La variante delta supuso más del 93 % de los nuevos casos de covid-19 en Estados Unidos durante las dos últimas semanas de julio, de acuerdo a los datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Jueves 5 de agosto de 2021 11:50
La mutación delta del virus y sus diferentes subvariantes estuvo detrás del 93 % de los casos que fueron secuenciados en las dos últimas semanas de julio en Estados Unidos.
Incluso hay estados con bajas tasas de vacunación, como el medio oeste donde se ubican Kansas, Iowa y Misuri, entre otros, donde ese porcentaje es superior y alcanza el 98%.
Como se puede ver en el siguiente gráfico publicado por el New York Times en los últimos 14 días los contagios aumentaron un 139 % y las muertes un 49 %. En los mapas se refleja que los estados más afectados son también aquellos con menos cantidad de personas vacunadas. A excepción de Florida donde a pesar de la vacunación el Gobierno local no toma ninguna medida de prevención mientras que eliminó todas las restricciones y abrió por completo la actividad económica produciendo una nueva escalada de casos.
Hace dos semanas, la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, afirmó que la variante delta era culpable del 83% de los casos secuenciados de covid-19 en el país.
A finales de mayo, esa mutación solo suponía el 3 % de los nuevos contagios de la enfermedad, mientras que la mutación alfa era la dominante y causaba el 69% de las nuevas infecciones.
Actualmente, según los CDC, la variante alfa (la original) únicamente supone el 2,9 % de los nuevos casos.
Hace solo un mes el optimismo sobre la proximidad del fin de la pandemia reinaba en EE. UU. por la efectividad de las vacunas, pero la expansión de la variante delta y el estancamiento de la campaña de inmunización suscitan preocupación.
En los dos últimos días, el número de hospitalizaciones ha llegado a niveles que no se veían desde febrero pasado y se han triplicado respecto al último mes.
EE.UU., el país más afectado por la pandemia, llega ya a los 35,2 millones de casos y a más de 614.000 fallecidos por covid-19, de acuerdo al recuento de la Universidad Johns Hopkins.
Los datos de los CDC indican que hasta ahora el 57,9% de su población ha recibido una dosis de la vacuna, frente al 49,7% al que se le ha administrado la pauta completa.
Sin embargo, como lo demuestran múltiples estudios la vacunación sola no es suficiente si no se toman otras medidas de rastreo y seguimiento para nuevos casos, sobre todo ante la extensión de la variante delta o incluso la aparición de nuevas variantes. Pero sobre todo, es imposible pensar en un horizonte hacia una pospandemia sin avanzar en un plan masivo y coordinado de vacunación a nivel no local sino mundial. Y la única forma de lograr esto es liberando las patentes de las vacunas y permitiendo su producción en todos los laboratorios y países con capacidad de hacerlo.
Pero hasta ahora tanto las principales potencias que están detrás de los grandes laboratorios como así también la OMS, OMC y el FMI que vienen de alertar sobre la escasez de vacunas en los países más pobres y la posibilidad de que esto redunde en nuevas variantes más peligrosas, han privilegiado las ganancias de las empresas por sobre la salud de la población mundial, negándose a liberar las patentes.
Esta irracionalidad capitalista es la que está detrás de la extensión de la variante delta y del posible surgimiento de nuevas variantes. Hoy, lejos de pensar en liberar las patentes las principales potencias están discutiendo dar a su población una tercera dosis de las vacunas, entrando así en una nueva espiral de acaparamiento de las mismas mientras que los países más pobres ni siquiera han comenzado el proceso de vacunación o se mantienen en tasas muy bajas y riesgosas.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario