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Latinoamérica. Elecciones en Venezuela: seis razones por las cuáles no votar a Maduro ni a la oposición patronal

Todas las candidaturas son ajenas a los intereses de la clase trabajadora, los campesinos, las mujeres, la juventud y la sexogenerodiversidad. Frente a los grandes problemas del país y del pueblo trabajador, todas sus propuestas, aún con diferencias y matices, apuntan a favorecer a los grandes capitales usureros internacionales y a los intereses patronales y empresariales dentro del país. Por eso la campaña: "La clase trabajadora no tiene candidato".

Miércoles 5 de junio de 2024 23:03

Imagen referencial del tarjetón electoral electrónico de la elección presidencial del 28 de Julio

Imagen referencial del tarjetón electoral electrónico de la elección presidencial del 28 de Julio

La verdadera polarización en el país no es entre el gobierno y sus distintos opositores burgueses, porque a pesar de sus diferencias y confrontaciones, comparten puntos de vista similares en cuanto a favorecer intereses ajenos a los de las mayorías trabajadoras, campesinas y populares. Desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) que forma parte de la Campaña "La clase trabajadora no tiene candidato" junto al PPT-APR (Patria para Todos-Alternativa Popular Revolucionaria), PSL (Partido Socialismo y Libertad) y Marea Socialista, presentamos seis grandes razones fundamentales por las que hay que darles la espalda, votando nulo, como voto protesta contra la proscripción política que impidió candidatos de las fuerzas que pelean contra estas cuestiones en la que todos los candidatos están de acuerdo contra el pueblo trabajador, las mujeres y la juventud.

1. Un país hipotecado y sin futuro por la deuda externa

Venezuela es un país hipotecado, pesa sobre nuestra economía y las vidas del pueblo venezolano una enorme deuda con capitales financieros internacionales. A la deuda externa que ya arrastraba el país desde décadas atrás y que siempre ha sido un mecanismo recurrente de sustracción de recursos del país hacia esos capitales usureros, se le añadió una nueva carga por un altísimo endeudamiento que inició el gobierno de Chávez a partir del año 2007, dejando comprometido el futuro del país.

Frente a esto, el gobierno de Maduro se ha caracterizado por privilegiar el pago de la deuda externa aún a costa de dejar al país sin recursos hasta para las cosas más elementales, así fue desde 2014 en adelante, cuando se combinó la caída abrupta de los precios del petróleo y el vencimiento de plazos de pagos de esa deuda externa, precedido todo de una enorme fuga de capitales en los años anteriores, el gobierno de Maduro optó por garantizar esos intereses capitalistas extranjeros y destinar recursos a los pagos de deuda a cambio de disminuir drásticamente los recursos para salarios y para importación, por ejemplo, de medicinas, alimentos, insumos para la producción en las empresas públicas, etc.

Esos pagos de la deuda, privilegiar esos intereses, ha estado en el corazón de las políticas reaccionarias, de ajuste capitalista del gobierno de Maduro desde 2014 en adelante. Eso incluyó hipotecar empresas públicas importantes, como Citgo, disminución de las reservas internacionales, vender partes de PDVSA como chatarra, etc. Es decir, vender hasta “las joyas de la abuela” para garantizar, entre otras cosas, los pagos a los capitales usureros internacionales.

Los opositores burgueses no cuestionan de ninguna manera este mecanismo de expoliación imperialista que significan las deudas externas de los países pequeños, dependientes o sometidos a los interés del capitalismo mundial. Lo que cuestionan es la evidente falta de transparencia en algunas de estas transacciones y endeudamientos, y que no sea con el FMI, es decir quieren que se haga bajo la tutela de Estados Unidos, no cuestionan la hipoteca de un país y que el futuro del pueblo venezolano estén en entredicho, ni que la propia soberanía nacional sea cada vez más una pantomima, gracias a la deuda. Porque este mecanismo implica que las decisiones económicas de todo un país están condicionadas por tener que cumplir con esos capitales usureros internacionales, implica que los recursos para las necesidades básicas, para salarios, para la infraestructura de los servicios públicos, para las viviendas, para salud, para educación etcétera, etcétera, están condicionados a cumplir con los compromisos de pago de la deuda externa.

