Álvaro Corbalán Castilla, coronel retirado del Ejército y uno de los jefes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), responsable de graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura cívico militar encabezada por Augusto Pinochet, fue trasladado a la Cárcel de Alta Seguridad (CAS).
Natalia Cruces Santiago de Chile
Viernes 20 de noviembre de 2015
La decisión fue tomada luego de que se encontrara en poder de Corbalán un teléfono celular y n chip, lo que está prohibido. No es la primera vez que se encuentran este tipo de elementos en poder del represor, ya que al menos en dos ocasiones anteriores también se encontraron celulares e inclusive documentos.
Como medida disciplinaria Corbalán fue trasladado a la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), a una celda individual y con visitas suspendidas. Paralelamente, se estableció un sumario administrativo para averiguar cómo llegó el celular a manos de Corbalán y fue removido el alcaide a cargo del penal de Punta Peuco, cárcel de lujo que aloja a los violadores a los derechos humanos en dictadura.
Que se vayan todos a cárceles comunes
Las organizaciones de derechos humanos exigen el cierre del penal de Punta Peuco, cárcel en la que están varias decenas de violadores a los derechos humanos en condiciones especiales y con beneficios que no cuentan otros internos.
Es por esto que todos los condenados y procesados por violadores a los derechos humanos deben ir a cárceles comunes. Hace pocos meses atrás, cuando se reabrió el llamado caso “quemados”, en donde fueron quemados vivos Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas, Bachelet prometió cerrar este penal. Sin embargo, fue una más de las promesas vacías, las mismas que desde la transición pactada hasta ahora se hicieron y que permitió que Pinochet muriera libre y apenas algunas decenas de militares estén condenados a bajas penas, estando la mayoría de los que torturaron, asesinaron y violaron, en libertad.
