“Rosario imprime Salud”, es el nombre del colectivo que lleva adelante la iniciativa. Ya realizaron alrededor de 1000 mascarillas. Entrevistamos a uno de sus integrantes.
Lunes 30 de marzo de 2020 12:21
El colectivo “Rosario Imprime Salud” tuvo la iniciativa de comenzar a producir, de forma solidaria, mascaras protectoras para los trabajadores de la salud, que se encuentran en la primera línea de exposición de esta pandemia y carecen de recursos para su correcta prevención. Desde que se decretó la cuarentena, llevan producidas y entregadas 1000 mascarilla a distintos hospitales públicos de Rosario y alrededores. Ante la precariedad y la desinversión del sistema de salud, una respuesta solidaria para proteger a los trabajadores. Reproducimos la entrevista que realizó La Izquierda Diario, a Gabriel, uno de los impulsores del colectivo:
¿Cómo surgió la iniciativa?
El 20 de marzo, me llegó por mi mujer que es médica y que está en contacto con gente que imprime en 3D, el modelo de una visera que se está empleando en España como prototipo ante la pandemia. Me interesé, me puse a investigar un poco, imprimí una y se la mostré. Ella se la envió a trabajadores del Hospital Vilela y le dijeron que estaba bárbara. Entonces se me ocurrió pensar: “¿Por qué no podemos imprimirla acá?”. Entré a telegram y vi que se estaban empezando a organizar grupos de impresión 3D en todo el país, así que me apuré a armar el grupo en rosario que se llama “Covid19 Mascaras Faciales Ros”. Ahí empecé a agregar a conocidos proponiéndoles la campaña de imprimir esto. Primero se empezaron a sumar mis amigos ese viernes y ya para el sábado el grupo tenía entre 30 y 40 miembros. Así arrancó esto, desde una foto, un mensaje, la respuesta de un hospital y el querer ayudar.
¿Quiénes forman parte del proyecto?
Hoy el grupo creció a 180 miembros aproximadamente, de los cuales 60 personas cuentan con impresoras 3D y las pusieron a disposición. En el grupo tenemos colaboradores de todo tipo, desde los que acercan láminas radiográficas, el acetato virgen para producirla, gente que simplemente colabora con dinero o que trata de ayudar desde el lugar que pueden. Por ejemplo, algunos con la logística llevando y trayendo las mascarillas si cuentan con permiso para circular. Se Formó un grupo grande. Todos los de los grupos somos pares comunes, pero nos dividimos en 3 para que se repartan un poco las tareas.
¿Cómo se están organizando?
Nos organizamos de manera autogestiva y voluntaria. Arrancamos precariamente, logrando algunos permisos de circulación para poder buscar y llevar las máscaras que se producían, recolectando acetatos, las radiografías para cortarlas y transparentarlas para poder usarlas de visor. Dependíamos de nuestros vehículos y no contamos con medios más que nuestra voluntad, así que fue a pulmón. El inconveniente de tener una excesiva demanda y nuestras pocas capacidades de distribución nos obligó a encontrar una mediación en la municipalidad para poder a través de ellos lograr alcance mayor de distribución. La tomamos como una solicitud más, dentro de los formularios que tenemos armados con los pedidos de hospitales, significa un pedido grande el que nos hacen. Queremos cumplir en fecha y día con los compromisos, sin perder celeridad en el tiempo de respuesta. Hasta ahora fueron 5 pedidos de hospitales el día jueves, uno el viernes y tenemos varios para este lunes.
¿Qué alcance tiene la producción que arrancaron a hacer?
Estamos hablando de unas 1000 viseras producidas que fue nuestro primer objetivo, llegando a todo lo que es la salud pública en Rosario. Estuvimos hablando con directivos con todas las instituciones hospitalarias de acá (Provincial, Carrasco, Centenario, Hospital de niños, Hospital zona norte) como primer plano a cubrir. También empezamos a llegar a los alrededores de la ciudad, como San Lorenzo, Puerto San Martin, Villa Gobernador Gálvez y Baigorria hasta ahora. Nuestra segunda línea de demanda es asistir a los trabajadores del SIES, la segunda línea de atención en hospitales y bomberos, aunque el plan de máxima es poder cubrir la provincia entera.
¿Qué repercusión tuvieron de los trabajadores de la salud?
El personal de los hospitales está muy agradecido. Nos mandaron audios, cartas de agradecimiento por redes sociales, gente que se emocionó al punto de llanto cuando les entregamos las mascarillas. La verdad es que es súper reconfortante y lo que valoramos es que estaban alineados en nuestro pensamiento de la necesidad de hacerlos y entregarlos rápido. No cuando alguien se decida a ver si corresponde o no el modelo, si es el mejor o no, si conviene tal o cual acetato. Nos recibieron muy bien y nos dijeron “gracias por hacerlo tan rápido”