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Red Internacional
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El triunfo de Macri y la alegría de la derecha venezolana

Si hay algo que la derecha de Venezuela vivió como propio fue el triunfo de Mauricio Macri en las recientes elecciones presidenciales argentinas, y lo consideró un presagio de victoria a menos de 2 semanas de las elecciones en las que disputará con el chavismo la mayoría en la Asamblea Nacional.

Viernes 27 de noviembre de 2015

El arco del derechismo criollo envalentonado con Macri

El secretario ejecutivo de la derechista Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús "Chúo" Torrealba, felicitó a Mauricio Macri, el flamante caballo de batalla del neoliberalismo en la región, calificando su triunfo de "inspirador" de cara a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, sosteniendo incluso que el bloque opositor “está muy feliz" y que “soy de los que cree que después del 22N argentino vendrá el 6D venezolano”, remarcando que "el logro de Macri se emparenta con la victoria inminente del pueblo venezolano el próximo 6 de diciembre".

El sector de la derecha más dura y rancia ha sido incluso la más entusiasta, como María Corina Machado y Leopoldo López que enviaron sus “felicitaciones” a Macri, manifestando la ex diputada venezolana que “su triunfo es un impulso definitivo para la transición en Venezuela”, alegrándose de que “hoy Nicolás Maduro tiene un aliado menos y ha sufrido una derrota política y moral”, expresando al mismo tiempo que “desde hace mucho compartimos una misma visión de país”. En el mismo sentido se expresaron Leopoldo López, Henrique Capriles Radonski, Antonio Ledezma y todo el arco del derechismo local. Tanto es el entusiasmo que hasta Liliana Tintori, esposa de Leopoldo López, Mitzy de Ledesma, entre otros dirigentes de la MUD, estuvieron presentes en el primer discurso oficial de Macri en Buenos Aires que realizara este domingo.

Más se ha envalentonado aún la oposición derechista por lo que ha venido declarando el presidente electo de Argentina, que ratificó en rueda de prensa luego del 22N que pedirá en la próxima cumbre de Mercosur, que se realizará en Asunción en diciembre, que “se aplique la cláusula democrática” del bloque sobre Venezuela en referencia a lo que el representante de la derecha argentina llama “la persecución a los opositores”, aclarando que “lo dijimos en la campaña, vamos a invocar la cláusula democrática contra Venezuela, le corresponde por los abusos y por la persecución a los opositores”. La verdad es que el caradurismo del derechista porteño no tiene nombre, pues es el que menos moral tiene para hablar de “democracia”.

Incluso Macri busca mover sus fichas en el primer país que piensa visitar, Brasil, sosteniendo que “espero que Brasil revea su posición, pues para mí está más de que claro que Venezuela no respeta la democracia”. Pero Macri ya tuvo su primer cruce, no con el Presidente venezolano, sino con el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, que le salió al paso señalando que: “Vamos a ver si se concreta. Lo estudiaremos en su momento. Me parece que en Venezuela todavía están dadas las condiciones como para no aplicar esa cláusula. Vamos a ver cómo se resuelve la elección del 6 de diciembre. Estamos lejos de una alteración en el orden democrático en Venezuela”.

Obviamente el gobierno venezolano no envió mensaje alguno para felicitar Macri por su triunfo electoral, y por el momento tampoco lo han hecho otros países como Ecuador, Nicaragua y Cuba. Y en referencia a las declaraciones de Macri solamente han salido a responderle dirigentes del PSUV, pero no el gobierno nacional en cuanto tal que ha preferido no comentar hasta éste asuma el gobierno argentino.

Macri también entusiasma al derechismo continental con respecto a Venezuela

“El triunfo de Macri va a repercutir en las elecciones venezolanas del 6 de diciembre próximo, a las que la oposición democrática llegará con la certeza de que tiene un nuevo y valioso amigo” sostuvo el derechista de la gusanería de Miami, Carlos Alberto Montaner, a la que se sumó el también analista de la derecha brasileña Elio Gaspari al escribir que “El Mercosur mejora sin Venezuela” aludiendo a la supuesta “agenda diplomática agresiva” de Macri por su salida al choque con el gobierno de Maduro.

Los movimientos de Macri desde su campaña y ya electo, es parte de lo que hemos venido llamando “el activismo febril de la derecha continental en torno a las parlamentarias venezolanas del 6D”, que desde México a la Patagonia se activa en pro de la MUD, una actitud de esta derecha continental más conservadora y reaccionaria hacia Venezuela que dista de ser expectante. Todo lo contrario, se mantiene prácticamente en campaña activa, y cuenta con el apoyo activo del declinante imperialismo norteamericano, interesado ante todo por recuperar el control geopolítico sobre las semicolonias latinoamericanas.

A nivel internacional, medios de mucho peso y de incidencia en las decisiones en las políticas de los principales gobiernos y centros de poder, han salido con líneas políticas buscando influir para que se interfiera directamente en los asuntos de Venezuela, como también para presionar cada vez más para que se busque el aislamiento del Gobierno de Maduro. Recientemente el Washington Post publicó un editorial en el que pide "más presión" sobre Maduro, sosteniendo este diario imperialista que “Estados Unidos y otras naciones de la región deben aplicar ‘más presión’ al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de cara a las elecciones legislativas en ese país y estar preparados para responder con ‘sanciones’ si esos comicios no son libres y justos”, mencionando una reciente carta al respecto del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, e clave agresiva. El cinismo imperialista da para todo.

Quien sea el que gane, sólo vienen ajustes contra el pueblo trabajador y pobre

Las últimas elecciones que se celebraron en Venezuela fueron las municipales del 8 de diciembre de 2013, en las que el chavismo ganó la mayoría de las más de 300 alcaldías del país. Pero en los últimos dos años la crisis económica se ha agudizado y la crisis política ha impacto en el gobierno que, como sostenemos en nuestra declaración política, las elecciones del 6D se realizan en medio de la fuerte crisis económica que atraviesa el país, y también de la debilidad y creciente descrédito del gobierno de Maduro, en donde la situación más de fondo es la debacle del chavismo, iniciada por la muerte de Chávez y profundizada por el desencadenamiento de los problemas que venía acumulando el esquema económico –que nunca superó el rentismo petrolero dependiente.

La derecha ya se ha anticipado a cantar victoria, presentando unas encuestas con un diferencial mayor de lo que realmente tiene. Si se parte de la realidad del país y la situación imperante cualquiera puede augurar que la derecha gane en los próximos comicios, aunque estaría por verse el nivel de diferencia, si tal resultado se terminara dando. Pero faltando apenas 10 días para las elecciones no se ve la fuerza de la derecha en las calles en campaña como en otros años ha sabido tener, aunque es claro que el triunfo de Mauricio Macri los ha envalentonado y es posible que su campaña arrecie hacia los últimos días.

Sin embargo el chavismo ha movido toda su maquinaria y su bloque aglutinado en el autollamado Gran Polo Patriótico (GPP). En este marco, tomando en cuenta que el chavismo está apelando a la figura de Chávez, o lo que se llama la “chavitización” de la campaña, y las relativas concesiones que realizó centralmente al pueblo pobre, no podría descartarse que el chavismo pueda dar una sorpresa, cerrada, pero sorpresa al fin. Pero al final de cuentas el resultado concreto se verá el propio 6D, y lo que sí es cierto es que Ni el polo del chavismo ni el de la oposición son opciones para los trabajadores, siendo que gane quien ganare en estas elecciones lo que también es cierto es que se vienen ajustes contra el pueblo trabajador y los pobres.