Este 29 de marzo murió el multimillonario húngaro-canadiense Peter Munk, fundador de Barrick Gold, la principal minera de oro del mundo. ¿Cuál es su verdadero legado?
Viernes 30 de marzo de 2018 20:27
Este 29 de marzo la compañía canadiense Barrick Gold anunció “con profunda tristeza” el fallecimiento de su “fundador, Peter Munk, el emblemático empresario y filántropo canadiense. Tenía 90 años”.
“Munk fundó su empresa más importante, Barrick Gold Corp, en 1983 y la convirtió en la compañía minera de oro más grande del mundo en menos de veinticinco años. Lo hizo dirigiendo un pequeño equipo de socios que confiaban mutuamente y que juntos equilibraban la audacia y la prudencia en la búsqueda de ambiciones emprendedoras feroces”, señaló la corporación en un comunicado.
“Habiendo llegado a la industria como un extraño, Munk desafió sus convenciones e implementó un innovador programa de cobertura que ayudó a impulsar a Barrick al éxito”.
“Por su liderazgo como empresario y filántropo, Munk recibió numerosos premios y honores”
En 2008 fue nombrado Compañero de la Orden de Canadá, el más alto honor civil del país, limitado a no más de 165 canadienses vivos en un momento dado. En 2017, fue uno de los 18 líderes empresariales mundiales elegidos para ser incluidos en el Wall of Innovators de la Bolsa de Valores de Nueva York, junto con Warren Buffett, Jamie Dimon y Jack Ma.
Según el Salón de la Fama de la Minería Canadiense (que introdujo a Munk en sus filas en 2002): “Transformó la industria que lo convirtió en un titán, en algo que nunca había sido antes: un negocio financieramente sofisticado capaz de competir con otras industrias por capital de inversión”.
Considerado “uno de los filántropos más importantes de Canadá”, como buen multimillonario le puso su propio nombre a cada una de las causas “que estaban cerca de su corazón”: al Centro Cardíaco del Hospital General de Toronto le puso Peter Munk y le donó 175 millones de dólares, “incluyendo una contribución de $ 100 millones en 2017 que sigue siendo el regalo más grande jamás realizado a un hospital canadiense”.
A su alma mater, la Universidad de Toronto, Munk le regaló la Escuela Munk de Asuntos Globales, donando $ 47 millones a lo que “se ha convertido en la institución preeminente de otorgamiento de títulos de Canadá para la investigación y el estudio de asuntos globales”.
Y en 2008 fundó The Munk Debates, instancia que, según Barrick Gold, “se convirtió rápidamente en la serie de debate de política pública más importante de Canadá, reuniendo a las mentes más brillantes del mundo para debatir sobre los problemas más importantes de nuestro tiempo”.
“Puedes crear riqueza. Tienes derecho a la alegría de esta creación. Pero, en última instancia, la sociedad lo hace posible, y esta riqueza debería fluir de vuelta a la sociedad”, había dicho el fundador de Barrick Gold.
¿Cuál es el verdadero legado del fundador de la Barrick?
Munk comenzó su primera empresa mientras estudiaba en la Universidad de Toronto, empleando a otros estudiantes, y al graduarse con el título en Ingeniería Eléctrica, entró formalmente al mundo de los negocios con Clairtone Sound Corporation.
Sin embargo, su imperio llegaría cuando se asociaría con el magnate saudita y traficante de armas Adnan Khashoggi, creando una cadena de hoteles en el Pacífico Sur. Khashoggi protagonizó grandes escándalos en los 70 y 80, entre los que destacan la venta de armas a Irán, cuando el país persa estaba en plena guerra con Irak, y a los Contra, la fuerza paramilitar financiada por Estados Unidos en su guerra contra la Revolución sandinista. Ambas actividades habían sido prohibidas por el senado norteamericano.
La cadena hotelera prosperó y Munk la vendió por 100 millones de dólares. También se vio beneficiado con el escándalo Irán-Contra de su socio, puesto que Khashoggi debió venderle en 1987 su parte en Horsham Securities, empresa que tenía acciones en otra empresa menor de nombre simplemente Barrick.
