La CRT pedimos el voto a la CUP en Catalunya en las elecciones generales del 10N y el voto nulo por Catalunya en el resto del Estado.
Jueves 31 de octubre de 2019
La Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras llamamos a votar a la CUP en Catalunya. En el resto del Estado a emitir un voto nulo en solidaridad con Catalunya con una papeleta contra la represión, por la amnistía y el derecho a decidir.
Todos los actores del régimen presionan por un gobierno estable y de “orden”. Quieren cerrar por arriba la "crisis orgánica" del Régimen del 78, imponiendo como nuevo candado el marco autoritario de la sentencia del procés y la escalada represiva contra el independentismo y los derechos democráticos.
El pueblo catalán, con la juventud a la cabeza, nos hemos resistido a esta restauración reaccionaria. Hemos vivido jornadas de huelgas, cortes de carretera, manifestaciones masivas y resistencia a la violencia policial.
El Govern y los partidos -ERC, PDECAt y JxCat- que en 2017 nos mandaron a casa, nos reprimen ahora en las calles y han hecho subir la cifra de presos políticos a 40. Son los mismos que llevan décadas gobernando para las grandes empresas y lo siguen haciendo, como con la Ley Aragonés que pretende privatizar los servicios públicos esenciales.
El procesisme y sus partidos están cuestionados y se abre la oportunidad de construir una hoja de ruta desde la clase trabajadora, la juventud y los sectores populares.
La izquierda del “cambio”, desde Unidos Podemos hasta los Comunes, han pasado de la equidistancia a fijar como único horizonte el cogobierno con el PSOE del 155, el IBEX35 y la precariedad laboral. Por eso llaman a acatar la sentencia, criminalizan las protestas y justifican las intervenciones policiales de estas semanas.
La CUP ha sido la única formación de las que se presentan que ha dado un apoyo incondicional a estas movilizaciones y se ha negado a caer en la criminalización de la juventud. Ha denunciado la represión del Govern y sus partidos, exigiendo la dimisión de Buch, la disolución de la BRIMO y la expulsión de los policías que han dejado más de 600 heridos.
Su objetivo es bloquear e impugnar el intento de cierre reaccionario por arriba de la crisis del régimen, defendiendo tres ejes programáticos: el derecho de autodeterminación, la amnistía y los derechos sociales. Lo que los separa de la lógica del “mal menor”, que comparten tanto la izquierda del “cambio” como los partidos del procesisme catalán.
La izquierda independentista tiene la oportunidad y la responsabilidad sacar todas las lecciones del 2017 y de este segundo otoño catalán. De construir una alternativa política desde la juventud, la clase trabajadora y los sectores populares, que nos permita desarrollar la autoorganización obrera y popular. Que no reedite las viejas alianzas con el procesisme y sus partidos.
Que se dirija también a la izquierda del Estado español que ya no se cree la cantinela del PSOE como “mal menor”, para construir una izquierda anticapitalista y de la clase trabajadora, que se prepare para enfrentar el próximo gobierno y conquistar la amnistía, el derecho a decidir y poder abrir procesos constituyentes donde decidirlo realmente todo.