Los opositores burgueses quieren que sea de la mano de las imposiciones del Fondo Monetario Internacional, es lo que quieren María Corina Machado representada por Edmundo González Urrutia, Ecarri y cualquiera de los otros candidatos. Es decir, esos planes que pagamos bien caro en nuestro país en los 90’s, que pagan bien caro hoy países como Argentina, en una brutal crisis por la enorme deuda y las imposiciones que le hace Fondo Monetario, como lo vimos en Ecuador también hace unos años. Esto es la supuesta alternativa que plantean los opositores burgueses.

2. Destrucción de los derechos laborales y debilidad de las organizaciones de la clase trabajadora

Un activo que comparten en común el gobierno y sus opositores burgueses, un problema fundamental de la clase trabajadora de nuestro país, es la inédita destrucción del salario y de los derechos laborales, así como la profunda debilidad de las organizaciones de lucha de nuestra clase. Eso es un mérito del gobierno capitalista de Maduro, y sobre eso quiere seguir avanzando, pero es un activo compartido con el conjunto de la clase capitalista: beneficia tanto a la casta gobernante -compuesta por altos burócratas, muchos convertidos en nuevos ricos, que comparten intereses económicos con una “burguesía emergente”- como a los capitalistas privados tradicionales.

El capital privado, representado por todos los candidatos, quiere que las medidas antiobreras, que están al margen de la legislación pero que se aplican de hecho, no sean no solo de hecho sino también de derecho. Fedecámaras, Consecomercio y cámaras empresariales chavistas como Fedeindustrias, entre otras, presionan para que la destrucción salarial, en la que casi el 100% son bonos, se convierta en ley, para que las prestaciones sociales que hoy son inexistes de hecho, también sean ley.

La persecución contra los trabajadores que se organizan y exigen sus derechos, la facilidad para despedirlos, o incluso para montarles falsos positivos con acusaciones penales, acusándolos de robos para acallar las voces que exigen derechos laborales, es algo que ocurre tanto en el sector público como en las empresas de capital privado.

Esas conquistas reaccionarias, del conjunto de los sectores capitalistas y patronales contra nuestra clase, es un punto de partida que todos los candidatos de esta elección comparten para sus supuestos planes de recuperación económica. Desde Maduro a María Corina con su candidato Edmundo González Urrutia, pasando por los otros que se postulan en la elección presidencial, lo ven como una ventaja para la recuperación de la que hablan, que es una recuperación en clave capitalista, en clave de mantener pisoteada y hundida a la clase trabajadora. Por eso, ninguno de los candidatos actuales tiene ningún plan para echar atrás todo este brutal desconocimiento de derechos laborales ni para lograr un salario igual a la canasta básica, cosa que solo puede ser conseguida invirtiendo las prioridades, es decir, dejando de afectar los intereses de los trabajadores y afectando los intereses de los capitalistas privados nacionales internacionales.

@angelariaslts Las organizaciones de oposición de izquierda que impulsamos la campaña unitaria por una posición de independencia de clase ante las venideras elecciones, rechazamos el llamado de algunos sectores de izquierda que, con el argumento del antiimperialismo, plantean votar por Maduro. ¿Votar por el mismo gobierno que enfrentamos en las calles por ser el verdugo de nuestros derechos económicos y políticos? ¡No! @laizqdiario_ve #elecciones28julio #liberenalxstrabajadorxspresxs #derechoslaborales #salarioigualcanastabasica #votonulo ♬ Get Up Stand Up - Reggae Summer

3. Contubernio entre Estado y las iglesias contra los derechos de las mujeres y la sexogénerodiversidad

Este es otro punto en el que todos los candidatos actuales se dan la mano, ninguno representa la lucha de las mujeres y la comunidad sexodiversa por sus derechos. Derechos no solo históricamente negados, sino incluso planteándose hoy un reforzamiento de la negación y de mecanismos de opresión.

Actualmente avanza en el país un peligroso posicionamiento de sectores religiosos anti derechos en las instancias de decisión del Estado venezolano. El año pasado vimos el compromiso que establecieron comisiones de la Asamblea Nacional, de consultar primero con algunas de estas confesiones religiosas, cualquier ley y discusión que tenga que ver con derechos de las mujeres o de la diversidad. No solo eso, el gobierno de Maduro viene utilizando descaradamente recursos públicos para financiar y sostener determinados cultos religiosos, siendo esta una cuestión de índole particular, que debe ser sostenida, en todo caso, con los propios recursos de los miembros de cada confesión y no con los recursos del conjunto del pueblo venezolano. El gobierno de Maduro destina bonos para miles de líderes religiosos y para la infraestructura de cientos de iglesias.

