La iniciativa privada a través de la Cámara Nacional de Autotransporte se ha hecho parte de las tareas de distribución y abastecimiento en la lucha contra el huachicoleo, más de 3 mil unidades a disposición del organismo coinciden con la militarización de casi toda la rama petrolera.
Martes 15 de enero de 2019
En este episodio de enfrentamiento por parte del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador contra el huachicoleo el desabasto en varios estados ha hecho que la estrategia de distribución y abastecimiento por parte de Pemex y la rama petrolera se muestren insuficientes para realizar esta tarea.
Es por esto que la Cámara Nacional de Autotransporte (Canacar) que representa la iniciativa privada se vuelva parte de esta modificación que hoy se encuentra abasteciendo ya a 6 estados de la república.
A solo una semana de que iniciara esta operación en Petróleos Mexicanos, miles de usuarios han manifestado sus preocupaciones y dudas con respecto a los efectos, inmediatos y a mediano plazo de esta situación, entre ellas el desabasto caracterizado por las largas filas y el cierre (temporal) en decenas de gasolineras, hasta el supuesto colapso de zonas en distintos estados como Guanajuato.
En base a esto es que la nueva operación Pemex-Canacar fue recibida con recelo por parte de los trabajadores sindicalizados, principalmente los conductores. Hablan de un caballo negro en la participación de la institución patronal, aunque la situación imposibilita la alternativa de rechazar la "ayuda".
Los directivos de la Canacar hicieron el hincapié en que la colaboración estaba condicionada a una "mayor seguridad" por parte del gobierno federal a todas las operaciones que se realizaran en este plan, la militarización que comenzó en lo centros de producción de Pemex se extendió a las principales rutas de abasto.
Más de 8 mil policías federales y casi mil quinientos vehículos son el respaldo inicial que concedió el gobierno a las concesionarias. El refuerzo de la militarización de la producción y la distribución de combustible ha sido el elemento que destaca durante la administración de López Obrador, un esfuerzo para relegimitar la presencia de los militares en las calles, tan repudiados durante el gobierno de Peña Nieto.
Especialistas señalan que el tiempo máximo para que esta situación no tenga repercusiones graves es de dos semanas. Es decir que ya ha pasado casi la mitad del tiempo transcurrido desde que inició esta "cruzada".
Mientras tanto, distintos medios han mostrado las preocupantes imágenes de accidentes por parte del transporte irregular de gasolina así como más caso de robo con uso de violencia por parte del crimen organizado.
La confianza en la estrategia de López Obrador se mantiene en un nivel considerable (cerca del 80%). Sin embargo, a medida que pasan los días y surgen nuevos elementos como las denuncias y tensiones por parte del Partido Acción Nacional se debilitan y dificultan los escenarios posteriores a la ya difícil situación de combustible en el país.
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Jesús Pegueros
Estudiante de la Facultad de Economía de la UNAM