Despidos masivos, cierres de fábricas, pueblos fantasmas y persecución antisindical. Esa es la vida del trabajador y la trabajadora en el Departamento. Aquí la Campaña de la izquierda anticapitalista.
Viernes 28 de junio de 2019
La desigualdad en Colonia es una constante en todas las localidades del Departamento. Desde hace un tiempo ya que quienes viven en Colonia del Sacramento han sufrido un aumento de la tarifa de UTE que corresponde al tendido y mantenimiento del alumbrado público. Pero resulta que los barrios como el General y otros no cuentan con este servicio básico, por lo que lo pagan sin utilizarlo.
Claramente esto fue una maniobra para que los barrios pobres terminen financiando inversiones en el resto de la ciudad, una clara injusticia social.
En Colonia del Sacramento se desarrolla una impresionante burbuja inmobiliaria que impacta sobre el precio de las propiedades y de los alquileres. Para las familias trabajadoras se les hace cada vez más difícil pagan el alquiler y se ven empujados a abandonar la ciudad y mudarse a otras localidades. Mientras esto sucede, la ciudad es utilizada como una gran plaza para el negocio inmobiliario con la instalación de cadenas hoteleras internacionales, emprendimientos constructivos de gran porte financiados por bancos y grandes grupos de inversión. Estos son los ganadores, mientras se expulsa y margina cada vez más a la población trabajadora.
Con el cierre de FANAPEL no solo se perdieron unos 300 puestos de trabajo. Juan Lacaze se convirtió en un pueblo fantasma ya que el resto de las actividades comerciales descendieron, y hoy es considerado “zona roja” en el Departamento. La miseria y la marginalidad son el resultado de la no intervención estatal y la lógica de que el empresario puede irse cuando quiera. Cuando el presidente Tabaré Vázquez concurrió a Juan Lacaze las dijo a los trabajadores que se “quedaran tranquilos” que en unos años la localidad recibiría de inversión extranjera.
Antes había ocurrido lo mismo con ECOLAT donde también se perdieron unos 300 puestos de trabajo, y donde se ha permitido que los grupos extranjeros se vayan del país dejando un tendal de desocupación a su paso, familias enteras que terminan sumergidas en la pobreza y la falta de perspectivas.
López Mena viene descargando toda su furia contra los trabajadores y trabajadoras de BUQUEBUS organizados en su sindicato. Este empresario es tan antiobrero que pretende desbaratar toda la organización sindical a la vez que ejerce una política de extorsión exigiendo que los trabajadores acepten una rebaja salarial a cambio de que no se despida al personal. Es un chantaje sin límites que el Ministerio de Trabajo debería condenar ejemplarmente y no lo hace. Claro, no solo López Mena es amigo del Frente Amplio sino que lo tratan entre algodones porque es el que garantiza el mayor servicio de transporte entre Uruguay y Argentina. Si hasta le mandaron a la policía cuando las trabajadoras hicieron piquetes para obstruir el servicio de transporte y fueron maltratadas y reprimidas. Las fuerzas represivas están claramente para defender la propiedad privada de estos pulpos empresarios.
¡Basta de despidos y suspensiones! Que se exija la apertura de los libros de contabilidad para aquellas empresas que aducen pérdidas, para ver dónde está el verdadero curro.
Desde la Corriente de Trabajadores por el Socialismo en la Lista 1917 proponemos que toda empresa que cierre o despida sea ocupada por sus trabajadores y trabajadoras y puesta a producir bajo control obrero. Y que se estatice la unidad productiva o de servicios para brindar un fin social.
El gobierno nacional y el departamental han mantenido buenas relaciones con los empresarios de la zona (en realidad los del gobierno departamental son los mismos empresarios) permitiendo que desarrollen una política antisindical como por ejemplo en la rama del turismo y la hotelería, donde se prohíbe la afiliación y se persigue a quienes se organizan, o como en la industria gastronómica donde es terrible la flexibilización laboral.
En fábricas como Yazaki, el 30 % de la plantilla laboral cae sistemáticamente en licencias por enfermedad producto de los ritmos terribles de producción y la forma de trabajo que “rompe” literalmente los cuerpos de las personas que allí trabajan, mayoritariamente mujeres.
Ya gobernaron todos, ahora que gobiernen los trabajadores
Frente a los candidatos que protegen a los capitalistas, la Lista 1917 en Colonia lleva a Rafael Fernández, un trabajador bancario, como candidato a presidente, planteando una alternativa anticapitalista frente a la prepotencia patronal.
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