Los trabajadores se plantaron contra las 350 suspensiones arregladas por el sindicato y la patronal, y dio un salto la pelea por los puestos de trabajo. Se puede continuar con la fuerza mostrada hoy.
Miércoles 8 de marzo de 2017
El día después de que miles y miles de docentes colmaran las calles de Buenos Aires reclamando salario, y al mismo tiempo que miles de trabajadores llenaban las calles en Capital Federal y exigían a la CGT un paro inmediato frente a los despidos y suspensiones, en Rosario los trabajadores suspendidos de la General Motors de Alvear realizaron una muy importante jornada de lucha. Luego de ir a la fábrica a reclamar una asamblea, marcharon ruidosamente al Concejo Municipal. Junto a sus familias, organizaciones gremiales y políticas que los acompañaban, exigieron a los concejales que tomen cartas ante la grave situación en la que están. Los medios de prensa tuvieron que dar cuenta del justo reclamo de los trabajadores, mientras el sindicalista vendido del SMATA, justificaba las suspensiones y admitía lo que denuncian los obreros en lucha: que son despidos encubiertos.
Una nueva jornada de lucha para los obreros de la automotriz, que finalizó con un compromiso de los funcionarios municipales, el día jueves se presentarán en la puerta de la planta para exigir una respuesta ante los posibles despidos. Así acordó la Comisión de Lucha en la sede del Concejo, tras una intensa charla donde los trabajadores contaron que hoy están suspendidos y que posiblemente en noviembre sean despedidos por la empresa. Además, describieron las penurias que pasan cotidianamente por los terribles ritmos de explotación, y como son ahora “descartados”. “Somos contados con una mano los que estamos enteros”, dijo un obrero graficando el maltrato que tiene la multinacional, y la epidemia de “rotos” que hay en GM, que no solo los exprime hasta la última gota sino que ante una baja en las ventas los quiere conformar con una indemnización, como si no siguiesen ganando fortunas.
Los trabajadores de General Motors en el Concejo Deliberante
Los funcionarios no paraban de sorprenderse. El extremo, casi cómico, fue el concejal Juan Monteverde, que les propuso que vayan al sindicato a reclamar que se ponga al frente, a lo cual una trabajadora le contestó “pero ellos están del mismo lado que la empresa”, en relación al Sindicato Metalmecánico. Insólito que haya que aclarar esto.
La lucha es por las reincorporaciones
Lograr este respaldo fue un gran triunfo de la organización de los trabajadores. Este mismo camino siguieron los trabajadores de Liliana cuando lograron el pase a planta permanente del 100% de los trabajadores. Lograron el apoyo de diputados, sindicatos, concejales. Pero la clave, siempre, fue la unidad y la lucha de los trabajadores. Solo así se logra el apoyo. En aquel momento contra despidos antisindicales, ahora contra estas suspensiones truchas. Hay que seguir en las calles, continuar buscando la unidad con los trabajadores de adentro, tomar medidas audaces que molesten a la empresa y obliguen al gobierno a internenir.
Justamente: la lección de todas las luchas previas es que la lucha en las calles es fundamental para que las autoridades, como el gobernador Lifstchiz que cada día se parece más a sus amigos de Cambiemos, se haga cargo de lo que significa este atropello de la patronal de General Motors. La provincia de Santa Fe no se queda afuera del ajuste que Macri y los gobernadores quieren descargar sobre los trabajadores y ante esto, es necesario ponerle un freno a los despidos. Hoy, otra multinacional pretende arreglar con una suma de pesos para que abandonemos la pelea. Recientemente sucedió con empresas como ArZinc en Beltran, Acindar Rosario, entre muchas otras fábricas que dejaron a obreros en la calle. En General Motors hay que decir: BASTA. Todos los trabajadores tienen que volver a sus puestos de trabajo. Basta de despidos.
Una dura lucha, que se puede ganar
Podemos retormar las banderas de lucha de los trabajadores de Lear que durante meses cortaron la Panamericana para defender sus puestos de trabajo cuando el mismo SMATA los entregaba. Organismos de Derechos Humanos y organizaciones sociales, políticas, fueron parte de aquellas jornadas donde ni la Gendarmería le puso freno a la organización de los compañeros. En esa lucha se demostró que derrotar a las multinacionales en acuerdo con el SMATA es un desafío difícil, que implica esfuerzos redoblados. Por eso hay que convocar a las docentes, a los sindicatos y a todas las organizaciones políticas a apoyar el reclamo, que no es el de aumentar el precio de cada trabajador mientras se aceptan despidos, sino el de preservar los puestos de trabajo.
Es necesario continuar el camino que se mostró este martes, haciendo oír la voz del conflicto. Por ejemplo, exigiendo al Ministerio de Trabajo de la Provincia que dé una respuesta y que no mire para otro lado como lo demostró hoy, que ante el llamado de los concejales dijo que “no estaba al tanto de la situación”, una vergüenza que deja en clara la posición del gobierno del Partido Socialista ante las suspensiones. Vergonzoso.
Un día de la mujer combativo y de lucha junto a los trabajadores de GM
En la jornada por el día de la mujer, los trabajadores y trabajadoras marcharán con sus familias, y harán visible esta pelea que debe extenderse, como una de las principales de la zona. Es una gran decisión, para confluir con todo el movimiento de trabajadores, de mujeres y de la juventud y que se escuche bien fuerte: los trabajadores de GM deben triunfar. Todas las organizaciones deben comprometer su apoyo a esta lucha. El PTS en el Frente de Izquierda se pone enteramente a disposición.