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Red Internacional
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Esequibo. En medio de las tensiones con Venezuela, EEUU realiza ejercicios militares con Guyana

El Comando Sur de Estados Unidos y la Fuerza de Defensa de Guyana realizan “ejercicios aéreos” en territorio guyanés como parte de lo que llaman “operaciones de rutina” justo en momentos de mayor tensión política con Venezuela. El anuncio de los ejercicios llegó directamente de la embajada de EEUU en Georgetown y no del gobierno de Guyana. ¿A qué juega Estados Unidos a sabiendas que esto puede aumentar la tensión en la región?

Viernes 8 de diciembre de 2023 00:50

Foto: Archivo Twitter / @Southcom

Foto: Archivo Twitter / @Southcom

“En colaboración con la Fuerza de Defensa de Guyana (GDF, en inglés), el Comando Sur de los EE. UU. llevará a cabo operaciones de vuelo dentro de Guyana el 7 de diciembre. Este ejercicio se basa en compromisos y operaciones de rutina para mejorar la asociación de seguridad entre los Estados Unidos y Guyana, y fortalecer la cooperación regional”, indicaba el comunicado divulgado el miércoles. “De esta manera, el Gobierno de Estados Unidos mantiene su compromiso con Guyana como un aliado confiable para su seguridad y para promocionar la cooperación regional”, agrega la nota.

Hasta hace pocos años Guyana no estaba tan presente en el radar del Comando Sur de Estados Unidos, era un país con el cual no se realizan importantes ejercicios militares. Pero la presencia en los últimos años y a este nivel da cuenta de cómo la zona se ha transformado en una cuestión de mayor interés y al mismo tiempo de mayor tensión. Estos ejercicios se dan un día después que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, le asegurara al presidente de Guyana, Irfaan Ali, el "apoyo incondicional" de su Gobierno a la soberanía del país, en medio de la disputa territorial con Venezuela por la región del Esequibo.

Este mismo jueves, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, que apoya a Guyana (miembro de la Commonwealth, comunidad que lidera la potencia británica), dijo "estar encantado con los anuncios que Estados Unidos ha hecho hoy al respecto". Declaraciones que daba en la misma rueda de prensa que participaba Antony Blinken.

Como hemos escrito, el Esequibo vuelve al centro con mayores tensiones, por un lado, por el avance de los intereses imperialistas en la zona. Por el otro, marcados por las políticas de Venezuela y Guyana. Del lado de Venezuela por la conveniencia del gobierno de Maduro de utilizar el asunto para una maniobra política, con la que busca conquistar una legitimidad perdida hace mucho tiempo, además de la cuestión petrolera; lo mismo hace el Gobierno de Irfaan Ali de Guyana, que en función de sus intereses y como socio menor de la expoliación de su país, actúa abriendo espacio a las grandes transnacionales petroleras, firmando depredadores acuerdos, cuestión que también hace el Gobierno de Maduro.

Guyana es la zona del mundo donde actualmente se expanden más rápido las inversiones petroleras y está a punto de convertirse en el cuarto mayor productor de petróleo marino, por delante de Qatar, Estados Unidos, México y Noruega, y gran parte de esa explotación se encuentra en la zona en disputa. Pasa a tener un novedoso interés geopolítico, en un mundo cada vez más convulsionado y con las potencias necesitadas de abastecimientos seguros de hidrocarburos, con escenarios de guerra como en Ucrania y, ahora, el genocidio en curso de Israel en Palestina, que puede abrir un ciclo de inestabilidad en Medio Oriente.

En el caso de los Estados Unidos, al no tener en Venezuela un régimen político adicto a la línea de Washington, como sí fue durante gran parte del siglo XX, busca posicionarse lo mejor posible en Guyana, como lo muestran no solo las inversiones de sus petroleras sino el aumento de alianzas militares y ejercicios navales comunes, como el realizado este jueves. No viene mal recordar que a mediados de los 70 fue Estados Unidos quien instó a Venezuela a realizar acciones bélicas contra Guyana por el Esequibo, justo en momentos en que la naciente República de Guyana tenía un gobierno que era considerado de izquierda. Eran tiempos de mayor alineamiento de Caracas con Washington, lo que pone al desnudo la hipocresía de Estados Unidos.

