotas, mientras que la Alimentación exige un incremento del 43%. En este último gremio, Javier “”Poke” Hermosilla de Kraft y los delegados opositores de la Lista Bordó le reclaman a Daer asambleas y plan de lucha para conquistar el salario. Son sólo ejemplos de paritarias que representan un dolor de cabeza para la política del gobierno, a poco tiempo de las elecciones presidenciales.

Los empresarios apoyan el ajuste del gobierno

Quienes están exultantes con la política de ajuste del gobierno nacional frente a las paritarias son distintos dirigentes empresariales. Ayer fue el turno de uno de los vicepresidentes de la UIA y titular de la cámara de empresarios de la alimentación (Copal), Daniel Funes de Rioja, quien saludó desde las páginas del diario Clarín que “esta vez no habrá batalla campal” por las paritarias, ya que siente que el gobierno está de su lado en las negociaciones. Con ese respaldo, hasta se siente fuerte para decir que “nosotros pensamos en un rango que va del 20 al 25% y por etapas, no todo junto”.

No es para menos, si se escuchan las declaraciones del ministro Kicillof, quien señaló que hay una “fuerte desaceleración” de la inflación, y por lo tanto eso debería “ser acompañado con una reducción en los acuerdos paritarios”. Un dibujo para que los salarios sigan perdiendo frente a la inflación. Eso si, Kicillof se ocupó de aclarar que “eso no quiere decir que el gobierno le esté poniendo techo a las paritarias”. “No aclares que oscurece” dice el viejo dicho, y si no que le pregunten a Cavalieri, dirigente del gremio de Comercio, al cual el gobierno le negó la homologación de un acuerdo del 30%.

Los que no estuvieron en la tregua

Quienes no estuvieron en la tregua son la izquierda y el sindicalismo combativo, que vienen exigiendo que la medida de fuerza del 31 de marzo se continúe con un paro activo nacional de 36 horas. La paz social que ofrecieron hasta el momento las cúpulas sindicales es lo que envalentona al gobierno y los empresarios para tener una política dura en las paritarias.

Esa exigencia de paro nacional es acompañada por el apoyo a todos los procesos de lucha “desde abajo”, como la pelea de los docentes bonaerenses contra la falta de cobro de sus salarios, los obreros de Worldcolor que luchan para evitar que 280 familias queden en la calle, los de MadyGraf que exigen la expropiación y estatización de su fábrica, las obreras de PepsiCo que exigen iguales categorías, o los telefónicos y aeronáuticos que enfrentan la tercerización laboral, entre muchos otros.

Frente a las paritarias y las luchas en curso, la izquierda exige un paro activo nacional de 36 horas votado en asambleas, contra el impuesto al salario, contra los topes salariales, y por todas las demandas que las cúpulas sindicales no toman, como la lucha contra la precarización laboral y por el apoyo a todas las luchas, con una perspectiva independiente de los candidatos del ajuste y las cúpulas sindicales oficialistas y opositoras que se alinean con ellos.


Fernando Scolnik

Nacido en Buenos Aires allá por agosto de 1981. Sociólogo - UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001.

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