El personal no médico (enfermeras y técnicos) de los hospitales públicos, en su inmensa mayoría tenemos una jornada laboral de 6 horas, pero el salario promedio no supera el nivel de pobreza, lo que nos obliga a trabajar más horas.
Sábado 6 de mayo de 2017
Fotografia: Pablo González // revistaajo.com.ar
En los hospitales de la provincia de Buenos Aires el salario de una enfermera recién ingresada no supera los 12 mil pesos y con 10 años de antigüedad ronda los 14 mil; en los hospitales y establecimientos municipales la situación es peor aún, en estos casos una enfermera o enfermero profesional apenas alcanza los 7 mil pesos y una técnica con más de 20 años de antigüedad solo llega a los 6 mil. Tal es el caso de quienes escribimos esta nota.
Los míseros salarios que recibimos nos obligan, a pesar de tener en los papeles el reconocimiento a una jornada laboral de 6 horas, a trabajar 12 o 14 para redondear un sueldo que a pesar del enorme sacrificio que hacemos sigue estando por debajo del costo de la canasta familiar.
Muchas compañeras se ven obligadas a realizar horas extras en el mismo establecimiento y si reclaman por mejores condiciones de trabajo en la mayoría de los casos sufren el chantaje de ver peligrar esas propias horas extras. Otras, como nosotras además de hacer algunas horas extras también nos vemos empujadas a tener que trabajar en clínicas privadas donde además de no tener ni siquiera una jornada de 6 horas sufrimos enloquecedores ritmos de trabajo y en muchos casos somos controladas permanentemente a través de sistemas de cámaras que filman todos tus movimientos.
Esta situación nos lleva a vivir una brutal paradoja: las trabajadoras y los trabajadores de la salud dejamos nuestra propia salud en el trabajo. Sufrimos el profundo estrés que te provoca velar por vidas humanas en las condiciones paupérrimas del sistema de salud en el que estamos obligadas a trabajar. Además sufrimos el alejamiento de nuestros hijos producto de las largas jornadas laborales.
Hace unas semanas, una compañera publicó en su cuenta de Facebook: “Hola hijo ya vuelvo a casa luego de 36 horas de guardia”, este mensaje de angustia y de bronca lo podríamos suscribir la mayoría de nosotras; sin contar las veces que estamos obligadas al extremo de llevar a nuestros hijos a la guardia por no contar con alguien que los cuide o por el solo motivo de poder estar con ellos. A esta situación nos arrastran los Macri, Vidal o intendentes del FpV como Insaurralde, como es en nuestro caso.
Las jornadas enloquecedoras de trabajo nos enferman y nos quitan la vida, por eso queremos decir BASTA.
Para defender nuestra salud y poder vivir dignamente tenemos que organizarnos para luchar para que nuestras 6 horas de trabajo sean con un salario igual a la canasta familiar.