En una ciudad donde hay más de 50 asentamientos precarios sin acceso a los servicios básicos, la cuarentena obligatoria como única medida no alcanza. ¿Cuál es la realidad de los barrios del Oeste frente a esta pandemia?
Sábado 21 de marzo de 2020 14:44
La Izquierda Diario dialogó con Diego Mauro y Liliana Rosa, referentes del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL). Cuentan cómo están atravesando esta situación, qué medidas necesitan las organizaciones sociales y cuáles son sus reclamos.
Liliana Rosa es una de las mujeres que atienden el comedor en la toma 7 de Mayo del oeste neuquino. Denuncia que el Gobierno provincial dijo que garantizaría partidas alimentarias y artículos de higiene que no han llegado.
Diego Mauro, referente del Frente de Organizaciones en Lucha, cuenta la realidad que viven en los barrios del Oeste.
¿Cómo la están pasando en los barrios?
Diego Mauro: Ante la situación de emergencia que viene atravesando el país, los más perjudicados son los sectores que menos tienen: la población que habita las tomas, que vive en condiciones precarias y carecen se servicios básicos como el agua, cloacas o gas.
Como organizaciones con el conjunto de los compañeros de la CTEP, el Frente Popular Darío Santillán, el Polo Obrero, los compañeros ceramistas y el FOL hemos hecho reclamos por el tema de los pagos de los programas que finalmente se efectivizó ayer. Fuimos a desarrollo social para que no nos recorten partidas de mercadería en los merenderos y comedores y pedir un refuerzo de artículos de limpieza, algo imprescindible. Lo único que quedaron en contestar fueron los refuerzos, lo otro afirmaron que no se iba a cortar pero en un principio tenían la decisión de cerrar partidas para los merenderos. La única respuesta fue que no había presupuesto.
¿Cuál es su planteo ante las medidas dispuestas por los gobiernos?
DM: Planteamos que ante la emergencia, no solamente nos tenían que mandar a la casa, sino que además, tenían que reforzar el sistema de salud y todas las cuestiones de nuestras compañeras que son el último orejón del tarro, porque hacen trabajo informal. Muchos compañeros hacían changas, viven de eso, ya no las van a tener. Además nuestras niñas y niños en vez de desayunar en la escuela iban a tener que hacerlo en su casas, entonces la cosa se complica más. Si no cumplen con la entrega de mercaderías, evaluaremos medidas seguramente": Indicó Mauro.
¿Qué medidas vienen tomando en su funcionamiento las organizaciones sociales durante el brote?
D.M: Nosotros como organización tanto a nivel nacional como regional, hemos tomado la decisión de suspender todas las asambleas masivas. Lo único que garantizamos son mesas delegadas, reuniones de coordinación barrial como para colaborar con lo que está sucediendo y llevar tranquilidad a las compañeras. Tomando todas las medidas necesarias para tratar de poder mantener los merenderos y comedores abiertos, con la metodología de dar las meriendas a los niños y niñas para que se lleven a su casa.
Vamos evaluando día a día porque sabemos que es una cuestión más compleja. El coronavirus no es responsable de la crisis económica que hay en el mundo, pero la ha acentuado muchísimo. Esto va repercutir en la salud, porque los sistemas de salud están quebrados y desfinanciados, entonces son muy lindas las declaraciones que hacen desde el Gobierno pero en la realidad no pasa nada. Hoy por ejemplo fuimos a plantearle a un funcionario algunas cuestiones de cheques y nos dieron dos botellitas de medio litro de alcohol para las 600 compañeras que son de la administración.
Nosotros como FOL nos estamos preparando para situaciones peores y poder estar a la altura de la circunstancias, previendo el hambre y colaborando para paliar un poco la situación en los barrios más castigados por la desigualdad social.
Los movimientos sociales denuncian desde el año pasado un déficit habitacional de 70 mil viviendas. En medio de una pandemia que tiene en vilo a la sociedad, donde la salud viene sufriendo ajuste presupuestario, en los asentamientos no se garantiza la llegada de camiones sisterna con agua potable a los barrios. A la zona de la meseta por ejemplo, llega agua de riego, no potable, según informa la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Neuquén.
Indican además que están colapsados los sistemas cloacales. En una situación de precariedad estructural para las miles de familias, resulta indispensable acceder al agua y elementos de higiene . Los “sin vivienda” están destinados a pagar alquileres que llenan los bolsillos de las inmobiliarias. O en caso de no poder acceder a un alquiler recurren a la instalación viviendas precarias, sin que se les garantice el acceso a servicios básicos y terrenos seguros para la construcción.
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