En Mar del Plata, casi 1500 empresarios discuten el comienzo de un nuevo ciclo de negocios. A los candidatos les exigen concesiones para ellos y ajustes contra los trabajadores. Scioli, Macri, Massa y Stolbizer fueron al evento a ofrecerse como gerentes de los dueños del poder. Nicolás del Caño no participa.

Fernando Scolnik @FernandoScolnik
Viernes 16 de octubre de 2015
El Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (IDEA) de este año es récord en cantidad de asistentes, y tiene un clima especial de fin de ciclo.
Más de 1400 hombres de negocios se inscribieron para participar del evento. Representan a empresas tales como Cargill, Monsanto, Walmart, Carrefour, PAE, Shell, Coca Cola, Molinos, Bayer, bancos nacionales y extranjeros, entre muchísimas otras.
Según algunas estimaciones, los socios del coloquio representan en total a un 50% del PBI argentino. Son los dueños del poder.
La expectativa, es grande. A 9 días de las elecciones del 25 de octubre, todos ellos se preparan para el comienzo de un nuevo ciclo de negocios. Según una encuesta realizada entre 178 ejecutivos por D´Alessio Irol, para IDEA, es la primera .vez desde 2010-2011 que las expectativas de los empresarios son positivas para el siguiente-año.
¿Por qué son optimistas los empresarios? Confían en que quien gane la presidencia se encargará de que el agotamiento del modelo económico actual sea resuelto con fabulosos negocios para ellos y un ajuste que paguen los trabajadores, la salud, la educación.
Tienen motivos para creer eso: Scioli, Macri, Massa y Stolbizer desfilan estos días ante ellos en el Coloquio de IDEA buscando el apoyo de los hombres del poder. Nicolás del Caño del Frente de Izquierda le dio la espalda a esta reunión.
Los ataques que preparan
Ante una economía nacional escasa de dólares, los empresarios condicionan sus inversiones a que haya “reglas de juego claras, políticas públicas pro inversión y la eliminación de impuestos distorsivos”, a la vez que un alto porcentaje muestra preocupación por la “cuestión salarial”.
En palabras de Jaime Campos, titular de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), en una entrevista a La Política Online, también se trata de "recuperar el financiamiento externo, lo que implica sentarse a negociar con los holdouts y llegar a un acuerdo".
El lenguaje es claro: para invertir piden garantías de mayores ganancias, incluyendo una mayor explotación de los trabajadores. Lo reconoció así incluso el diputado kirchnerista Héctor Recalde: “en el coloquio los empresarios le van a plantear a Scioli una nueva reglamentación laboral para el sector privado, y esto es flexibilización laboral”. Omitió decir que el candidato del Frente para la Victoria está bien dispuesto a llevar esa agenda adelante.
El ajuste, dicen muchos en Mar del Plata, no se puede hacer “gradualmente”, como dicen en sus discursos Scioli o Massa para no perder votos.
Cristiano Ratazzi, de FIAT, lo explicó así al diario La Nación: "La inflación es una droga pesada cuyos efectos no se curan con una simple aspirina. A ver: ¿si tenés un atraso tarifario de 100%, vas a subir tarifas 10% durante diez meses? Es absurdo: esto no se arregla de a pedacitos."
Por su parte, Julián de Diego, abogado laboralista cuyo estudio trabaja con más de 1600 empresas, anunció despidos: “Hoy todas las empresas están en proceso de reestructuración. Lo hacen con un perfil bajo, pero con metas concretas que en promedio implican reducciones del 6 al 10% de sus plantillas”.
Según María Laura Cali, directora de SEL Consultores, “un 10% de las empresas sigue esperando disminuciones en su planta de personal para los próximos meses”.
En La Izquierda Diario ya denunciamos también que para Julián de Diego es necesario aumentar la productividad laboral (es decir, aumentar la explotación), y para eso atacar a los “delegados gremiales fuera de control”, para que no haya “estorbos” para ese objetivo.
El plan de los empresarios es claro, y cuentan con el apoyo de los principales candidatos a la presidencia. El Frente de Izquierda apuesta a conseguir una gran votación el 25 de octubre, que sea un fuerte mensaje de que no estamos dispuestos a pagar los costos de la crisis. También, para conquistar nuevos diputados que sean puntos de apoyo para las luchas; y construir una gran fuerza militante en los lugares de trabajo, de estudio y en los barrios para enfrentar sus planes de devaluación, tarifazos, despidos y precarización laboral.

Fernando Scolnik
Nacido en Buenos Aires allá por agosto de 1981. Sociólogo - UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001.