En los talleres, emocionó el testimonio de Priscilla, de 11 años, hija de un obrero de Donnelley. En el taller de las mujeres trans causó sorpresa conocer que, esos trabajadores habían peleado para que la patronal respetara la identidad de una obrera trans, en la planta donde sólo trabajaban hombres.
Domingo 12 de octubre de 2014 09:30
La Comisión de Mujeres de Donnelley trajo su campaña “Detrás de cada trabajador, hay una familia” al XXIX Encuentro Nacional de Mujeres de Salta. Recorriendo los talleres donde se debate un amplio abanico de temáticas, le contaron sobre la quiebra fraudulenta de la empresa norteamericana, la decisión de los trabajadores de tomar la planta y producir bajo gestión obrera.
En uno de esos talleres, Priscilla, de 11 años –hija de uno de los trabajadores, cuya madre participa de la Comisión de Mujeres- pidió la palabra para contar, desde el punto de vista de las niñas y los niños, la lucha de Donnelley. La niña emocionó hasta las lágrimas a las mujeres allí reunidas, de distintas provincias, explicándoles por qué habían decidido agruparse como “Pequeños de Pie” y que lo que había aprendido de esta lucha era que los obreros enseñaban que estaban dispuestos a ir hasta el final por lo que creían.
Más tarde, cuando pasaron por el taller de Mujeres Trans, las compañeras les pidieron que esperaran un rato, que estaban discutiendo sobre la ley de identidad de género y otros temas, pero una activista trans las presentó y pidió que las dejaran hablar. Entonces, las mujeres de Donnelley les contaron de Tamara, la obrera trans que había tenido que ocultar su identidad para conseguir trabajo en la fábrica –donde no trabajaban mujeres- y de la pelea que dio la comisión interna de los delegados combativos de la lista Bordó, para obligar a la empresa a construir un vestuario para Tamara, además de permitirle trabajar con su verdadera identidad. Las mujeres trans expresaron su sorpresa y la gran alegría que les daba conocer esta experiencia inédita en Argentina. La Comisión de Mujeres de Donnelley invitó a las compañeras allí reunidas a visitar la fábrica que, ahora, funciona bajo gestión obrera.