Este 25 y 26 de enero Revolución Democrática (RD) realizó la elección de su dirección nacional. En medio de un acalorado debate sobre el devenir de la tienda política entre sus diferentes facciones, el partido tiene ahora a la cabeza a la diputada Catalina Pérez del tercerismo apoyado por Giorgio Jackson.
Juan Andres Vega Estudiante de Derecho de la Universidad de Chile. Militante de Vencer
Lunes 28 de enero de 2019
Durante el fin de semana se llevaron a cabo las elecciones de la dirección nacional. La disputa electoral se dio entre tres candidatas, cada cual apoyada por las distintas fracciones dentro de RD.
La candidata ganadora fue la diputada Catalina Pérez -apoyada por figuras como Giorgio Jackson y el senador Juan Ignacio Latorre- con un 50.9% de los votos válidamente emitidos, esto es: 1782 votos de 3502. Las otras candidatas fueron Javiera Parada (38%) apoyada por Miguel Crispi y Alejandra Millán (10%) de una nueva tendencia llamada Confluencia.
Uno de los elementos que no pasó desapercibido durante el proceso de campaña fueron las acusaciones que se lanzaron las distintas tendencias -dentro del partido- en disputa a través de sus redes sociales.
Es así como destaca el tuit de Juan Ignacio Latorre -senador de RD- contra Javiera Parada, quien lideraba la lista "Unidas para crear" y quien fue ex agregada cultural en Estados Unidos durante el gobierno de Michelle Bachelet, señalando que su candidatura “genera(ba) desconfianza en RD”.
La discusión se fundamentaba en que Javiera Parada(candidata perdedora de la jornada) estaría ligada a sectores de la Nueva Mayoría, lo cual resulta desconcertante si se tiene en consideración que precisamente Giorgio Jackson, fundador y una de las figuras más relevantes dentro de ese partido llamó a apoyar al gobierno de la Nueva Mayoría y también tuvo un apoyo “crítico” del segundo gobierno de Michelle Bachelet , que llevó a que varios militantes de RD participasen del ministerio de educación en la elaboración de las reformas en dicho ámbito.
Revolución Democrática, el Frente Amplio, la oposición y el 2019
En su discurso luego de ser electa, Catalina Pérez señaló que su victoria electoral significaba “un paso en el fortalecimiento del Frente Amplio con un proyecto que lidere a la oposición”.
Esto luego de las diversas críticas desde la oposición de la ex Nueva Mayoría, en particular la Democracia Cristiana, por haber roto el acuerdo administrativo entre los partidos de la oposición que tenía por objeto no entregarle el control de las Cámaras del Congreso a la derecha. Lo anterior, luego que la DC y el Partido Radical aprobaran la Ley de Migraciones.
Todo lo relatado sucede mientras el escenario regional latinoamericano está marcado por crisis económica en Brasil, Argentina y Venezuela; que a su vez se suma a una avanzada de la derecha internacional en dichos países -como también en Chile-.
Esta situación deja abierta la pregunta sobre ¿qué oposición es necesaria hoy para poder enfrentar a la derecha y ser una alternativa viable para cambiar las condiciones de opresión y explotación que sufren millones de seres humanos?
El desgaste de las alternativas tradicionales de la centro-izquierda expresadas en Concertación o la Nueva Mayoría los ha llevado a desconectarse de importantes sectores de la sociedad debido a sus políticas que consistieron básicamente en profundizar las privatizaciones y el aumento del precio de todos los derechos, bienes y servicios, destacando la educación y el transporte, los más altos en la región, en un contexto a en que importantes sectores de la juventud, los trabajadores y el movimiento de mujeres cuestionaban fuertemente al modelo neoliberal.
Sin embargo, ¿es el Frente Amplio -o cualquiera de sus variantes- una verdadera alternativa? Es necesario tener en consideración dos cosas fundamentales:
1) Si bien el Frente Amplio, y ello incluye a Revolución Democrática, hoy le muestra sus dientes a un sector del viejo progresismo neoliberal, el otro sector, el del Partido Socialista y el Partido Comunista, se ha mostrado cercano al Frente Amplio -y viceversa-, a pesar de que también fue gobierno y ha contribuido a sostener el régimen heredado de la dictadura.
2) El Frente Amplio se encuentra a la cabeza de grandes organizaciones sociales como las Federaciones Universitarias o el Colegio de Profesores, sin embargo durante el pasado 2018 utilizaron dichas posiciones para llamar a un par de movilizaciones aisladas, sin continuidad o unión alguna, buscando validar políticamente su administración en dichas organizaciones y su actuar en el Congreso.
Por ello, es que, si bien el Frente Amplio puede presentarse como una alternativa para administrar el régimen, por su actuación durante los últimos años -antes de su existencia como tal- es posible señalar que es completamente impotente para superar al actual sistema. Porque no confían en las fuerzas de las mayorías, organizadas en las calles, sino que, únicamente, en sus pactos administrativos, en sus maniobras y acusaciones constitucionales.
El panorama de Revolución Democrática luego de estas álgidas elecciones que tuvieron una confrontación pareció dividir sus filas, en el marco de un fuerte debate en el Frente Amplio sobre la relación entre esta coalición y los sectores progresismo tradicional.
Pues, sectores del mismo Frente Amplio vienen manifestando un apoyo a diversas iniciativas parlamentarias del gobierno. Mientras la derecha se prepara para lanzar mayores ataques a la clase trabajadora, a los estudiantes, mujeres y pueblos originarios y la derecha continental prepara la intervención del imperialismo norteamericano en una país hermano como Venezuela.
