Magisterio CDMX. En la Sección 10 del SNTE es posible construir un paro efectivo

En distintos Estados se respondió a la convocatoria de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) al paro del 15 de abril, día en que también el presidente de la República dió su respuesta a las demandas presentadas en la última mesa de diálogo que tuvieron en conjunto el 1 de abril. Este llamado a una jornada de lucha que articula, por primera vez en varios años de no ocurrir, a los distintos contingentes de la disidencia magisterial, se debe a la falta de respuestas y soluciones a los problemas que atravesamos como trabajadores de la educación y a la insistencia del gobierno de tirar la principal responsabilidad de los problemas educativos a nuestro gremio.

Los últimos episodios de este proceso de más de 18 mesas de diálogo entre la disidencia magisterial y el poder Ejecutivo se llevaron a cabo en la ciudad de México entre diciembre y enero pasados. Esto, después de que varios meses antes el gobierno prometiera incrementar sustancialmente el salario, pero el descontento no se quedó ahí, pues durante las primeras jornadas de lucha las y los docentes de distintos niveles expresamos una serie de carencias debido a las que no podemos realizar nuestra labor en las aulas como merecen nuestr@s estudiantes.

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Las movilizaciones de la Secciones 9, 10, 11 y 60 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) convocadas por la OPEB y la CNTE, a las que se sumaron las y los maestros de bachilleres (SINTCB) en la CDMX, fueron demostración de ello y una buena bocanada de aire fresco que hacía falta, después de seis años de un gobierno que generó mucha expectativa y, que no se ha visto cumplido casi nada de lo que prometió.

Ejemplos de esto hay muchos, como la cuestión de la evaluación punitiva que sólo retrocedió en el ámbito de la permanencia, pero que se sostuvo en los ámbitos de ingreso y promoción a la carrera docente, así como los sistemas de pensiones que siguen siendo bajo las fraudulentas AFORES en lugar de un esquema solidario, también que su pago se hace bajo el valor de la UMA en lugar del salario mínimo.

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¿Y qué pasó con la Sección 10 del SNTE?

En las movilizaciones y paros del 5 y 15 de diciembre y 26 de enero, también participamos cientos de docentes que pertenecemos a la sección 10 del Sindicato que agrupa a trabajadorxs de los sistemas de secundarias, educación física, telesecundarias, educación media superior y superior, quienes formamos parte de esta sección sindical. En las movilizaciones nos encontramos, algunos con sorpresa al ver a tant@s de nosotr@s movilizad@s en una sección que históricamente había sido una columna muy importante para los charros sindicales, siendo útil a éstos para mantener el control sobre l@s maestr@s en la capital del país.

Pero este fenómeno de participación, al menos de primer momento en las movilizaciones, no se dio por una cuestión espontánea, sino que tiene como antecedente directo el voto masivo que hubo en las elecciones sindicales de junio de 2023 donde la Planilla Roja que agrupa a los sectores que reivindican y forman parte de la CNTE, dejó un precedente interesante sobre el conocimiento de la disconformidad que existe contra los charros sindicales y dio representación de 6 de las poco más de 50 carteras sindicales a la CNTE con más de 5500 votos que se asumen como disidentes de los charros del SNTE, frente a 7000 de la planilla charra de Arturo Salazar.

Aún con este panorama que podría ser alentador, las autoridades articulan políticas para mantener el descontento a raya ocupando a las y los trabajadores en tareas administrativas o cursos, que poco enriquecen al quehacer pedagógico, atemorizándonos con descuentos, horas ahorcadas y manteniéndonos divididos para que en cada secundaria, CETIS o universidad nos veamos unos a otros con desconfianza, impidiendo la organización democrática en las escuelas, sobre todo en secundarias técnicas, donde la representación sindical es aprobada por la dirección.

Acabar con el miedo y la desconfianza para luchar codo a codo con nuestros compañeros de trabajo, madres, padres de familia y estudiantes; además de articularnos como sección, son los retos que tenemos por delante quienes decidimos participar más activamente en la vida sindical y política de nuestra sección, pero hoy tenemos un punto a nuestro favor al haber ganado esas 6 carteras de las manos del charrismo. Que opinamos, como docentes de la Agrupación Nuestra Clase, pueden ser usadas para mostrar las carencias de la democracia sindical y la necesidad de cordinarnos para democratizar nuestro sindicato, poniendo al frente a nuestros propios representantes.

Pero, para garantizar esa recomposición del vínculo entre representantes y representados y no quedarnos sólo como espectadores de las decisiones que toma la dirigencia disidente del magisterio, opinamos que es necesario hacer parte, a las y los trabajadores que votaron a la disidencia magisterial, así como a quienes están de acuerdo con sacar al charrismo de nuestro sindicato, tanto de las decisiones que se toman en la lucha cotidiana como de crear espacios organizativos, como asambleas, donde se puedan expresar ideas, posiciones, debates e iniciativas y que cada un@ de nosotr@s sea partícipe de la construcción de un movimiento disidente que ponga contra las cuerdas de una vez al charrismo sindical que mantiene el control sobre nuestra sección y, sobre todo, el sindicato a nivel nacional.

Comencemos a construir espacios organizativos en cada escuela, y también espacios de encuentro entre distintos niveles y sectores educativos para articular nuestras demandas por una mejor educación. Así, no sólo debemos unificarnos entre las secciones 9, 10, 11 y 60 de la Cdmx, sino integrar también a las y los trabajadores de escuelas privadas, quienes viven con mayor fuerza la precariedad del sector.

Frente a la insuficiente respuesta del presidente, que afirma que ya no hay tiempo ni presupuesto para resolver las demandas del magisterio, mostrándose sólo dispuesto a seguir intercambiando diálogos con la CNTE, no podemos confiar en que un aumento salarial que promete ser anunciado el próximo 15 de mayo resolverá los problemas de fondo en la educación; es necesario solicitar a nuestras representaciones sindicales por escuela, asambleas para definir cómo nos sumamos a la lucha por mejores condiciones laborales y educativas, definiendo paros y movilizaciones masivas que nos permitan arrebatar nuestras demandas frente a un sindicato que se ha mostrado pasivo e incluso llevará a su máximo representante, Alfonso Cepeda a una senaduría plurinominal en representación del gobierno actual de Morena.

A la vez, con miras a expandir el movimiento y continuar organizad@s, retomamos la propuesta de la CNTE de impulsar Comités de Lucha en las escuelas que puedan convocar a asambleas de forma permanente, donde también participen estudiantes, madres y padres de familia con quiénes debemos confliir en la lucha como trabajadores el próximo 1 de mayo. Juntos podemos tomar las mejores decisiones acerca del funcionamiento e infraestructura de las escuelas, para avanzar en crear planes educativos acordes a las necesidades de la población.

Pongamos en juego las 6 carteras que supimos conquistar por parte de la disidencia, comencemos a mostrar la colaboración de charros sindicales como como la de nuestra sección encabezada ahora por Arturo Salazar, con los gobiernos en turno para mantenernos atemorizados y agrupémonos con la CNTE en el próximo Congreso seccional que se convoca el sábado 20 de abril en Belisario Domínguez 32 a las 16:00 hrs.

¡Te invitamos a escribirnos y a organizarte con la Agrupación Nuestra Clase!

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