Por entonces, Barrick se centraba en el negocio del gas y el petróleo. Posteriormente apuntó al oro al comprar por $ 62 millones una mina venida a menos en Nevada, Estados Unidos. Así, Barrick pasó de valer $ 46 millones de dólares en 1983 a $ 6.500 millones de dólares en solo diez años. “Él y sus socios, incluido Bob Smith, el legendario ingeniero de minas, convirtieron a Barrick en la minera de oro más grande del mundo en menos de un cuarto de siglo”, señaló la compañía ante su fallecimiento.
Caso testigo en lo que constituye un “patrón de violación de derechos humanos”
Barrick Gold es una de las siete principales empresas mineras canadienses que operan en América Latina. Junto a Pan American Silver, Yamaná Gold, Teck, Gold Corp, Kinross Gold y Gran Colombia Gold conforma una flota que, según un informe realizado por el Grupo de Trabajo sobre Minería y Derechos Humanos en América Latina, es caso testigo en lo que constituye un “patrón de violación de derechos humanos” y condicionamiento a los países. Pero su voracidad se extiende por todo el mundo.
En agosto de 1996 el gobierno de Tanzania junto a la canadiense Kahama Mining Corporation desalojó forzosamente a cientos de miles de mineros artesanales, campesinos, pequeños comerciantes y sus familias de Bulyanhulu, un asentamiento ubicado en la región de Shingyanga en un depósito de oro. Se reportaron denuncias sobre el entierro vivo de 65 mineros en los pozos de extracción cuando las autoridades y oficiales de la empresa decidieron rellenarlos para evitar el retorno de los trabajadores al lugar. En marzo de 1999 Kahama Mining sería absorbida por Barrick Gold obteniendo los depósitos de Bulyanhulu.
En Papúa Nueva Guinea varias mujeres fueron violadas colectivamente por la seguridad privada de Progrera, la mina de oro operada por Placer Dome Niugini, subsidiaria de Barrick Gold. Los hechos sucedieron cuando escarbaban entre los residuos de roca vertidos alrededor de la mina en busca de diminutos restos de oro, tras haber sido expulsadas junto a sus comunidades de territorios arrebatados por la compañía. Los hechos fueron denunciados por Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Barrick Gold es protagonista de un fuerte conflicto social en este país también debido a la resistencia por parte de la población a que los desechos industriales sean depositados en las aguas corrientes de aproximadamente 800 Km que confluyen en el Golfo de Papua, causando daños masivos e irreversibles a los sistemas hídricos y el medioambiente. La empresa ha admitido al menos el asesinato de seis pobladores.
En 2005 Placer Dome también fue demandada por el gobierno filipino de Marrinduque por daños económicos masivos y ambientales, reclamando la limpieza y rehabilitación de tierras contaminadas. Ya pertenecía a Barrick Gold. Sin embargo el negocio de Pacer Dome en Filipinas proliferó gracias a su asociación secreta con el dictador Ferninand Marcos, a través de Marcopper Mining Corporation. Entre los años 1975 y 1991 Placer Dome supervisó el depósito de más de 200 millones de toneladas de desechos tóxicos que terminaban en las aguas de la Bahía de Calancan, cubriendo corales y algas y el fondo de la bahía con 80 Km cuadrados de basura industrial y afectando la seguridad alimentaria de doce pueblos pescadores durante 27 años. En 1998 el gobierno declaró el Estado de Calamidad por motivos de salud para las comunidades de Calancan debido a la contaminación de plomo. Ninguna comunidad afectada ha sido compensada.
En septiembre del 2005 el gobierno provincial de Kalimantan en la isla de Borneo, Indonesia, junto con la comunidad indígena Davak, denunció los planes de Placer Dome de comenzar operaciones mineras, a través de la subsidiaria Southkal Resources, en Meratus, uno de los últimos bosques tropicales protegidos del país.
En la República Democrática del Congo Barrick Gold apoyó a fuerzas paramilitares para la concesión de propiedades mineras. El crimen organizado de las corporaciones multinacionales ha contribuido a una guerra sin fin que ha durado más de 10 años en la lucha por las reservas de metales como oro, columbium tantalite, niobium, cobalt, cobre, uranio y petróleo.
