Desde La Izquierda Diario, reproducimos el pronunciamiento de Pan y Rosas de denuncia al sistema de salud transfóbico y exigencia de justicia para Génesis, Fernanda Antelo y todas las mujeres trans víctimas de este sistema de salud mercantil y transfóbico.
Lunes 28 de marzo de 2022
Foto: opinion.com.bo
El 23 de marzo, Génesis, llega al hospital Viedma de Cochabamba, donde le es negada la atención médica, debido a su condición de mujer trans. Así que se dirige al hospital Cochabamba, a casi 3 kilómetros de distancia. Al llegar al lugar, en vez de encontrar auxilio, como se esperaría, se encuentra con un nuevo rechazo a ser socorrida. Según los trabajadores de ambos hospitales, no la podían atender porque el área de emergencias se encontraba saturada, dicha afirmación fue desmentida por la amiga de Génesis que la acompañó en ese momento. Después de horas peregrinando por atención médica, no pudo encontrar otro centro de salud, su condición médica empeora y pierde la vida.
Este caso, expresa la situación de vulnerabilidad de muchas mujeres trans, siendo muchas expulsadas de sus hogares, con el rechazo de sus familiares, que las lleva a una pésima situación económica, sin acceso a una vivienda digna ni a un trabajo estable. Además, estando expuestas a exclusión y a múltiples tipos de discriminación. Esta situación no cambia ni siquiera cuando tratan de acceder al derecho humano de la atención primaria de salud debido a que las compañeras trans que son atendidas en estos centros, mueren abandonadas por un sistema que les niega la atención, a causa del estigma y la discriminación, como fue el caso de la compañera Fernanda Antelo, cruceña, mujer trans, falleció en las mismas condiciones, buscando atención médica, en la ciudad de Santa Cruz.
Un sistema que además patologiza a las personas trans y les niega la atención requerida como lo hizo el médico endocrinólogo Rodrigo Espinoza Iturri, quien sometió a pruebas innecesarias según el consenso de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH, por sus siglas en inglés), como ser tomografías computarizadas con contraste de hipotálamo. Cabe señalar que como consecuencia de esta prueba médica “las roturas dobles de la cadena del ADN y las aberraciones cromosómicas aumentan después de una tomografía con dosis estándar (de radiación)” [1], lo que puede derivar en cáncer. Esta prueba fue realizada bajo la retrógrada lógica del Dr. Rodrigo Espinoza de considerar la transexualidad como algo patológico y asumir la existencia de daño o tumor cerebral. Este examen, además de tener un precio elevadísimo, es algo que debilita por completo la salud, porque ocasiona daño severo al ADN, lo que puede derivar en cáncer. La patologización de la transexualidad dentro de los servicios de salud, y en la sociedad en general, es transfobia. ¡Denunciamos estos crímenes de odio basados en la omisión deliberada de atención médica transfóbica! ¡Exigimos el reconocimiento explícito del feminicidio de mujeres trans dentro de la Ley 348!
El problema de la pésima y negligente atención médica hacia la población trans, es que la mayor parte de los espacios que componen el sistema de salud (un sistema precario agravado por la pandemia), como las facultades de medicina, los colegios médicos, seguros y centros de salud, sean públicos o privados, estén influenciados por ideas biologicistas (cromosomas y genitales como única variable válida de identidad) y conservadoras, que buscan imponer su moral burguesa y patriarcal basándose en la reaccionaria lucha contra lo que han denominado “ideología de género”, exponiendo a la muerte a las mujeres trans, a la comunidad LGBT y a las personas gestantes que necesitan acceder a la ILE (Interrupción Legal del Embarazo). ¡Exigimos justicia para Génesis, Fernanda Antelo y todas las mujeres trans víctimas de este sistema de salud mercantil y transfóbico! ¡Basta de impunidad!
Además, denunciamos que el sistema de salud protege las ganancias de los que lucran a costa de nuestras vidas. Gran parte del sistema de salud queda en manos de las clínicas y empresas privadas, que han tenido cuantiosas ganancias durante la pandemia aprovechando la crisis sanitaria, y son amparadas por el Estado y el Colegio Médico que está dirigido por los sectores conservadores que protegen y fomentan la discriminación y transfobia. Por esto, exigimos un sistema de salud realmente público y universal que garantice la salud de todes, todas y todos porque ¡nuestras vidas valen más que sus ganancias! exigimos la ¡nacionalización de las empresas y clínicas privadas y que pasen al control de les, los y las trabajadoras de salud!
