La movilización fue convocada por organizaciones feministas. Marcharon desde la Comisaría de la Mujer hasta el Palacio Municipal y culminaron en el Consejo Deliberante donde entregaron una nota con un pliego de denuncias y un petitorio.
Miércoles 17 de febrero de 2021
Las movilizaciones que exigen justicia por Úrsula Bahillo se replicaron durante todo el miércoles en todo el país. La organización Ni Una Menos convocó esta tarde a las 17 a una concentración en Tribunales ante el femicidio de la adolescente en el marco de que cada 20 horas en nuestro país una mujer es asesinada sólo por ser mujer.
Moreno no fue la excepción y se realizó una movilización que durante el mediodía recorrió los principales puntos políticos de la ciudad. En la marcha se podían leer carteles que señalan la responsabilidad del Estado ante los femicidios.
En las afueras del Concejo Deliberante, las convocantes leyeron un documento que remarcaba que "un Estado que declama pero no hace y que inaugura una Secretaría de géneros aunque vacía de políticas integrales y de presupuestos acordes, es un Estado cómplice de las violencias y de los femicidios”.
En este sentido, señalaban que “a nivel local, la política pública deja mucho que desear. Desde el Municipio hasta el momento se gestionaron 5 Programas Potenciar y 3 pulseras electrónicas para violentos. Con una población de 600 mil habitantes y con la magnitud del problema de las violencias de nuestro distrito, esto parece una burla”.
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La Red Feminista de Moreno presentó un petitorio dónde denuncia la negligencia y lento accionar del municipio que gobierna Mariel Fernández y exigen la prórroga de la Emergencia Pública en materia de Violencias por razones de género, la convocatoria al Comité de Crisis y la implementación de la ESI y Ley Micaela.
En el año 2020 en Moreno hubo 10 femicidios. Cuando sucedió el de Ludmila Pretti y sus amigos y familiares se acercaron a la comisaría de la localidad de Francisco Álvarez, fueron recibidos con represión por parte de ésta.
Para enfrentar y pararle la mano a la violencia machista, las mujeres tenemos que organizarnos en nuestros lugares de estudio, de trabajo, en nuestros barrios y no abandonar las calles. Y tenemos que exigirle y arrancarle al Gobierno un plan de Emergencia basado en el no pago de la deuda externa. Ese dinero se debe utilizar para un presupuesto para la creación de refugios suficientes, atención psicológica y para nuestros hijos, licencias pagas en los lugares de trabajo.