Según las encuestas más recientes el PSOE ganaría por poco las próximas elecciones municipales y el PP tendría pocas opciones de quitarle gobiernos autonómicos, aunque se refuerza en plazas importantes como Madrid o Murcia. Unidas Podemos y Vox se disputan el tercer puesto y ser la llave de sus respectivos bloques.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Martes 23 de mayo de 2023
Las encuestas más recientes parecen favorecer globalmente al PSOE a quien colocan como posible ganador de las elecciones municipales con un 30,2% del voto frente al 27,9% que obtendría el PP. Unidas Podemos alcanzaría el 8% al igual que Vox según los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Las encuestas también señalan que el PSOE sería capaz de retener los gobiernos autonómicos que dirige ahora mismo a pesar de que recuperar lugares como Valencia era uno de los objetivos de la campaña del PP de Alberto Feijoo. Por otro lado, el PP mantiene su control en Madrid y Murcia donde podría lograr dos mayorías absolutas y podría ganar las elecciones en Cantabria.
El PSOE aparece confiado ante los medios por haber frenado las altas expectativas con las que Alberto Feijoo, líder del PP, encaraba esta primera parte del año electoral. Hay que remarcar que las elecciones del 28M están siendo leídas como la antesala de las elecciones generales de final de año, por lo que muchos movimientos responden más de cara a la segunda parte del año que a cuestiones tácticas de lo inmediato.
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Pedro Sánchez ha apostado por ir anunciando medidas del gobierno central como forma de atraer votantes al PSOE como hizo hace poco con la Ley de Vivienda , que había permanecido guardada en un cajón toda la legislatura y que finalmente ha sido aprobada para cubrir los intereses de los propietarios y sin dar una mejora real a la mayoría de la población. Si bien, sigue siendo un arma más en el terreno electoral ante una crisis de la vivienda que está siendo uno de los grandes ejes de la campaña como se ha visto en varias ciudades, como, por ejemplo, Málaga donde la cuestión de los pisos turísticos y la expulsión de la población pobre del centro de la ciudad es el centro del debate.
El PP continúa su ofensiva contra el gobierno central al mismo tiempo que vigila su relación por derecha con Vox que podría robarle votos en el próximo ciclo electoral. Si bien, formalmente es Feijoo quien está usando este proceso de trampolín para su candidatura a las próximas elecciones generales, en muchas ocasiones sigue siendo Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, quien acapara los focos mediáticos al ser la representante de la tendencia más trumpista dentro del PP. Una muestra de que quizás la defenestración de Pablo Casado no terminó de cerrar un posible debate estratégico interno en el PP.
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Vox por su parte continúa en su línea programática tras distintas polémicas y escándalos desde la salida de Macarena Olona, las constantes expulsiones y dimisiones entre sus bases provinciales y la amenaza de quedar encajados en ser la muleta del PP y poco más. La renovación de la cúpula del partido ultra que se dio tras la salida de Olona no parece haber sido el revulsivo que quizás esperaban los de Abascal. Aún así, sigue siendo significativo que puedan mantenerse como la tercera fuerza electoral.
El espacio de Unidas Podemos-Sumar continúa su guerra interna que tiene más que ver con una disputa de cara a las elecciones generales, que con verdaderas diferencias estratégicas o programáticas. Podemos lucha por no desaparecer como aparato político fuera de una minoría de cargos públicos mientras que IU apuesta por Sumar como salida a la crisis de la coalición neorreformista. Esta lucha interna que ha supuesto incluso rebeliones internas en núcleos de Podemos en Asturias o en pueblos de Madrid, responde únicamente a un proceso de negociación con Sumar en el que Pablo Iglesias quiere colocar en una posición favorable a su formación a pesar de que ha perdido gran parte del músculo electoral con el que negociar.
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Fuera de esta lucha por los sillones, quienes venían a asaltar los cielos parecen contentos con ser la muleta del PSOE y aceptar cada una de sus políticas a cambio de permanecer en el Consejo de Ministros. Tanto es así, que en realidad ya se han dado gestos de acercamiento tras meses de conflictividad con la presencia de Isa Serra, portavoz de Podemos a nivel estatal, junto a Yolanda Díaz en un acto electoral en Málaga. Condenados a entenderse para mantener el puesto, el espacio de Unidas Podemos-Sumar podría comenzar a abandonar el intercambio de pullas a nivel mediático, simplemente porque después del 28M se acercan las elecciones generales y la posibilidad de que no se repita el gobierno de coalición con el PSOE.
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Por su parte, Adelante Andalucía se juega su futuro a medio plazo en estas elecciones donde se medirá su fuerza e implantación en el territorio. Mantener la alcaldía de Cádiz parece ser una clave de todo este proceso, porque les ha llevado a romper su política de no pactar con Unidas Podemos, algo que habían mantenido en el resto de municipios, con tal de asegurarse retener el gobierno gaditano.
Estas elecciones municipales y autonómicas de mayo son el primer round entre dos proyectos defensores del legado neoliberal, ajustador y al servicio de las grandes empresas y el Régimen del 78. Desde la Corriente Revolucionaria de Trabajadoras y Trabajadores (CRT), consideramos que la clase trabajadora y la juventud no tenemos una alternativa a la que votar este 28M, como señalamos en esta declaración. Es necesario construir una alternativa de clase y socialista contra la derecha y la trampa del “mal menor”.
Roberto Bordón
Andalucía