Si el triunfo electoral de Syriza es un hecho relevante para todo Europa, en particular en el Estado español es donde primero sacude el escenario político tras un posible triunfo de Podemos, la crisis económica y un Régimen político muy desgastado.

Cynthia Lub Barcelona | @LubCynthia
Martes 27 de enero de 2015

Fotografía : EFE
Las graves consecuencias que la crisis económica provocó sobre el conjunto de las clases trabajadoras y populares del Estado español, generaron un gran cuestionamiento y desconfianza hacia los partidos políticos del régimen. Igual que en Grecia, son vistos como los partidos de la Troika del Banco Mundial, el FMI y el Banco Central Europeo.
El nivel de crisis, aunque profunda, no ha tocado fondo como en Grecia, donde el nivel de la lucha de clases ha sido muy intenso con treinta y tres huelgas generales. Pero la crisis no ha dado tregua al descenso del nivel de vida de la población que vive ritmos acelerados de aumento de pobreza y recortes de derechos.
Ante ello, la victoria de Syriza ha sido recibido con mucha ilusión por las amplias masas que hoy miran a Podemos como una posible alternativa a la "crisis de representación" y los plantes de austeridad: "En Grecia no ha triunfado el chantaje, lo que implica que será más difícil que triunfe en España", declaró Iñigo Errejón, secretario de Política de Podemos.
Podemos se ubica como hermana gemela de Syriza cuya misión común es luchar contra la austeridad, "Lo que ha ocurrido en Grecia es una magnífica noticia para griegos, europeístas y demócratas", anunció Pablo Iglesias este lunes; quien celebró que "por fin" los griegos tendrán un "gobierno de griegos", y que las políticas de austeridad "han fracasado".
Nuestras primeras palabras esta mañana en Valencia las hemos dirigido al pueblo griego: http://t.co/RTrXUdUlfb Llega la esperanza
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) enero 25, 2015
Mientras tanto la derecha mediática y el Partido Popular arremetieron contra Podemos.
Días antes de las elecciones, Mariano Rajoy viajó a apoyar al primer ministro Andonis Samaras y estos días, Pablo Iglesias pasó a ser su primer enemigo olvidándose caso del PSOE en su carrera electoral, "No podemos jugarnos el futuro de nuestros hijos a la ruleta rusa de la frivolidad, la incompetencia y el populismo. No podemos”, dijo en la convención del PP este fin de semana.
Y como el ministro Samaras, utilizó un mensaje de miedo e inestabilidad ante un eventual triunfo de Podemos, a través de otra frases polémicas cuando declaró: “No podemos volver a asomarnos al precipicio que acabamos de abandonar. Sabemos que los problemas no se resuelven con palabras mágicas, ni conjuros caribeños”, en referencia a las vinculaciones de Iglesias con el chavismo.
Por otro lado, el portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, ha acusado que el resultado electoral de Grecia es una muestra del "fracaso" del centro político que según él, lleva al avance de la extrema izquierda y la extrema derecha, dijo a modo de advertencia al PSOE. A su vez relacionó a Syriza con la organización ETA cuando acusó que la victoria de Syriza fue celebrada por el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi.
Por su parte, el PSOE quiso evitar verse en el espejo de su homólogo griego, el Pasok. La portavoz de los socialistas españoles en Bruselas, Iratxe García, dijo que "Grecia no es España, el Pasok no es el PSOE y Syriza no es Podemos". Y atribuyó el fracaso electoral de los socialistas helenos, que les ha dejado en un 4,68% de los votos, al pacto con Antonis Samaras para garantizar "la gobernabilidad". Pero el paralelismo que paso a ser prioridad de sus preocupaciones para el PSOE, es el de Podemos con Syriza.
El líder socialista español, Pedro Sánchez, ha arremetido en todos sus discursos contra "los populistas" de Podemos y respecto a Grecia ha dicho que "España no es Grecia" y que "son unos irresponsables los que tratan de asemejar la situación española con la griega", porque España "tiene otras alternativas económicas y políticas que ofrecer a los españoles".
Tanto el PP como el PSOE asumen que el triunfo de Syriza da aliento a un triunfo de Podemos. Pero en el Estado español aún quedan largos meses de campaña electoral y ante la catástrofe social que vive Grecia, el hastío de las clases populares no le va a dar mucho tiempo a Syriza para que sus ilusiones no sean cumplidas.
Alexis Tsipras anunció que un Gobierno suyo reconocería los objetivos fiscales fijados por los tratados europeos, pero no las medidas previstas en los acuerdos firmados por el Ejecutivo anterior con la "troika" de acreedores.
Del mismo modo Pablo Iglesias anunció el pasado sábado en una entrevista televisiva que su objetivo es "reformar el euro". Explicó," Queremos que el banco central europeo se parezca un poquito más a la Reserva Federal de los Estados Unidos, que compre deuda y ayude al desarrollo de los países, y que no se convierta en un instrumento, solamente, de los poderes económicos alemanes. Y dio su afirmación cuando le preguntaron si estaba proponiendo una "renegociación de la deuda" y que "la troika relaje su políticas de austeridad".
Difícilmente estos programas de reformas puedan llevarse a cabo y más difícil es aún que cualquier renegociación con la troika no tenga coste alguno hacia las masas populares. El programa de reformas de Syriza será una primer prueba de ello y la población griega será el principal observador. Y sus resultados, indudablemente también serán observados por la población del Estado español; lo que afectará la carrera electoral de Podemos y su eventual triunfo.

Cynthia Lub
Doctora en Historia en la Universidad de Barcelona (UB), especializada en clase trabajadora durante el franquismo y la Transición, también en estudios sobre género y clase, feminización del trabajo y precariedad. Docente de educación secundaria pública.