En su informe del año 2005 Human Rights Watch expuso a oficiales ugandeses y corporaciones multinacionales que contrabandeaban oro por medio de dos milicias rebeldes locales, ambas culpables de cometer masacres, violaciones y torturas, señalando que los ejércitos rebeldes compran armas modernas con el dinero recibido de varias multinacionales que operan en la región.
Las corporaciones beneficiarias de la guerra civil que cuentan con inversiones mineras en RDC son Barrick Gold, American Mineral Fields, Tenke Mining, Banro Resource, Consolidated Trillion, First Quantum Minerals, International Panorama Resource, Melkior Resources, Asmas Gold y Starpoint Goldfields, quienes han recibido concesiones importantes para la extracción de depósitos de cobre, cobalt, oro, platinum y zink.
En el caso de Barrick Gold esta opera en el pueblo de Watsa, al noreste de Bunia, una de las regiones más violentas del Congo controlada por las fuerzas armadas de Uganda y Rwanda que reciben apoyo directo del gobierno en Washington. La empresa ha sido acusada de financiar operaciones militares a cambio de contratos lucrativos. Con la instalación del gobierno de transición Barrick logró obtener de las fuerzas rebeldes una concesión minera de oro, diamantes y petróleo de 80.000 kilómetros cuadrados, en el noreste del país.
En Australia a Barrick Gold no le tiembla la mano a la hora de instalar una mina a cielo abierto en el lago Cowal pese a la oposición del pueblo Wiradjuri, una de las naciones nativas más grandes del país, que lo considera tierra sagrada y ceremonial por contener muchos elementos arqueológicos que no deberían ser removidos o alterados. El lago también se encuentra protegido bajo dos acuerdos internacionales para la protección de aves migratorias. Figura también en el registro de patrimonio nacional como un importante humedal y el hogar de muchas especies nativas y en riesgo de extinción.
La Corte Suprema reconoció el derecho de la comunidad Wiradjuri, tras la presentación de un recurso legal por parte de los dirigentes del pueblo nativo, a participar en la identificación y evaluación de los materiales arqueológicos en riesgo, facultad que hasta el momento Barrick Gold les había negado.
El fuerte cuestionamiento a Barrick en Chile, Perú y Argentina
En enero de este año la Superintendencia de Medioambiente de Chile anunció la clausura definitiva del emprendimiento minero Pascua Lama de la Compañía Minera Nevada, perteneciente a Barrick Gold, “debido a múltiples incumplimientos relativos a descargas de aguas ácidas, destrucción de flora, monitoreos incompletos tanto sobre variables ambientales como sociales y daño ambiental provocado en zonas de vegas altoandinas, entre otros”. El proyecto implicaba una importante amenaza a uno de los valles agrícolas más fértiles de la región de Coquimbo afectando a unas 70 mil personas.
En el lado argentino, la polémica mina Veladero fue protagonista de al menos cinco derrames de residuos tóxicos, uno de ellos considerado el peor desastre ambiental de la minería argentina, con cinco millones de litros de agua cianurada (más mercurio y arsénico) derramadas en los ríos Potrerillos, Jáchal, Las Taguas, Palca y Blanco, en la provincia de San Juan.
En la mina de oro peruana de Pierinas de Sechta, ubicada en los montes de la Cordillera Negra de Huaraz, una protesta de mineros terminó en una brutal represión con veinte heridos y dos manifestantes asesinados por la policía, la que servía como fuerza de seguridad para Barrick Gold. Miles de campesinos de las 18 comunidades de la cordillera Sechta marcharon en demanda por la justicia e investigación de las muertes de los manifestantes asesinados. La protesta tenía como reclamo aumentos de salario.
El conflicto entre los trabajadores y la trasnacional se origina en varias denuncias sobre la explotación de minerales como el oro, plata, mercurio, cobre y otros de alto valor que Barrick viene realizando con el incumplimiento absoluto del pago de los impuestos fiscales correspondientes, además de la inmensa pérdida de recursos naturales o las consecuencias irreversibles de la contaminación que ha provocado graves enfermedades a la población.
Sin embargo, para Barrick Gold, la memoria de Peter Munk “vive con más de 10.000 empleados en los cinco continentes, así como con las innumerables personas y comunidades que él tocó a través de su filantropía en Canadá y en todo el mundo”.