Ya son cerca de 10 ℅ de los municipios brasileños que han declarado estado de emergencia a causa de las lluvias. El fenómeno que se registra anualmente y esta temporada ha golpeado con particular ferocidad perjudica mayoritariamente a los hogares más pobres.
Lunes 17 de enero de 2022 10:55
Según los órganos estatales de Defensa Civil, hasta el momento hay 590 municipios en 9 estados brasileños en alerta: Bahia, Espírito Santo, Goiás, Maranhão, Minas Gerais, Pará, Piauí, Rio de Janeiro y Tocantins.
La mayoría de los municipios en situación de emergencia se encuentran en los estados de Minas Gerais (374) y Bahía (175).
Desde noviembre de 2021 fallecieron 59 personas, 26 de ellas en el estado de Bahía y unas 125.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares en todo el país.
No es nuevo que el inicio del año signifique tragedias por las lluvias y cada año, demagógicamente, los gobiernos dicen hacer lo "posible" para reducir los impactos, pero sin poner en marcha una verdadera reforma urbana que evite las inundaciones y derrumbes que siempre son una tragedia anunciada.
Las fuertes lluvias que vienen causando problemas desde noviembre de 2021 son resultado directo del desequilibrio ambiental y el calentamiento global provocado por la extracción desenfrenada de los recursos naturales provocando este desequilibrio que afecta principalmente a los pobres y trabajadores demostrando cada día la utopía que es imaginar un capitalismo sustentable.
Estas acciones se intensificaron bajo el Gobierno negacionista de Bolsonaro y su vicepresidente Mourão, que recortó más del 75% de los fondos para combatir los desastres ambientales, desestimando la crisis por los incendios y la deforestación y satisfaciendo las necesidades de ganancias de la agroindustria.
Pasan los años y los gobiernos y nunca llega una reforma urbana que organice la ciudad de manera preventiva contra inundaciones y deslizamientos anuales con un mecanismo de drenaje, y un plan de infraestructura y obras públicas, hechas y controladas por los trabajadores. Medidas elementales que permitan al menos empezar a paliar esta tragedia anunciada.