Las recientes palabras del ministro no hacen más que acentuar y delinear su postura política, cuya aparente humanidad oculta un profundo desprecio por los migrantes haitianos.
Sábado 22 de agosto de 2020
Nuevamente el ministro del interior, el pinochetista Víctor Pérez, salió a emitir declaraciones detestables. Al referirse a la migración de ciudadanos haitianos, aseguró que “sufrieron las consecuencias de una entrada irregular”, ya que "no solamente afectaron a la población chilena en términos de empleo, sino que también a los territorios de los municipios, que tenían que darle atención de salud y educación sin contar con los recursos". Haciendo gala de la ideología oscurantista del ministro, ignorando estudios de instituciones tan oficiales como el Banco Interamericano del Desarrollo, que aseguran que la migración dinamiza la economía en distintos niveles.
Pérez, como es habitual en la derecha, responsabiliza a la gente en situación de pobreza de sus bajas condiciones laborales, desviando la atención de los verdaderos responsables.
Las malas condiciones laborales no son responsabilidad de quien las acepta. Cuando la situación es desesperada, cualquier persona hará lo posible por sobrevivir. Son los empresarios quienes generan dichas condiciones y se aprovechan de esta desesperación, pagando a trabajadores y trabajadoras haitianas sueldos inferiores al mínimo, con condiciones laborales nulas, sin contrato ni estabilidad laboral. Todo esto avalado por la institucionalidad chilena.
Las declaraciones de Pérez no hacen más que intentar proteger el modelo de explotación económica que existe en Chile y que ha enriquecido por décadas a un puñado de millonarios. Este mismo modelo es el que generó una de las sociedades más desiguales del mundo, cuya realidad se pudo apreciar claramente con la llegada del coronavirus al país, y cuya legalidad obligó a les migrantes a aceptar realidades laborales totalmente desprotegidas.