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Red Internacional
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ELECCIONES EN ISRAEL. Elecciones en Israel: todavía empatados, Netanyahu agitó contra los partidos árabes y Gantz llamó a la unidad

Al cierre de esta edición, el conteo de los votos para la Knésset, el Parlamento Israelí, apenas alcanzaba el 10% de los votos. Las encuestas de boca de urna informaban un empate técnico entre el actual primer ministro y líder de la formación de derecha Likud, Benjamin Netanyahu, y el líder del opositor Azul y Blanco, general Benny Gantz.

Isabel Infanta

Isabel Infanta @isabel_infanta

Miércoles 18 de septiembre de 2019 00:00

Estas elecciones son una inédita repetición de las elecciones ocurridas el 9 de abril de este año, en las que Netanyahu obtuvo su quinto mandato pero no logró formar gobierno y hubo que convocar a nuevas elecciones tras la disolución del Parlamento.

Los tres principales sondeos realizados por canales televisivos ubican a Gantz al frente con 32 escaños, mientras que Netanyahu obtendría entre 30 y 31. Sin embargo, lo decisivo se juega en los resultados de los posibles aliados para formar gobierno.

Según estos boca de urna, el Likud no obtendría los resultados necesarios para formar la coalición de gobierno de ultraderecha que desea, con los partidos racistas, fascistas, ultra ortodoxos, neoliberales, etc., que incluye desprendimientos aun más radicales como Poder Judío, que hace abierta apología a la violencia contra los árabes y la expulsión de los palestinos. Los partidos ultraortodoxos Shas (sefardí) y Judaísmo Unido de la Torá (ashkenazí) estarían rondando los 8 y 9 escaños según los sondeos.

Sin tendencias claras y casi sin voz, Netanyahu declaró que "Todavía estamos esperando los resultados. Pero una cosa está clara, el Estado de Israel se encuentra en un punto de inflexión histórico. Estamos enfrentando inmensas oportunidades y desafíos inmensos ... incluyendo la amenaza existencial de Irán". Además de elogiar sus logros económicos y diplomáticos, dijo que "Muy pronto, mi buen amigo el presidente Trump presentará su plan (de paz), y este diseñará el futuro de Israel por muchas generaciones", y arengó, entre gritos de "no queremos la unidad", contra los partidos árabes, diciendo que "No puede haber un gobierno que dependa de los partidos árabes antisionistas, partidos que cuestionan la misma existencia del estado, partidos que glorifican y honran a terroristas que matan a nuestros soldados y niños".

Tampoco a Benny Gantz le alcanzarían los números para formar Gobierno, ya que el Partido Laborista, potencial aliado, viene de hacer una pésima elección en abril cayendo a 6 escaños y no se esperan mejores resultados esta vez. El partido Lista Conjunta de unidad árabe, por su parte, tiene muy buenos pronósticos de boca de urna, entre 12 y 15 escaños, manteniéndose como tercera fuerza. Antes del término de la jornada su líder Ayman Odeh habló por teléfono con Gantz y acordaron reunirse.

Gantz hizo algunas declaraciones cautelosas y se mostró a la espera de los resultados definitivos. "Con los resultados que tenemos en este momento, Netanyahu no puede formar un gobierno y, por otro lado, nosotros sí podríamos". "Desde esta noche empezaremos a construir un amplio gobierno de unidad que represente al pueblo y devuelva a la sociedad israelí al camino (correcto). Todas las divisiones deben quedar atrás. Insto a mis rivales políticos, de todos los campos, a trabajar juntos por una sociedad israelí justa que sirva a todos sus ciudadanos".

La contienda que se juega entre la extrema derecha alrededor de Likud y la derecha llamada "centrista" -que no es más que una variante de la derecha sionista- agrupada alrededor de Gantz estaría por ahora dando a cada coalición entre 53 y 59 escaños, siendo que para formar Gobierno necesitan la mitad más uno de los 120 escaños en juego, o sea, 61.

La formación que se estaría llevando los 8 o 9 escaños restantes es Nuestro Hogar, el partido de Avigdor Liberman, exministro de Defensa de Netanyahu. El principal artífice del reciente fracaso de Netanyahu en formar gobierno estaría obteniendo mejores resultados que en abril.

El tono conciliador del discurso de Gantz podrían ser leídos como guiños hacia Liberman, hacia sectores de la coalición de Likud e incluso hacia sectores del propio Likud potencialmente dispuestos a ingresar a un gobierno de coalición liderado por él. Algunos analistas vienen planteando la hipótesis de grietas e incluso rupturas de altos miembros de Likud en este sentido, que fueron explícitamente negadas por Gideon Sa’ar, quien es visto como posible sucesor de Netanyahu.

Una vez que se conozcan los resultados oficiales, el presidente de Israel Reuven Rivlin tendrá hasta tres días para encargar a un legislador - que muy probablemente será Netanyahu o Gantz- la formación de gobierno. A partir de ahí las negociaciones se desarrollarán a todo vapor por un plazo de 28 días extensibles en 14 días más.

En el tablero se juega contra el reloj el acuerdo de inmunidad que necesita con urgencia Netanyahu, acusado por la Fiscalía General de fraude, soborno y abuso de confianza en tres casos distintos y que tiene fecha de la vista prevista para principios de octubre. También el desarrollo del "plan de paz" que venía urdiendo Trump con Netanyahu para el conflicto con los palestinos, en el que se cambia soberanía por inversiones fundamentalmente de los estados árabes.

En este marco de impase político, Rivlin prometía en la mañana del martes que “Haré todo lo que esté en mi poder, dentro del marco de la ley y la autoridad que me otorgó mi cargo, para que se forme un gobierno electo en Israel lo antes posible y evitar otra campaña electoral.