Estos compromisos políticos y económicos son contrario a un avance histórico de muchas sociedades, como lo es la separación del Estado frente a las iglesias, el carácter laico del Estado para evitar, en la medida de lo posible, que las creencias religiosas, que los prejuicios de determinadas confesiones religiosas, se impongan sobre las decisiones de política pública que afectan a todos, que se impongan por sobre los derechos de toda una sociedad.

Estos sectores antiderechos que cuentan cada vez más con este aval, se oponen a la lucha de las mujeres por la soberanía sobre sus propios cuerpos, por tener acceso a los derechos sexuales y reproductivos. Se oponen a una educación sexual científica, laica, que permita a los niños, niñas y adolescentes evitar embarazos precoces, detectar abusos, etc., se oponen a la distribución gratuita de anticonceptivos, niegan el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Estos antiderechos también se oponen a derechos elementales de la comunidad sexodiversa como el derecho a la identidad y al matrimonio civil, entre otros.

Pero no está solo el gobierno en este avance contra los derechos de las mujeres y la diversidad. El conjunto de los candidatos de esta elección comparten, aún con matices, esta perspectiva, porque si bien el gobierno actual tiende a apoyarse cada vez en sectores de las iglesias pentecostales y evangélicas, no son menos antiderechos los sectores de la iglesia católica, que son los que históricamente tuvieron esa relación privilegiada con el Estado venezolano, y a esos sectores responden la mayoría de los opositores burgueses actuales. Ninguno, absolutamente ninguno, se opone a este contubernio entre el Estado y las iglesias antiderechos. Ninguno está planteando, ni siquiera por equívoco, la separación verdadera y rigurosa del Estado de las iglesias. Ninguno pelea por estos derechos de las mujeres y la diversidad. Por eso no nos representan.

4. Entreguismo nacional y privatizaciones

Frente al desmantelamiento de PDVSA, de las empresas básicas y el conjunto de las empresas públicas, todos los candidatos en esta elección comparten una posición entreguista y antiobrera, porque la solución que plantean todos implica la privatización y entrega de estas públicas a capitales extranjeros, bien sea de Estados Unidos y Europa o bien sea iraníes, chinos, rusos, indios, etcétera.

El problema de PDVSA y de las empresas públicas no es de ninguna manera su carácter público, no es que sean propiedad del Estado venezolano, el problema ha sido la administración en manos de una burocracia profundamente antiobrera, corrupta, el problema es que siempre mantuvieron bajo los esquemas de una economía que seguía privilegiando los intereses patronales. La única solución progresiva de fondo no es que dejen de ser propiedad pública y pasen a ser nicho de enriquecimiento privado de un puñado de capitales extranjeros o de unas cuantas familias ricas venezolanas, que es a lo que aspira la heredera de la familia Machado. La única solución progresiva es que se conserve el carácter público, pero no en manos de esta casta cívico-militar antiobrera y corrupta, que las depredó y que en muchos casos las quebró a propósito para luego mediante sus aliados o testaferros comprarlas, pasando ellos mismos a ser burgueses, sino que estén bajo gestión de sus trabajadores. Un verdadero control de los trabajadores, no la pantomima de que se hizo bajo los gobiernos del chavismo, que fue más bien un control sobre los obreros: debe mantenerse el carácter público, pero, ¡fuera las manos de esta burocracia corrupta y antiobrera!, que pasen a control o gestión directa de los trabajadores, en alianza con las comunidades.

5. Brutal represión contra la juventud de los sectores populares: otro punto en común de todos los candidatos

La juventud trabajadora y empobrecida de nuestro país no solo tiene que padecer las brutales imposiciones del capital privado y el conjunto de los patronos, de jornadas laborales extenuantes sin estabilidad laboral, sin derechos, sin derecho a sindicalizarse, unas condiciones que le impiden trabajar y estudiar, que les imponen como destino solo someterse a la disciplina de generar ganancias para los patronos, sino además padecen una brutal represión de clase que se les descarga con las acciones y los operativos de los distintos cuerpos represivos que se ceban contra las zonas donde vive la juventud trabajadora y los sectores pobres.

