El 30 de marzo SUTEBA Ensenada realizó una importante movilización a la municipalidad para reclamar por obras en las escuelas que luego de la pandemia están en una grave crisis edilicia. El intendente se negó a recibir a los docentes que defienden la escuela pública contra el ajuste. Necesitamos fortalecer los sindicatos para la lucha.
Lunes 4 de abril de 2022 14:00
En la apertura de sesiones legislativas, Mario Secco hizo un discurso grandilocuente donde al mismo tiempo que atacaba a la asamblea de ambientalistas que defienden el arbolado público como si fuera un patrón de estancia, anunciaba una “inversión histórica en educación”. Bajo el lema “mejor que decir es hacer”, el gobierno que defiende el pago de la deuda que implicará un ajuste del presupuesto para educación vive de falsas promesas. Las últimas cifras del INDEC indican que el 51% de niños y adolescentes son pobres, mientras tanto en las escuelas de Ensenada aun no funcionan con regularidad todos los comedores, y entregan leche cortada. Además, Kiciloff mantiene mas de 30 mil docentes trabajando bajo contratos precarios y aun hay 70 mil chicos que están desvinculados de la escuela.
Luego de la pandemia y junto a una crisis social que no para de crecer con aumento de la pobreza y el trabajo precario, las escuelas públicas de Ensenada están estalladas. Problemas edilicios graves como falta de agua y escapes de gas, aulas superpobladas, edificios que ya no tienen espacio para que funcione plenamente toda la matrícula, pérdidas e inundaciones cada vez que llueve y falta de insumos. Con esta realidad conviven cotidianamente estudiantes, docentes y auxiliares. Por eso, la movilización del pasado 30 de marzo fue masiva, y contundente en el reclamo: el municipio debe hacerse cargo de los problemas edilicios.
La bronca crece mientras Secco anuncia la construcción de edificios por los cuales reclamamos hace más de 8 años y siguen siendo promesa. Es el caso de las aulas y talleres para le Técnica 1 donde hay cursos que asisten de forma alternada porque no hay espacio, o de la secundaria 7 de Punta Lara donde se instalaron aulas móviles sin mobiliario y que espera hace años la construcción del edificio propio en un terreno que ya fue adjudicado. Al mismo tiempo, en la primaria de al lado hay graves escapes de gas y por eso mismo no puede funcionar el comedor en uno de los barrios más pobres de la ciudad.
Discurso y realidad
El Frente de Todos es una máquina de prometer y defraudar. Muchos trabajadores votaron al gobierno para sacarse de encima a Macri, pero Alberto, Kiciloff y Secco acaban de acordar el pago de la deuda que ellos mismos denunciaron como fraudulenta, sin investigarla y asumiendo un plan de ajuste que recaerá sobre el pueblo trabajador. Consiste en atacar los salarios vía inflación de alimentos, y reducción del déficit fiscal: menos plata para salud, educación, vivienda.
Así, mal que le pese al gobierno y aunque a Secco le cause mucha molestia, las movilizaciones, los reclamos, los cortes y acampes como el que llevaron adelante trabajadores desocupados en la 9 de Julio que reclaman asistencia ante el aumento de la pobreza y la inflación, van a crecer y multiplicarse. A las promesas se las lleva el viento y el malestar que recorre las escuelas, barrios y empresas.
Sudeste con el gobierno y contra los luchadores
Mientras SUTEBA Ensenada y delegados de escuelas realizaban asambleas y organizaban la movilización para reclamar ante la crisis edilicia y educativa, la lista Sudeste se dedicó a atacar en grupos de escuela la medida de lucha. Militantes de Patria Grande, integrados a la lista de Baradel, plantearon públicamente que quienes movilizamos estamos atacando la escuela pública. Un discurso en contra del derecho a huelga que nada tiene que envidiarle a los ataques de la gestión de Vidal a los trabajadores de la educación.
Son los mismos que integrados al gobierno municipal defienden un presupuesto de ajuste que deja sin gas, sin aulas, sin edificios y sin comedor a las escuelas.
No son exabruptos individuales ni palabras al azar. Es un método burocrático para sostener la política de ajuste del gobierno. Baradel abandonó cualquier medida de lucha desde que asumió Alberto Fernández en el 2019, se terminaron las asambleas y vuelve a candidatearse como secretario general para seguir atornillado a su sillón sin pisar una escuela hace años.
El próximo 11 de mayo se realizarán las elecciones de Suteba. Sudeste y la Celeste dejaron en claro cuál es su política: integran un gobierno que vacía la escuela pública y ataca las medidas de lucha y la democracia sindical. Desde la agrupación Marrón llamamos a defender y fortalecer las seccionales multicolor, y recuperar nuevas, porque necesitamos sindicatos para la lucha. Se trata de construir un movimiento junto a la comunidad de estudiantes y familias y otros trabajadores, desocupados y precarios, en defensa de la escuela pública y contra el ajuste del gobierno y el FMI.
Laura Champeau
Delegada Suteba Ensenada