No es en absoluto creíble lo que ha declarado este mismo jueves el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, cuando indica que no hay que establecer algún tipo de vínculo entre la ejecución de esas maniobras militares y la crisis en curso entre Venezuela y Guyana. Era una obviedad que el Gobierno de Maduro criticara que Guyana haya "dado luz verde a la presencia" del Comando Sur en el Esequibo, después de que Irfaan Ali advirtiera de que su país está en contacto con el Comando Sur, pidiendo su ayuda, y que la GDF está "en alerta máxima".

La mayor y constante presencia de Estados Unidos, además de política y militar –vía el Comando Sur-, y más aún con las pretensiones de instalar una base militar en Guyana, no hacen más que azuzar el conflicto, lejos de las hipócritas declaraciones de buscar una “solución pacífica”. De escalar la tensión solo puede conducir a enfrentamiento entre países hermanos con bastantes grados de semicolonialidad, más allá de las diferencias entre los mismos. Tal presencia debe ser contundentemente rechazada, así como sus intenciones de instalar una base militar. Es más que sabido que, lejos de cualquier “paz”, lo hace en función de sus intereses imperialistas, instigando situaciones bélicas.

Maduro actúa con bravuconadas cuando declara que "Guyana debe saber que arreglamos este problema por las buenas o lo arreglamos", ordenando la creación de una división militar para atender la zona en cuestión, aunque sin anunciar ninguna incursión armada en el territorio. Dio instrucciones a la Fuerza Armada asentarse en una localidad próxima, pero no fronteriza, con el Esequibo, al menos de manera "provisional". Acciones aventureras de un gobierno en descomposición como el de Maduro y con elecciones a la vista en el segundo semestre del 2024, no estarían descartadas.

Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU tratará este viernes 8 de diciembre a puerta cerrada el conflicto del Esequibo entre Guyana y Venezuela, informó el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, cuyo país preside este mes el órgano. Se trata de una reunión reclamada esta misma semana por el presidente de Guyana, Irfaan Ali, al calificar el plan de acción diseñado por Venezuela sobre el Esequibo como “una amenaza inminente”. Aunque por el momento posibilidades de guerra suenan lejanas.

Otro elemento que da cuenta de la tensión es la declaración de países suramericanos que “instaron a Venezuela y Guyana a evitar acciones unilaterales”, en una declaración divulgada al final de la cumbre semestral del Mercosur (Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay), celebrada en Río de Janeiro, que también fue suscrita por Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Recordemos que hasta hace poco el ejército brasileño activó medidas de emergencia ordenando un despliegue militar sin precedentes para "salvaguardar la soberanía nacional y la seguridad de la región", una movilización que incluye el despliegue de vehículos blindados multitarea (VBMT) de la 5ª División del Ejército a Boa Vista, además de tanques Leopard. Brasil busca marcar presencia en la región y en el conflicto mismo.

Como escribimos en nuestra declaración como Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), que impulsa La Izquierda Diario: “Los gobiernos presionan a los trabajadores, a las grandes mayorías populares y a los pueblos originarios de uno u otro país para que se encandilen tras discursos reaccionarios ajenos a sus propios intereses comunes, inculcando una supuesta “causa común nacional”. Al contrario, es necesaria la unidad de los trabajadores, campesinos y sectores populares urbanos, junto a los pueblos originarios del Esequibo, plantándonos contra estos gobiernos que nos quieren llevar al enfrentamiento, unirnos en otra lucha, una en la que todas las energías deben encauzarse en realidad contra los gobiernos, los capitalistas y las transnacionales que, en cualquier parte, sin distingo de fronteras, saquean nuestros recursos.”

En la misma declaración enfatizamos que: “No habrá ninguna salida progresiva, de bienestar para los pueblos de Venezuela y Guyana, de la mano de las clases dominantes de ambos países y sus gobiernos. La única salida progresiva, como sería la gestión común de recursos para beneficios de ambos pueblos, y no de las parasitarias burguesías locales, que junto a sus socios de las diferentes potencias nos mantienen en el atraso y múltiples padecimientos estructurales, solo puede venir de los trabajadores y grandes mayorías populares y explotadas, junto a los pueblos originarios de ambos países, conquistando sus propios gobiernos. Solo así es posible dar una solución íntegra y definitiva a estas disputas territoriales heredadas del pasado.”

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