El asesinato de Exequiel Borbarán y Diego Muñoz el pasado jueves 14 de mayo provocó una fuerte conmoción y el repudio inmediato de organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales, menos de la UDI y Renovación Nacional. Como dice el dicho, el que calla otorga.
Lunes 18 de mayo de 2015
La marcha educativa del jueves 14 terminó trágicamente, con el asesinato de dos jóvenes estudiantes de la Universidad Santo Tomás de Viña del Mar, a manos de una persona que salió a disparar porque supuestamente había personas haciendo grafittis en un edificio.
El hecho despertó el inmediato repudio y rechazo de las organizaciones sociales, políticas, de izquierda, de derechos humanos y estudiantiles. Incluso el gobierno y la Nueva Mayoría repudiaron el hecho. El mismo día, el Ministro del Interior Jorge Burgos realizó una conferencia de prensa para referirse al hecho, señalando que el gobierno se querellaría contra el responsable y designando un fiscal especial para investigar el hecho.
Casi todos los organismos de derechos humanos se pronunciaron, entre ellos el propio Instituto Nacional de Derechos Humanos, no solo lamentando el hecho sino también señalando el derecho a manifestarse. También lo hicieron distintas organizaciones de izquierda y también sociales. Por supuesto, el Partido y juventudes comunistas, organización a la que además pertenecía Diego Muñoz.
Sin embargo, en la derecha el silencio fue la norma o a lo más, se habló de la muerte de dos jóvenes. Ni la UDI ni Renovación Nacional hicieron ninguna declaración pública, mientras Evópoli aprovechó para hacer propaganda contra quiénes criticaban el derecho de la propiedad privada por sobre el derecho a manifestarse o también a rechazar a quiénes señalaron que si hoy se hubieran logrado las demandas de la lucha estudiantil, esto no se hubiera producido.
Por otro lado, la UDI está dedicada a hablar del terrorismo en el sur, asociando la justa demanda del pueblo mapuche por la recuperación de sus tierras, a votar proyectos que repongan la antidemocrática detención por sospecha y a presentar proyectos de fortalezcan a carabineros, los mismos que reprimen las movilizaciones estudiantiles, de trabajadores y mapuche; además de defender por supuesto la herencia económica y social que viene de la dictadura.