Este es el tercer gobierno provincial en el que presta funciones. Su paso por Desarrollo Social y Educación.
Miércoles 11 de abril de 2018
Foto: A. Lloret
Desde que comenzó su mandato, el gobernador Alfredo Cornejo impuso que los destinos de la educación en la provincia se resuelven a fuerza de decretos. En lo que va del año utilizó esta vía para cerrar las paritarias de los trabajadores de la educación y para eliminar la Dirección de Educación Superior.
Este organismo fue reemplazado por una Coordinación General de Educación Superior, dependiente de la Dirección General de Escuelas (DGE). A su cargo Cornejo colocó a Emma Cunietti, una mujer con experiencia en ajustes, recortes y represión.
Con Cobos y Sarmiento contra los estudiantes
Emma Cunietti empezó su actividad política en el FREPASO. Dirigió la Subsecretaría de Desarrollo Social durante el gobierno de Roberto Iglesias y fue cuestionada años más tarde por el mal manejo de fondos y subsidios durante su gestión.
En 2008, y luego de una serie de fallos, el Tribunal de Cuentas de Mendoza resolvió aplicar una multa contra Cunietti y otros funcionarios, por “gravísimas irregularidades en la entrega de tickets de alimentos a personas en riesgo de subsistencia” entre los años 2003 y 2006. Cunietti era responsable por la administración del sistema de tickets “Vale Más” que miles de familias utilizaban para comprar alimentos en comercios adheridos. Además, el mismo Tribunal informó que por entonces “quedó un saldo pendiente de rendición de subsidios por $118.030”, lo que calificó como una “erogación sin justificar” por parte del Estado provincial.
Cuando Emma Cunietti recibió esta noticia ya se encontraba en las filas de la UCR y había cambiado el área de sus funciones a educación. El gobernador Julio Cobos la convocó durante su mandato y le ofreció el cargo de Directora General de Escuelas. En esos años, la funcionaria se apoyó en la Ley Federal de Educación y en la, aún vigente, Ley de Educación Provincial para reorganizar la formación docente cerrando carreras y abriendo otras según “la demanda”.
Julio Cobos y Emma Cunietti - (Foto G. Bravo)
En 2006 la realidad educativa de la provincia chocó de frente con su gestión. Entrado el otoño, eran varias las escuelas secundarias de Capital que no tenían calefacción en sus aulas, ya que las obras de gas estaban demoradas desde 2005. Con el correr de los días la situación se volvió insostenible y los estudiantes secundarios, cansados de pasar frío, comenzaron a organizarse y movilizarse. Fueron 21 escuelas las que suspendieron sus actividades por negligencia del Estado, mientras el conflicto aumentaba por la actitud de Emma Cunietti, quien se negaba a abrir un diálogo con los estudiantes.
“Sarmiento iba a la escuela, aún sin tener calefacción”, repetía la funcionaria para justificar al gobierno y la ausencia de solución al problema. Finalmente, el punto crítico llegó cuando el gobernador Cobos decidió enviar la policía para reprimir a los secundarios que protestaban en Casa de Gobierno. El avance represivo contra los menores de edad terminó con el saldo de 43 estudiantes detenidos. En ese momento, el hecho tomó trascendencia nacional y la respuesta del gobierno fue ampliamente repudiada por diferentes sectores de la sociedad. El pedido de renuncia a Emma Cunietti no se hizo esperar.
2006 -La policía reprime a estudiantes secundarios
Organizarse contra los enemigos de siempre
El pasado de Emma Cunietti en Educación explica la decisión de Cornejo, poniéndola como ejecutora de los planes del presente. Como vienen denunciando los sindicatos de trabajadores de la educación junto a los estudiantes de los Institutos de Educación Superior (IES), los cambios que el gobierno pretende en materia educativa serán en base a ajustes y reformas que golpean de lleno a la educación pública.
El ataque a la autonomía de los IES; el cierre de carreras y cursos tal como ya viene pasando en las escuelas técnicas; la creación de un edificio único a costa del cierre de los Institutos del interior de la provincia; la implementación de un ingreso eliminatorio; la injerencia de empresas privadas en la educación pública; el cambio de los contenidos educativos en función de “la oferta y la demanda” y de lo que “necesita el sistema”, son algunas de estas reformas que Cornejo, a través de Cunietti, pretende imponer en Mendoza.
Esta pretensión de avanzar sin tapujos sobre la formación docente va acompañada de un constante discurso que responsabiliza a los trabajadores de la educación por las pésimas condiciones en las que se encuentra la misma. De esta manera, el gobierno busca convencer de la idea que los IES representan “un gasto”, una pérdida económica para los mendocinos en la actualidad. Bajo este argumento aparecen las llamadas “carreras prioritarias”, esas que "se ajustan abiertamente a las demandas del sistema" y que Emma Cunietti no pierde oportunidad de promocionar con gusto.
Las reformas que planean en Educación Superior perjudican a miles de jóvenes, trabajadores y mujeres que todos los días encontramos un lugar para estudiar en los IES de la provincia, además de los cientos de docentes que verán afectados sus puestos de trabajo. Somos nosotros, junto a la comunidad educativa en general, quienes históricamente sostenemos y nos organizamos para defender la educación pública. La historia nos demuestra también que los enemigos de la educación siguen siendo los mismos de siempre.