Esta tarde, el movimiento de mujeres realizó una movilización que finalizó con un pañuelazo en la Casa Histórica de la CGT Córdoba.
Martes 10 de julio de 2018 22:24
Después de las declaraciones de la mesa directiva de la CGT manifestando que las obras sociales “no están en condiciones de cubrir la práctica del aborto legal”, el repudio se extendió rápidamente en el movimiento de mujeres, del cual forman parte las mujeres trabajadoras.
El rechazo obligó a la central a emitir un comunicado que planteaba que “respetarán lo que decida el Congreso” y luego, por medio de su se secretaria de Género de la CGT, a decir que están de acuerdo con la despenalización. Lo único que lograron fue echar más leña al fuego a la furia de las mujeres que vienen peleando por el aborto legal, seguro y gratuito.
La respuesta fue un pañuelazo realizado frente a la sede central de la CGT en Azopardo 802, que se replicó en distintos puntos del país.
Ver también: Pañuelazo por el derecho al aborto en la sede de la CGT
En Córdoba, más de 500 personas, en su mayoría mujeres, se movilizaron desde el Patio Olmos, donde había planificado con anticipación un pañuelazo, hasta la sede histórica de la CGT. Allí se realizó un pequeño acto donde hablaron las organizaciones presentes.
Una de las compañeras que habló fue Romina Molina, docente de historia, que la semana pasada fue despedida de una institución católica por haber utilizado el pañuelo verde por el derecho al aborto. Romina contó su situación y pidió el acompañamiento de las organizaciones presentes. “El aborto tiene que ser ley y no podemos seguir sufriendo esta discriminación ideológica en las instituciones educativas”.
Cecilia Ruiz, docente, militante del PTS y Pan y Rosas, agregó que la Iglesia está realizando una persecución impresionante a docentes y estudiantes, tanto en instituciones confesionales como públicas. “La semana pasada, la Iglesia salió con toda a pronunciarse en contra de un pañuelazo organizado en la UEPC. Es muy importante que nos organicemos en todos los lugares de trabajo y de estudio para impulsar la organización contra esta persecución y para exigir la separación de la iglesia del estado. Como trabajadoras de la educación exigimos también a las conducciones sindicales que llamen a un paro contundente el 1 y el 8 de agosto para ayudar a la movilización masiva para que se apruebe este derecho de las mujeres en el Senado”.