Pandemia. En el mundo continúan aumentando las muertes por covid-19

Son 70.000 los fallecimientos registrados a nivel mundial en la última semana, eso representa un aumento de 21%.

En toda América ese porcentaje es de un 29% y el sudeste de Asia registró en esta última semana un aumento del 30%. Siendo evidente que las regiones más desiguales y pobres es donde más pérdida de vidas se produce. Son varios los motivos: en su gran mayoría se trata de países dependientes, con Estados imperialistas que se benefician, por ejemplo, expoliando sus riquezas naturales con la consecuencia del empobrecimiento de la inmensa mayoría de esas poblaciones y con sus propios gobiernos cómplices de esta situación.

Fueron décadas de privatizaciones, ajustes, merma en los presupuestos de salud, pobreza estructural.

El resultado concreto en esta pandemia es que encontró a los países con sistemas de salud públicos muy débiles o profundamente desguazados. A esto hay que sumarle el llamado "nacionalismo" de las vacunas, donde los países más ricos o centrales acapararon las vacunas contra el Sars Cov 2, esto sucedió tanto en Europa como en Estados Unidos, mientras los laboratorios (siguiendo la lógica de obtención de ganancias en detrimento de las vidas humanas) vendían las vacunas al mejor pagador y junto con esos Estados, se niegan a liberar las patentes para que se puedan producir en forma masiva, en todos los países que tienen capacidad instalada para eso y así poder llegar a las poblaciones más pobres y evitar las muertes.

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En nuestra región, esa pésima gestión de los gobiernos con las grandes mayorías trabajadoras que no cuentan con el número de vacunas adecuadas, trae como resultado ese aumento en el número de muertos.

Brasil, del negacionista Bolsonaro, tiene el triste primer puesto en número de fallecidos en América Latina: 594.924 al 26 de julio. Los siguientes cuatro países son: México con 238.424, Perú con 195.243 personas fallecidas, Colombia con 118.838 y Argentina con 103.721.

Ante el surgimiento de nuevas cepas, lo que continúan haciendo los gobiernos, como vienen haciendo desde el surgimiento de la pandemia, es preservar los negocios de los grandes empresarios. Si bien pareciera, sobre todo por la propaganda de los grandes medios de comunicación y los propios gobiernos, que estamos en los inicios de dejar atrás la pandemia, nuevas cepas como la Delta ponen esto en cuestión.

Los Gobiernos como el de Macron en Francia, implementan pases sanitarios para lo que están ya vacunados, pero en la Francia profunda, en los barrios populares todavía no hay una vacunación completa y la represión policial, la precariedad de la vida, son la otra pandemia.

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El virus pandémico lo que puso de manifiesto en el mundo es quién lo mueve (los trabajadores llamados esenciales son la muestra palpable de eso), pero también el hecho de que millones y millones de personas en el mundo viven hundidos en la miseria o tienen vidas muy precarias, donde por supuesto el virus hace estragos.

Eso no es producto de la pandemia, sino de las políticas que llevan adelante los Gobiernos, más allá de sus matices o las diferencias ideológicas.

El capitalismo mata, hay que terminar con el capitalismo.