Resistencia Obrera. "En Río Tercero hay una planta que no se cierra, ningún despido, todos adentro..."

Una nueva audiencia en la Secretaría de Trabajo de la provincia, una nueva jornada de lucha, largas horas haciendo el aguante. Los bombos y redoblantes no paran de sonar junto a cantos, gritos, bombas de estruendo. Son más de 50 días de lucha, más de 50 días de acampe en Río Tercero, movilizaciones, asambleas, cortes.

El secretario gremial del sindicato, Lucas Felici, sale a la puerta y anuncia que los representantes de la empresa Petroquímica, que es dueña también de la firma de colchones Piero, ofreció 23 reincorporaciones pero bajo otro convenio. La "oferta" fue rechazada por el gremio que pelea por la vuelta al trabajo de los 125 despedidos con el mismo convenio. Pero la noticia es tomada con entusiasmo porque la empresa empezó a negociar reincorporaciones y se sabe que es gracias a esta lucha tenaz. Cuando se anunciaron los despidos se ofreció el 50% de la indemnización, luego el 100% y ahora se abre la posibilidad de reincorporaciones.

Desde aquel primer corte en la avenida General Savio de Río Tercero fue mucho el camino recorrido. Dos movilizaciones masivas en la ciudad, participación en marchas, asambleas y festivales universitarios, cortes de ruta, acciones y ollas populares en el Concejo Deliberante, escraches a funcionarios provinciales y nacionales, movilizaciones por la ciudad de Córdoba. Una acción de los compañeros del sindicato de químicos junto a los trabajadores despedidos que no bajan los brazos, que están dando un ejemplo en la provincia sobre cómo enfrentar los despidos.

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La lucha de los trabajadores de "la Petro" genera simpatías en la población de la ciudad. La defensa de los puestos de trabajo es la defensa de la economía local, de Río Tercero como ciudad industrial.

Estas semanas no sólo fueron de lucha, sino de experiencia política para decenas de trabajadores.

Muchos compañeros nos cuentan que votaron a Milei cansados de la inflación, creyendo en que iban a ajustar a "la casta". Se arrepienten, ven en el gobierno nacional un enemigo de los laburantes, pero no es distinto con el resto de los partidos tradicionales. Los concejales locales les dieron la espalda, aparecieron al principio sólo para "la foto". Lo mismo la CGT que que está con Llaryora que les negó la palabra el día que vino Milei a Córdoba. Uno de los despedidos relata: "nos dicen que los trabajadores no quieren luchar, pero ni siquiera acompañan los dirigentes, vienen dos con una bandera y se van al toque. Sólo la izquierda acompaña y está siempre".

"A dónde está, que no se ve..."

El relato y el lamento de la dirigencia de la CGT local es el mismo de siempre: "las bases no quieren luchar", "todavía apoyan a Milei", "si salimos a la calle nos mostramos débiles " y un sinfín de excusas. Son estas excusas, las mismas razones por las que gran parte de los trabajadores le han dado la espalda a conducciones sindicales burocráticas. Siempre hay una razón para no pelear, para no defender los derechos y las conquistas de los trabajadores.

Pero en este caso, ninguna de las dos CGTs de Córdoba fueron capaces de convocar aunque sea una marcha de cuerpos orgánicos para apoyar a los químicos, ni siquiera un gesto demagógico.

"Las bases", como dicen ellos, no salen a la calle porque no son convocados, porque los mantienen divididos, porque son cómplices de los gobiernos de turno.

La imagen del miércoles 20 de noviembre fue gráfica para muchos compañeros de "la Petro".

Mientras viajabamos a Villa María para un corte de autopista convocado por ATE que luego no resultó, la ciudad de Córdoba amanecía "caótica". Cortes y asambleas de los municipales se iban uniendo para concentrarse en el palacio 6 de Julio, trabajadores estatales de la provincia se movilizaban también por reclamos salariales.

La pregunta en "el bondi" se repetía "por qué no llaman a unir las luchas?", "por qué peleamos todos separados?". La dirección de la CGT Córdoba responsabiliza a la CGT nacional. Ni siquiera se sonrojan al decir esto en la provincia que tiene una gran tradición de paros provinciales. El Cordobazo comenzó en el marco de un paro provincial el 29 de mayo que se anticipaba a un apto nacional que estaba convocado para un día después. Los paros provinciales en los 90 le pusieron fin al tercer gobierno de Angeloz.

Los ataque de Llaryora a los jubilados, a los docentes, a los estatales. Los de Passerini a los municipales, los de Milei a las universidades, los despidos en la industria, no son razones suficientes para convocar a un gran paro provincial con movilización? Las razones para no convocarlo, la responsabilidad, no está en "las bases" sino en la subordinación política de las dos CGTs al gobierno de Llaryora.

"Unidad de los trabajadores..."

La ausencia de las CGTs no fue un freno para luchar. "Los petros" se hicieron conocidos entre los estudiantes que salieron a enfrentar al gobierno de Milei. Desde aquella masiva interfacultades en el Patio Olmos, en la gran marcha del 22 de octubre, pero también en el reflujo de la lucha estuvieron presentes.

La lucha de "los químicos" recibió el apoyo de los docentes de UEPC capital que estuvieron desde el primer día, de los jubilados que todos los miércoles se convocan en la plaza San Martin para hacer sus rondas, de trabajadores de ATE, de estudiantes, de delegados de la UOM, de aeronáuticos, del neumático entre otros.

Los desafíos son enormes en Río Tercero. A los despidos en la Petroquímica se suman al menos 20 en los hoteles de Embalse y está en riesgo la continuidad laboral de cientos de compañeros en Fabricaciones Militares que es afectada directamente por el cierre de la planta de TDI de Petroquímica ya que es uno de sus principales proveedores. A esto se suma el vaciamiento y que no se buscan nuevas licitaciones. Una situación similar vive Fabricaciones Militares de Villa María.

Las medidas de lucha en estos sectores tienen que estar a la altura del ataque.

Hay que exigirle un plan de lucha a las CGTs, pero como han demostrado "los químicos" no se puede esperar y hay que salir. Cómo reza el dicho, lo haremos "con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes" y esa alternativa la podemos construir desde ahora.

En uno de los tantos diálogos en el marco del conflicto surgieron algunas ideas. "Y si hacemos un plenario obrero estudiantil? Algo construido desde las bases". Son muchos los sectores desde los que se podría construir algo así. Partiendo de los sectores en lucha como los compañeros químicos, asambleas escolares impulsadas por los docentes anti burocráticos y combativos de toda la provincia, jubilados, asambleas estudiantiles, la asamblea de ATE Conicet, comisiones internas, cuerpos de delegados y agrupaciones anti burocráticas de la industria como hay en la UOM, la alimentación, la industria de Aguas y Gaseosas, aeronáuticos. Impulsando asambleas de base y mandatos para construir un plenario que sea una herramienta de lucha en cada sector, pero también discutir un programa político para dar salida a todas las demandas del pueblo trabajador y la juventud.

En ese camino hay que seguir poniendo el cuerpo para que triunfe la lucha de "los químicos".