La agencia de Naciones Unidas para los refugiados informó que 2016 podría ser el año con el mayor número de muertes de refugiados que cruzan el Mediterráneo.
Martes 20 de septiembre de 2016 16:16
La agencia de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) advirtió el martes que el 2016 podría ser el año con el mayor número de muertes de refugiados e inmigrantes que cruzan el Mediterráneo para llegar a Italia y Grecia.
El dato es trágico porque la cantidad de muertos aumentó aunque el número de personas que cruzaron el Mediterráneo se redujo en un 40% en relación al año pasado. Más de 300.000 inmigrantes y refugiados llegaron por mar, según la ACNUR, a las costas de Italia y Grecia en lo que va de 2016, por debajo de los 520.000 del mismo período del año pasado.
Sin embargo, cerca de 3.201 personas fueron reportadas muertas o desaparecidas mientras intentaban cruzar el Mediterráneo desde inicios del 2016, apenas un 15 por ciento menos que la cifra de muertos para todo 2015.
"A esa tasa, el 2016 va a ser el año con más muertos del que se tenga registro en el mar Mediterráneo", dijo la agencia en un comunicado.
Las llegadas a Grecia han caído con fuerza desde que la Unión Europea firmó un acuerdo con Turquía, bajo el cual Ankara evita que las personas se embarquen hacia Europa desde sus costas. El acuerdo por un total de 6.000 millones de euros estipula que Turquía funcione como un "tapón" evitando el ingreso de refugiados a la Unión Europea y dejando a miles de personas hacinadas en campos de refugiados dentro de su país como así también recibiendo a los que son deportados de otros países como Grecia.
Esta política se puso en práctica en marzo de este año, y coincidió con el cierre de fronteras de varios de los países que constituían la "ruta balcánica", que era considerada la opción menos peligrosa para llegar por tierra a Europa. Con este paso cerrado los refugiados e inmigrantes se lanzaron a la única opción que les quedaba para tratar de llegar a costas europeas: cruzar el Mar Mediterráneo. Este es el camino más peligroso según la ACNUR y Médicos Sin Fronteras, ya que no solo deben enfrentarse a redes de trata, atravesar zonas de conflicto y exponerse a cualquier tipo de abusos, sino que cuando llegan a las costas del norte de África, la mayoría lo hace por Libia, deben lidiar con las mafias que manejan las embarcaciones. En muchos casos pagando sumas inalcanzables para conseguir lugar en barcas precarias que se terminan convirtiendo en un verdadero pasaporte a la muerte.
Europa registró el ingreso de cerca de 1,3 millones de inmigrantes y refugiados en 2015, muchos huyendo de la guerra y la pobreza en Oriente Medio y África. Su llegada ha generado fuertes disputas dentro de la UE sobre el modo de manejar la situación.
La política de persecución y aumento de la seguridad de parte de varios gobiernos europeos alimenta el clima xenófobo y racista contra los refugiados, y es lo que ha venido permitiendo la emergencia de fuerzas políticas de extrema derecha que llevan adelante acciones contra los inmigrantes y plantean la expulsión de sus países.
ACNUR informó que cerca de 60.000 personas quedaron varadas en las islas griegas, mientras que casi 160.000 estaban albergadas en centros de recepción en Italia.
