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Red Internacional
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Cultura. Elvira Hernández recibe el Premio Nacional de Poesía, convirtiéndose en la segunda mujer en obtener el galardón

El mundo de la poesía celebra a la autora de "La Bandera de Chile", una obra donde, con sarcástico ingenio, compara el símbolo patrio con una "chuchita" violada durante la dictadura. A través de su crítica mordaz, revela la profunda herida de un país que aún no ha sanado de la opresión.

Sábado 7 de septiembre de 2024

Para empezar, personalmente puedo afirmar que me representan las palabras que le dedica Carlos Cociña, que son sin duda las más asertivas: "Como escribiente, como lector, al escuchar y leer la obra de Elvira, me hace ser mejor persona y descubrir cosas que no sabía que sabía". La poesía de Elvira es, sin duda, un arma política que eleva el espíritu. Un ejemplo de esto es su poema Aves de paso, citado por el presidente Gabriel Boric. Y ante esto, no puedo evitar preguntarle, señor presidente: ¿cómo están los monumentos?

A la vez, agradezco a la poeta de Santiago Waria que anuncia su nombre, Teresa Adriasola, con los versos "Anda sola, Teresa vieja..." porque no está sola. Su creación poética ha sido recitada en la escalinata de la Biblioteca Nacional y en las plazas, declarando que nuestro país aún conserva muchas de las desigualdades del régimen militar. Lo sé porque pude hacer catarsis con su voz en el espacio público.

La poeta de Carta de viaje, navega por la palabra saludando con humor las glorias poéticas y reconociendo a sus pares, dijo: “Buen día para mí, Pertenezco a una generación que se forjó en la época de la dictadura y en ese periodo la poesía se fortaleció. Fuimos una palabra coral que creo que habría que examinar porque es parte de la historia. Quiero agradecer también a quienes me postularon, a mis editores y sobre todo a mis lectores, que son quienes tienen la última palabra cuando se ha escrito algo. Ellos son los que le dan vida. Las obras permanecen vivas en la medida que se leen, así que yo agradezco profundamente este galardón porque es un honor para mí”

Su antecesora fue Gabriela Mistral en 1951, marcando así 73 años de invisibilización de la poesía escrita por mujeres en este galardón Un premio que, originalmente, fue creado para compensar la orfandad social de escritores y escritoras ante la imposibilidad de vivir de sus derechos editoriales. Esta preocupación es especialmente oportuna para ejecutantes del trabajo poético, ya que las editoriales suelen pagar por volumen, es decir, por cantidad de palabras y no por su síntesis, cuando la esencia de la poesía es precisamente decir mucho con pocas palabras.

Es importante destacar también que, en un principio, el premio se entregaba anualmente, y el jurado incluía, primero, a un miembro y luego a dos de la Sociedad de Escritores y Escritoras de Chile (SECH). Sin embargo, el golpe militar sigue teniendo repercusiones, ya que desde entonces la SECH fue excluida de la ley que rige la entrega del galardón. Además, la frecuencia del premio se redujo a cada dos años, y en lugar de alternar entre las distintas disciplinas literarias, estas se mezclan. Como resultado, ha ocurrido lo lamentable: poetas como Stella Díaz Varín, Eliana Navarro, Yolanda Lagos, Carmen Berenguer y muchos otros fallecieron sin recibir el merecido reconocimiento a sus obras.

Se hace exigible que el senado en segunda instancia apruebe Proyecto de ley, que introduce modificaciones a la ley N° 19.169, que establece normas sobre otorgamiento de premios nacionales, para otorgar anualmente el Premio Nacional de Literatura por el presidente Gabriel Boric, además es justo considerar que a travéz de la historia los directorios de la SECH han levantado la voz para integrar a la sociedad de escritores de chile en el jurado y esto último no ha sido incluido en el proyecto de ley que fué entregado al senado el 20 de diciembre de 2023.