La toma de tierras en El Bolsón es hoy expresión de la profunda desigualdad que la pandemia puso de manifiesto. Las políticas provinciales no hacen más que criminalizar a las familias para buscar desalojarlas. Este sábado habrá una colecta solidaria para enfrentar la política represiva de JSRN.
Viernes 23 de octubre de 2020 02:38
El pasado 6 de octubre, los vecinos de la toma en El mirador del Azul tuvieron una audiencia con el Municipio, con mediación del Juez de Paz de El Bolsón, Marcelo Musillo. La razón del mismo fue el amparo ambiental interpuesto por el Municipio al que dio lugar Musillo, y que se tramita en la Cámara Federal de Roca.
Allí la municipalidad ofreció la reubicación sin definir donde pero anunciando que filtrarían a las personas que recibirían una respuesta de acuerdo a un relevamiento que haría la propia municipalidad. Sin embargo, la disposición del Juez federal Zapata impide el ingreso y egreso de la toma. El mismo intendente Bruno Pogliano y el Ministro de Gobierno y Comunidad de la provincia Rodrigo Buteler fueron impedidos de ingresar hace poco más de un mes.
Pogliano y varios medios locales hicieron una feroz campaña hablando del “daño ambiental de la toma. Desde LID pudimos comprobar que no ha habido talas semejantes en el predio ocupado y se probó que las fotos que hicieron circular por redes en la convocatoria a la “marcha contra las tomas”, eran de otro lugar. Mientras tanto la tala ilegal en inmediaciones de la toma continúan alegremente sin generar ninguna preocupación del ejecutivo local.
Mientras tanto,el freno al desalojo que implicó la medida del Juez Federal Zapata, se ha vuelto una herramienta útil a la estrategia de estrangulamiento de las tomas que sostiene el gobierno provincial. “La política del gobierno es buscar dividirnos, haciendo imposible las condiciones de vida acá para que nos vayamos”, relata una de las voceras de la toma. Y ciertamente, sin poder ingresar alimentos o materiales para construir mas no sea un precario habitáculo para pasar las noches o la lluvia, las familias sobrellevan precariamente la vida cotidiana. Incluso la PSA ha derribado de forma “expeditiva”, ya que no existía orden judicial para ello, algunas precarias construcciones.
Sin poder circular libremente desde y hacia la toma por el control de la PSA, los vecinos denuncian que hoy escasea lo más elemental para la vida cotidiana como el agua potable. “En el marco de una pandemia como al actual ni siquiera tenemos posibilidades de higienizarnos, y la situación sanitaria es algo que nos preocupa mucho.” Continúa la vocera.
Hace algún tiempo a pedido de los vecinos de la toma, Musillo solicitó al municipio la instalación de un puesto sanitario a cargo del Hospital local, pero el pedido no tuvo eco. La dirección del Hospital, alineada con JSRN, se negó. Hoy con el conflicto que atraviesa salud en toda la provincia, y en el Bolsón en particular, la unidad entre quienes luchan por su derecho a la vivienda y quienes pelean por la salud pública es fundamental para que triunfen ambas luchas.
Que mejor que la causa de enfermeros y personal de salud pública sea tomada por quienes son destinatarios inmediatos de su esmerado trabajo: los sectores populares mas golpeados por esta crisis sanitaria, económica y social. Y de entre ellos, quienes se plantan a dar pelea por un derecho elemental como es la vivienda.
A pesar de todas las carencias y limitaciones, la vida cotidiana busca abrir paso a las necesidades mas sentidas dentro de la toma, buscando superar la precariedad impuesta mediante la solidaridad. “Estamos impulsando un merendero y espacio recreativo para los niños y tratando de organizar ayuda para los chicos que están cursando virtualmente. Todo esto lo estamos bancando con ayuda solidaria porque aún no ha llegado nada desde ninguna instancia de gobierno.”
Empujadas por el hacinamiento o la falta de trabajo, las familias salieron a tomar este pedacito de tierra para escapar de la miseria y soñar con un futuro mejor, una casa propia. “La situación hoy para nuestras familias es comer o vivir, y para nosotros se trata de comer y vivir”.
Por ello, este sábado 25 de octubre desde el PTS Comarca Andina se impulsa una colecta solidaria para los vecinos de la toma, buscando rodear de solidaridad las ollas populares, el merendero y todas las iniciativas que hacen a resistir el ataque del gobierno a esta lucha.