Sin embargo, esta realidad de precariedad de las mujeres trans no ve salida de parte del Estado, cuando pese a la prohibición de la “discriminación fundada en razón de sexo, (…) orientación sexual, identidad de género” establecida en la CPE, luego de que se apruebe la Ley Nº 807 de Identidad de Género, que reconoce el derecho a la identidad de género de hombres y mujeres Trans, el gobierno y los partidos del régimen acabaron cediendo a sectores fundamentalistas religiosos y anti derechos como Con Mis Hijos No Te Metas, que lograron la Sentencia Constitucional en el TCP (Tribunal Constitucional Plurinacional), eliminando el enunciado ”Permitirá a la persona ejercer todos los derechos fundamentales políticos, laborales, civiles, económicos y sociales…”, vulnerando así los derechos fundamentales de las personas trans. Demostrando así que el gobierno no tiene ninguna intención de mínimamente garantizar la implementación efectiva de estas legislaciones poniendo en evidencia como ya hace mucho decía Lenin, que “la igualdad ante la ley no es igual que la igualdad ante la vida”. Además, vemos cómo el gobierno nacional y los gobiernos municipales y partidos políticos correspondientes como el MAS, Comunidad Ciudadana, SOL.bo (anteriormente) denominándose como los más inclusivos y progresistas por tener oficinas de diversidades sexuales y otros, en los hechos negocian estos básicos derechos con los sectores ultraconservadores.
También creemos que son insuficientes las medidas implementadas como los planes de capacitación y sensibilización a los profesionales en salud, mientras la educación en todos los niveles no sea realmente laica y siga bajo la influencia eclesiástica y conservadora, sobretodo en la educación privada y de convenio que es donde mayor influencia tienen los sectores conservadores. Por eso, luchamos porque la educación sea plenamente pública y de calidad, y por la educación sexual integral y laica.
Denunciamos también el rol de las organizaciones no gubernamentales (ONG) que instrumentalizan la lucha de la comunidad LBGT mientras obedecen la lógica capitalista, buscando la captación de más recursos de sus financiadores y desmovilizando a este sector cuando quieren exigir más cambios. Por ejemplo, cuando salió la sentencia del TCP contra la Ley de Identidad de Género, en la que uno de sus artículos se declaró inconstitucional, y se les suspendió su derecho al matrimonio civil, participación política, entre otros, las bases de mujeres trans querían movilizarse, pero las ONG’s por no perder sus privilegios con el Gobierno, y como no tenían financiamiento para ejecutar un proyecto de esa naturaleza, desmovilizaron a las bases indicándoles que en realidad el camino era el diálogo con los mismos que les habían quitado sus derechos. Por eso, la importancia de organizarnos desde la independencia política, para que no nos aten las manos a la hora de plantear y luchar por nuestras demandas.
En ese sentido, lejos de depositar ninguna confianza en el Estado o en las ONG’s buscamos organizarnos y apostamos por el fortalecimiento del movimiento de mujeres, feministas y de las diversidades y disidencias de género y sexuales, un movimiento que tiene que ser trans incluyente y que nos permita, en unidad de acción, asestar golpes contundentes a este sistema cisheteropatriarcal y capitalista. Además, desde Pan y Rosas creemos que dentro de los marcos de este sistema que se basa en la explotación y la opresión de los sectores populares, de la comunidad LGBT, las mujeres y otros sectores no podremos lograr una verdadera emancipación, por eso vemos necesario organizarnos en alianza con la clase trabajadora, para avanzar en:
- Luchamos por el cupo laboral trans
- Justicia para Génesis, Fernanda Antelo y todas las mujeres trans víctimas de los médicos y este sistema de salud mercantil y transfóbico
- Exigimos el reconocimiento explícito del feminicidio de mujeres trans dentro de la Ley 348
- Nacionalización del sistema de salud privado y que toda la salud pase bajo gestión y control de las y los trabajadores.
- Educación sexual integral laica, pública y de calidad
Pero a la vez, nos organizamos para tirar este sistema que nos expone a la precariedad. ¡Organízate con nosotras y nosotrxs!
[1] Según el estudio científico del 2020, “Biological Effects of Low-Dose Chest CT on Chromosomal DNA” publicado en la revista Radiology de la Sociedad Norteamericana de Radiología (RSNA, por sus siglas en inglés).