Diversas encuestas han reflejado que el desempleo ha aumentado estrepitosamente, alcanzado cifras que no se veían desde al menos cuatro décadas atrás. Pero, ¿qué pasa con la situación de las mujeres? Un reciente estudio del Centro de microdatos de la Universidad de Chile, develó que la tasa de desempleo de las mujeres es de cifras preocupantes.
Viernes 14 de agosto de 2020
Actualmente, cientos de miles de mujeres se han quedado sin trabajo, pero tampoco vuelven a buscar uno, ya que se ven envueltas en las tareas del hogar y cuidado de terceros acrecentadas en pandemia; por tanto, dejan de percibir ingresos, manteniéndose como "inactivas".
Esto no es algo nuevo, desde antes de la pandemia las mujeres trabajadoras también realizan un trabajo no remunerado en el hogar, pero con la pandemia la brecha de género y desigualdad social se ha desnudado de las maneras más irracionales posibles, mostrando la crudeza y crueldad de este sistema capitalista.
Muchas de esas mujeres que quedaron sin trabajo fue porque las empresas se acogieron a la mal llamada “Ley de protección del empleo”, que votaron su aprobación sectores de derecha en unión con sectores de oposición, incluyendo al Partido Comunista.
La tasa de desempleo en las mujeres ya alcanza el 11,6%, entre los ocupados, alrededor de 810 mil son trabajadores "inactivos temporalmente", de los cuales 350 mil son mujeres y 460 mil son hombres.
"La primera línea contra la pandemia y el capitalismo somos las mujeres", manifestó Josseffe Cáceres, vocera de la agrupación de mujeres y disidencias sexuales Pan y Rosas Teresa Flores, y dirigenta sindical de las y los funcionarios del ex Pedagógico, en una entrevista para la revista Ideas Socialistas de hace un par de meses: “(...) si las y los trabajadores hemos mantenido la sociedad funcionando, quienes se han visto sobrecargadas en sus labores con los trabajos de cuidados como salud, alimentación, educación, somos las mujeres trabajadoras. Esos trabajos son realizados por mujeres en su mayoría; tanto en salud como educación, el 70% son mujeres. El teletrabajo nos empuja a tener que criar y trabajar al mismo tiempo, sin posibilidad de acceder a cuidado para nuestros hijos: esto afecta nuestra salud mental, física, y nos expone a vivir violencia machista el confinamiento. Muchas no han podido acceder a sus tratamientos, y hay escasez de métodos anticonceptivos, para qué hablar del aborto.”
La dirigenta también comentó que “nos hemos visto empujadas a una mayor precariedad; a los despidos y las suspensiones, a que se vulneran nuestros derechos laborales y como mujeres. Realizamos las tareas de cuidado en nuestros hogares de manera gratuita. Al ser el rostro de la precariedad, las mujeres tenemos un poder revulsivo, podemos ser la chispa que encienda la llama. Todas las medidas que están implementando buscan disciplinarnos; la pregunta es ¿vamos a soportarlo calladas? Desde Pan y Rosas creemos que no, y que es necesario organizar la resistencia. La primera línea contra la pandemia y el capitalismo somos las mujeres trabajadoras.”
Los y las trabajadores no pueden seguir pagando los costos de esta crisis, mientras los grandes empresarios se hacen más millonarios. A ellos los protegen y ayudan las leyes, los políticos del gobierno, las fuerzas represivas. Por eso es necesario organizarnos y exigir un plan de emergencia que entre otros puntos, garantice el pago de un sueldo de 500 mil pesos, congelamiento de las deudas de créditos bancarios así como de los dividendos, garantizar viviendas de emergencia para las mujeres que viven violencia de género, financiado por el impuesto a los más ricos del país. Y la prohibición de los despidos y suspensiones.
Para que la crisis la paguen los empresarios y no las y los trabajadores.
Nancy Lanzarini
Profesora de Lenguaje y Comunicación.