Vidal ataca a los trabajadores de la provincia, que vienen resistiendo mediante la lucha. Mientras tanto Cambiemos y el peronismo aprietan el acelerador rumbo a las elecciones legislativas.
Martes 10 de enero de 2017
Al calor de los tórridos primeros días de enero se aceleran los preparativos para enfrentar la “madre de todas las batallas”: las elecciones legislativas que se realizarán en la provincia de Buenos Aires en el tercer trimestre del año. Pero a la par que el gobierno y todos los partidos patronales acrecientan la rosca de cara a tan crucial parada, Vidal apunta a los trabajadores estatales con nuevos ataques que han comenzado a generar resistencia en los lugares de trabajo.
El macrismo intenta desplegar sus velas con el objetivo de explotar la popularidad de la gobernadora y por eso el gobierno nacional ha abierto la billetera (la misma que se mantiene cerrada para los trabajadores y los sectores populares más necesitados) cediendo $ 25 mil millones a la caja de la gobernadora Vidal. Un “mini” Fondo del Conurbano, si se lo compara con el millonario fondo otorgado en los años 90 por Menem al entonces gobernador Duhalde (ahora convertido en aliado de Vidal) con el objetivo de blindar la provincia ante los levantamientos que se iniciaban por aquellos años en el interior contra las medidas neoliberales del gobierno. Ahora Macri intenta copiar la receta de Menem para jugarse a ganar las legislativas de la provincia y con esa fuerza avanzar en un mayor plan de ajuste y ataques una vez pasada las elecciones. Vidal sostiene que los $ 25 mil millones son justos porque en la PBA se encuentra la mayoría de los pobres existentes en el país, pero estos fondos millonarios nada tienen que ver con sus necesidades y solo se trata de un cálculo electoral financiado con fondos del Estado.
Antes de recibir los millonarios fondos otorgados por el presidente la gobernadora Vidal, ni corta ni perezosa, firmó el polémico decreto 1278/16 a través del cual se auto otorga más de $ 500 mil mensuales para “armar equipos de asesores”; hablando en criollo, financiar con fondos públicos a un batallón de políticos rentados para afrontar la campaña de Cambiemos.
En las legislativas de la PBA el macrismo se juega gran parte de su futuro en una empresa que no se presenta nada fácil: la sequía de candidatos propios y el descontento social que crece, reinando centralmente en el conurbano producto del colosal aumento de la pobreza, se presentan como escollos nada fácil para el PRO.
Hablando de rosca, el peronismo tampoco se queda atrás e intenta recomponerse de la derrota apelando a la unidad de todos los sectores en los que se encuentra dividido; desde La Cámpora y el FpV pasando por los barones del conurbano -sean del Grupo Esmeralda o del Fénix- llegando a Randazzo, el Movimiento Evita y la propia CGT, ambos campeones de la tregua que viene dejando vía libre a los ataques de Macri y Vidal. Una verdadera bolsa de gatos que nada tiene que ver con los intereses de los trabajadores y el pueblo y que solo buscan reconstruirse para volver a jugar su histórico papel de partido de la contención.
Ataques a los trabajadores
Envalentonada por el vergonzoso acuerdo paritario que el gobierno logró imponer (un miserable aumento salarial del 18 % en cuotas para todo el 2017) con el beneplácito de la mayoría de los gremios estatales (con la excepción de ATE) Vidal ha lanzado desde el primer día del año distintos ataques a los trabajadores.
El mismo 31 de diciembre, horas antes de brindar, los trabajadores y trabajadoras del Ministerio de Desarrollo Social se encontraron con descuentos brutales que van desde los 2 a los 6 mil pesos en salarios que rondan los $ 11 mil. Con total cinismo los funcionarios de este ministerio eligieron el último día del año para descontar todos los paros realizados durante el 2016. En la Dirección General de Escuelas sus trabajadores sufrieron despidos y también descuentos por los días de paro al igual que los empleados del Ministerio de Salud y de diferentes Hospitales de la provincia; en todos estos casos además de un golpe económico al bolsillo de los trabajadores se trata de un ataque abierto al derecho de huelga. A su vez los docentes provinciales también sufrieron un descuento del 10 % de sus salarios y trabajadores de minoridad y auxiliares de la educación son amenazados con traslados compulsivos.
La gobernadora Vidal, en sintonía con el ajuste lanzado por la nuevo gabinete económico encabezado por el ministro Nicolás Dujovne, se presta a firmar un decreto con nuevos aumentos de peajes en las rutas utilizadas para llegar a la costa atlántica de la provincia y se prepara para lanzar un tarifazo del 40 % en la luz; en febrero llegaría el aumento del 36 % en el impuesto inmobiliario provincial votado por la Legislatura provincial.
Resistencias de enero
Los distintos ataques lanzados por Vidal no son azarosos: todos apuntan contra los trabajadores de las reparticiones que fueron punta de lanza en la lucha desplegada a lo largo del 2016. La gobernadora intenta amedrentar a quienes podemos desafiar la tregua otorgada por UPCN, SOEME y Salud Pública.
Pero más allá de este objetivo de Vidal, la resistencia a los ataques no se hizo esperar en estos primeros días del año. En el Ministerio de Desarrollo Social no solo se organizaron asambleas y cortes de calle sino que también durante dos días consecutivos sus trabajadores y trabajadoras han mantenido permanencias en dependencias del ministerio que obligaron a que los funcionarios a devolver una parte de lo descontado. Los trabajadores se mantienen firmes reclamando la devolución de la totalidad de lo descontado y esta semana se preparan nuevas acciones. En la Dirección General de Escuelas y en el Ministerio de Salud también han comenzado las asambleas y desde ATE Sur se han iniciado acciones para impedir los traslados entre los trabajadores de Minoridad, como en el caso del CREU de Lomas de Zamora.
Pero no basta con las acciones que cada sector lleve adelante: hace falta unir todas estas luchas y los dirigentes de ATE tienen la obligación de impulsar un plan de lucha provincial contra los ataques de Vidal, tal como se reclama en las distintas asambleas. Hace falta golpear con un solo puño para frenarlos.
A la vez que organizamos y unificamos la resistencia frente a los ataques de Vidal también hace falta que los trabajadores estatales que nos encontramos al frente de la lucha comencemos a fortalecer el Frente de Izquierda y de los Trabajadores para preparar una alternativa independiente de los trabajadores de cara a las elecciones legislativas de este año.