Magisterio. En Guerrero también se impone el regreso a clases presenciales

A partir del lunes 4 de octubre, en Guerrero se impuso una supuesta “normalidad” con el semáforo verde. El gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, comentó el fin de semana que las clases ya pueden ser presenciales, obviamente sin garantizar condiciones sanitarias seguras.

Sin embargo, los maestros pertenecientes a la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) afirmaron que el regreso a clases en Guerrero se dará hasta que la Secretaría de Educación de Guerrero entregue insumos de limpieza a todas las escuelas del estado, para evitar que los padres de familia y alumnos se contagien. Además mencionaron que a grandes sectores de la población les falta vacunarse. También varias escuelas han reportado fallas en su infraestructura por el temblor del pasado 7 de septiembre, pero las autoridades han ignorado el problema.

De acuerdo a la Secretaría de Educación Estatal, el lunes regresaron a clases presenciales mil 63 escuelas en la entidad. De ellas, 144 pertenecen a Acapulco y se plantearon dos modalidades: híbrida y presencial. Así, la Sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) detalló que sólo 35 escuelas de nivel básico en todo el municipio de Acapulco retomaron las clases presenciales.

¿Qué hacer ante este regreso forzado?

Las maestras y maestros, en conjunto con los padres y las madres de familia, debemos de seguir cuestionando y organizarnos para exigir al gobierno y a la SEP un verdadero regreso seguro, con todas las condiciones como: escuelas con infraestructuras seguras y todos los servicios básicos (luz, agua, drenaje, internet, etc.), buen mobiliario, salones amplios con buena ventilación, grupos reducidos de no más de 14 alumnos como lo recomienda la OCDE, insumos básicos de protección, limpieza y sanitización. Además de servicio médico y psicológico en cada escuela, pruebas gratuitas de covid para detectarlo tempranamente. Igualmente, es necesario exigir que toda la población, incluyendo a los menores de edad, sea vacunada.

Necesitamos construir un gran movimiento nacional con otros sectores de trabajadores para imponer un regreso seguro y enfrentar los ataques contra el sector educativo. Consideramos que la CNTE, como referente histórico de lucha, debe abandonar la confianza en las mesas de negociación con el gobierno y llamar a todos los sectores educativos a sumar fuerzas, como se viene haciendo desde el Movimiento Nacional por un Regreso Seguro.

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