Son constantes, diarias y brutales las prácticas de amedrentamiento, extorsión, maltratos, robos, incluso ejecuciones de los jóvenes de nuestro país por parte de los cuerpos represivos, tal como aconteció recientemente con el asesinato del joven Eleazar Enrique Fuentes de 17 años en un barrio de Antímano (del municipio Libertador, del distrito de la capital de Venezuela. NdE.). Es una política brutal, de clase, porque va dirigida contra un sector específico de la sociedad: va dirigida contra jóvenes solamente por el hecho de ser pobres y vivir en zonas populares. Esta práctica la ejecuta Maduro y cuenta con el aval implícito de todos los candidatos opositores patronales, porque ninguno, ni por equivocación, ni por asomo, cuestionan estas prácticas. Ninguno presta la más mínima atención a eso, porque de gobernar, con toda seguridad harían lo mismo.

6. El despojo de tierra a campesinos, criminalización y privatización en el campo

Ninguna de las reivindicaciones de los campesinos pobres forma parte de los candidatos que tributan a los intereses de nuevos y viejos terratenientes, sean civiles o militares. Movimientos campesinos han venido denunciando desalojos violentos de sus tierras, muchas de ellas recuperadas gracias a su movilización y lucha que fueron ratificadas a través de cartas agrarias en el marco de la Ley de Tierras. Un despojo que se viene dando en una clara alianza en que se juntan jueces, fiscales, organismos represivos y a través de las propias instituciones del Estado para darle las tierras a grandes potentados del campo.

Ante esta situación los campesinos pobres han venido peleando por sus derechos conquistados y no ser expulsados de sus tierras. Numerosos son los casos de despojos violentos con la complicidad de las instituciones y cuerpos de seguridad del Estado. Así lo denuncian los propios campesinos: “Los nuevos y viejos latifundistas, algunxs funcionarixs del INTI, sumados a otrxs de instituciones nacionales y locales, junto a los cuerpos de seguridad y entes vinculados al poder judicial son los que se visualizan con claridad en esa trama que deja a su paso desalojos, destrucción de siembras, presos, gente criminalizada, de gente que tiene título y de pronto aparece otro ’dueño’ sacándolo a la fuerza”.

A su paso Maduro no ha tenido tapujos en anunciar procesos de privatización de tierras. “Hay gente con ganas de venir a producir. Han llegado inversionistas de Brasil, Argentina, Uruguay, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Arabia Saudita, Turquía, han venido a ver tierras y tenemos el modelo de negocio para hacer una alianza y que ellos vengan a producir”, ha declarado, creando nuevos consorcios privados donde se reconcentra la tierra en pocas manos, de allí la necesidad de desalojar a campesinos de tierras recuperadas.

Y en esto coinciden los grandes sectores agropecuarios y terratenientes, así como los partidos patronales cuyos candidatos se presentan en estas elecciones, pues comparten los mismos intereses. En el camino aumentando la pobreza en el campo, más miseria mientras en el otro polo aumenta la concentración de la tierra, entre nuevos y viejos terratenientes.

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Estos son apenas ejemplos importantes de cómo el conjunto de quienes, en estas próximas elecciones se disputarán la Presidencia, el gobierno del país, comparten un conjunto de intereses, de posiciones, que no son en lo más mínimo los intereses de la clase trabajadora, los sectores pobres del país, las mujeres, los campesinos y la juventud.

Por eso, ante la proscripción de la izquierda anticapitalista que deja sin alternativas electorales, sin candidato, a aquellos que defienden los intereses de la clase obrera, los campesinos pobres, las mujeres y la juventud contra todo sistema de explotación y de opresión, llamamos a darle la espalda a estos candidatos. No nos representan y llamamos a los trabajadores a no otorgar ningún tipo de confianza ni apoyo político a candidatos que, al contrario de representar nuestros intereses, representan los intereses que nos mantienen en condiciones de explotación, de precariedad y de opresión. La clase trabajadora necesita y merece muchísimo más que esas miserables opciones, merece una alternativa política que represente verdaderamente sus intereses. Por estas razones llamamos a votar nulo el 28 de julio.

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