César Barros Montero es un empresario y dirigente gremial –presidente de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile-, que estuvo en La Polar y fue parte del grupo derechista Patria y Libertad.
Natalia Cruces Santiago de Chile
Viernes 31 de julio de 2015
César Barros, en una entrevista al programa “Terapia Chilensis” de Radio Duna, hizo una férrea defensa del Ejército. Este empresario, que fue presidente de Empresas La Polar, Director de Conagra, subteniente de reserva del Ejército, integrante del directorio de la Sociedad Nacional de Agricultura, columnista varias veces de La Tercera e integrante de Patria y Libertad.
Patria y Libertad fue un grupo de ultra derecha y paramilitar, que durante los años setenta, especialmente en el gobierno de la Unidad Popular, realizó atentados, sabotajes y otras acciones contra el gobierno y los trabajadores. Entre sus militantes estuvo Pablo Rodríguez Grez y fue un activo impulsor del golpe de Estado.
Es por eso que no extrañan sus palabras, las que muestran el pensamiento empresarial y de la derecha.
“Por sus dichos los conoceréis”
Hablando sobre el caso de Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas Denegri, quiénes fueron quemados vivos por una patrulla militar, luego tirados en una zanja y posteriormente se encubrió el caso, haciendo un pacto de silencio entre militares y conscriptos para ocultar lo que pasó, Barros señaló que hubo otros casos más graves y que es inútil pedir disculpas, además que quiénes están hoy en las fuerzas armadas no tuvieron participación de los hechos.
Barros señaló que hay que valorizar a las fuerzas armadas y dar las gracias por “habernos liberado de los españoles, por haber ganado la guerra contra el terrorismo de principios del siglo XIX, por haber ganado la guerra Perú Boliviana... por haber hecho tantas cosas por Chile, incluso en los errores que pudo haber cometido, son casi todos causados por civiles”. Sobre las violaciones a los derechos humanos las califica como “errores” y temas individuales.
En el año 2014 había señalado, a propósito de las reformas impulsadas por el gobierno de Bachelet, que no había que extrañarse si volvían formulaciones como Patria y Libertad.
Los “errores” de las fuerzas armas
El discurso de la derecha, las fuerzas armas y otros sectores, fue siempre tratar de justificar las violaciones a los derechos humanos por el “contexto” y hablando de responsabilidades individuales.
Lo cierto es que se trató de una política planificada y sistemática de represión hacia los opositores, que dejó más de 3 mil personas ejecutadas o desaparecidas, más de 40 mil torturados, cerca de 300 mil exiliadas y unos cuantos miles más detenidos.
Existieron también más de mil centros de detención clandestinos a lo largo del país, algunos de ellos como centros de exterminio (Villa Grimaldi, José Domingo Cañas), campos de concentración (Chacabuco, Isla Dawson), etc., incluyendo a instalaciones de las propias fuerzas armadas, tanto del ejército, fuerza aérea, armada y carabineros.
Entre las formas de tortura que usaron tanto agentes de los organismos de inteligencia, como la DINA y CNI como integrantes de las fuerzas armadas, estuvo las golpizas reiteradas (incluyendo cadenas, puños, pies, otros objetos); heridas con corvos y cuchillos, colgamientos de manos y pies, violación, violación con perros, uso de electricidad en distintas partes del cuerpo, asfixia, simulacros de fusilamientos, abusos sexuales de todo tipo (incluyendo introducir ratones en la vagina de detenidas), amenazas a sus familias, humillaciones, entre otras cosas.
Foto: The Clininc