La dinámica capitalista de consumo ha exponenciado desde hace unos 50 años el concepto de viajes y turismo privatizando la mayoría de los centros arquitectónicos y culturales de las civilizaciones antiguas, los parques nacionales, las playas, centros artísticos y casi todos los rincones del país.
Domingo 22 de marzo de 2020
La dinámica capitalista de consumo ha exponenciado desde hace unos 50 años el concepto de viajes y turismo privatizando la mayoría de los centros arquitectónicos y culturales de las civilizaciones antiguas, los parques nacionales, las playas, centros artísticos y en casi todos los rincones del país ha logrado empaquetar como un producto de venta la experiencia de conocer los usos y costumbres de otras personas con las que compartimos el globo.
Aunado a esto, la tecnología aeronáutica -que ha logrado acortar las distancias de miles de kilómetros para reducirla a horas- es etiquetada y seleccionada para que el acceso sea restrictivo hacia los que pueden pagarla, ya que no existe un control o regulación del mercado aéreo. Esto permite que las aerolíneas puedan hacer un jugoso negocio con la venta de boletos que pueden ir desde un pago relativamente moderado a un pago verdaderamente inflado.
Es muy común que, mientras tú pagaste una cantidad para ocupar un asiento, la persona de al lado haya pagado el doble o más.
Las cadenas hoteleras de talla mundial y locales han dejado de ser posadas para pasar la noche y se han convertido en edificios lujosos que venden la ilusión de la riqueza y el exceso.
Esta actividad económica de servicios se ha convertido en una de las más dinámicas a nivel mundial.
En México recibimos, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), casi 40 millones de turistas anualmente, siendo el destino número 1 en América Latina. Tomando esto en cuenta, México atrae aproximadamente el 17% del mercado turístico de toda América.
Es por lo anterior que somos miles y miles los trabajadores que formamos parte de esta cadena industrial ubicados principalmente en las ruinas mesoamericanas por todo el país, playas tanto en el Caribe como en el Pacífico y ciudades coloniales.
Agentes de viajes, mucamas, botones (bell boys), recepcionistas, mantenimiento, conductores, guías, traductores, aseguradores, guardias privados, pilotos, azafatas, controladores aéreos, ingenieros, maleteros, cocineros, meseros, entre otros.
Agentes de viajes, mucamas, botones (bell boys), recepcionistas, mantenimiento, conductores, guías, traductores, aseguradores, guardias privados, pilotos, azafatas, controladores aéreos, ingenieros, maleteros, cocineros, meseros, entre otros.
Todos y cada uno de nosotros activamos día con día nuestras tareas para poder llevar el sustento a casa, ya que los salarios mínimos son parte fundamental de dicha actividad económica, debido a que es considerado que la propina y/o comisiones deben llenar nuestros bolsillos, dejando así la mayor parte de nuestro salario a la voluntad de la persona viajera que normalmente pagó ya una cantidad altísima por su viaje, o a la venta de algún tour o traslado, lo que nos hace vivir al día, que nuestro sueldo sea enormemente volátil y que vivamos una suerte de entre asalariados y freelance.
La pandemia decretada por la Organización Mundial de Salud (OMS) hace unos días, tiene como primer victima económica al turismo ya que el virus SARS- CoV- 2 (causante del Covid-19) tiene un alto nivel contagioso y son los aeropuertos y aviones su medio de transporte primordial.
La pandemia decretada por la Organización Mundial de Salud (OMS) hace unos días, tiene como primer victima económica al turismo ya que el virus SARS- CoV- 2 (causante del Covid-19) tiene un alto nivel contagioso y son los aeropuertos y aviones su medio de transporte primordial.
Los que trabajamos en este sector en América Latina comenzamos a ver desde hace unas tres semanas los efectos de la emergencia sanitaria que golpeaban nuestros trabajos.
El cierre del espacio aéreo y demás fronteras de tránsito por parte de los gobiernos, así como los decretos de cuarentena, paralizaron en cuestión de días el sector al grado de estar llevando a números negativos a distintas empresas.
Es el caso de la aerolínea Volaris, que cayó brutalmente en más del 60% de sus acciones en estos días. Los hoteles se encuentran con una ocupación menor al 5% ya para esta semana en el centro de la Ciudad de México, donde normalmente los hoteles no bajan del 90% de ocupación prácticamente en ninguna época del año.
Para las agencias de viajes, el paisaje también cayó de manera extraordinaria apenas logrando algunas ventas de pasajeros que salen huyendo a sus países de origen o a sus ciudades en el interior de la república.
La Organización Mundial de Turismo (OMT) anunció apenas la semana pasada la intención de crear un plan ante la contingencia, a pesar de que la expansión del virus data de hace tres meses.
Por su parte, la Secretaria de Turismo de México poco se ha pronunciado al respecto y nada nos ha llegado de información para los miles de trabajadores del sector. Las repercusiones de la ausencia turística están golpeando duramente nuestro salario ya que los patrones están tomando todas las precaucione posibles para no ver afectadas sus inversiones millonarias.
Ya se corre el rumor de que en diferentes cadenas hoteleras internacionales han comenzado los recortes de personal y despidos masivos. Así también se ha mandado a cientos de trabajadores a “descansar” sin goce de sueldo y en muchos otros también el recorte al salario ya se hizo presente.
Mientras tanto, el gobierno federal mantiene su estrategia completamente contradictoria en donde dice que aún no pasa nada y que el país no está listo para entrar a una etapa de cuarentena general, pero lo que olvida el Presidente Andrés Manuel López Obrador y su estrategia es que somos miles quienes desde hace días no tenemos trabajo y por más que nos presentemos a nuestros puestos ya no contamos con nadie a quién prestarle nuestros servicios.
Es por esto que exigimos un plan de acción para enfrentar la crisis: las grandes empresas deben ser obligadas a no recortar el salario ni despedir a sus empleados, mientras que los que formamos parte de las pequeñas y medianas empresas debemos recibir apoyos sobre la base de cobrar impuestos a los grandes capitalistas y la suspensión del pago de la deuda externa; es urgente que se tomen medidas sociales como ya lo hacen otros gobiernos sobre el cese de pago de servicios (luz, agua, impuestos) así como la urgente intervención para eximir a los que pagamos renta de casa habitación durante el periodo de cuarentena; la centralización del sistema de salud público y privado para garantizar atención médica de los trabajadores y nuestras familias.
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Es menester de época denunciar las jugadas de los gobiernos y fuerzas políticas de oposición, quienes siguen haciendo politiquería y destinan recursos del país para presentar planes de presión al gobierno federal en vez de destinar dichos recursos a la urgente emergencia sanitaria.
Los amuletos y escapularios, la competencia de los partidos patronales, los recortes empresariales y la actitud burlesca de los dirigentes mexicanos, demuestra su incapacidad para resolver la crisis que hoy tenemos por delante. Sólo los trabajadores, que conocemos a la perfección la manera de activar la economía y ponerla al servicio de las exigencias extraordinarias de la época, somos capaces de salir de esta crisis tanto sanitaria como económica.