En el XII Foro Económico “Desafíos de la Economía y Efectos del Covid-19”, organizado por la Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA) el 23 de abril, el ministro de Economía, José Luis Parada, planteó la necesidad de “despolitizar el tema económico”. La crisis socio-sanitaria del Covid-19 les vino bien para exponer las medidas que vienen implementando: "liquidez" por más de 2.500 millones de dólares al empresariado; endeudamiento con el FMI y la ‘necesidad’ de inversión extranjera para la explotación del Litio, entre otras.
Lunes 27 de abril de 2020
Foto: Cédric Gerbehaye
Fuente: National Geographic España
El ministro de Economía, José Luis Parada, en su participación del XII Foro Económico planteó que “el tema económico hay que despolitizarlo” y a la vez que hay que “liberar el tema económico” proponiendo inversión extranjera para el tema del Litio así como cambiar las políticas tributarias y hacer que los precios de la agroindustria se hagan competitivos mediante los transgénicos.
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Esta visión que se presenta como neutral y apolítica, en los hechos está al servicio de las ganancias de las empresas y los capitalistas imponiendo el poder y las ganancias de pocos sobre las espaldas de miles de trabajadores y trabajadoras, e incluso a costa de las propias vidas.
Es esa misma visión que ahora bajo el título de despolitizar ha suspendido el pago de impuestos a las utilidades de las empresas para beneficiar, sobre todo, a las grandes empresas que evidentemente son las que obtienen grandes ganancias y que en su mayoría, incluso en este periodo de cuarentena, salen ganando mientras mucha gente no tiene ni qué comer.
De esta manera, Parada se jacta de cómo su Gobierno viene "aliviando" a las empresas. Informó sobre al menos dos medidas mediante las cuales otorgan liquidez para salvar los negocios de este sector. En sus palabras:
“Lo hemos hablado con los organismos internacionales y hay distintos aspectos, por ejemplo, en este momento para salir de este equilibrio que hay entre el control del coronavirus y la parte económica es que el gobierno ha tomado varias medidas, la primera fue suspender el pago del impuesto a las utilidades, los más beneficiados son las empresas y eso va de 1000 a 1500 millones de dólares que dejaron de pagar en los impuestos a las utilidades, es una primera liquidez que aliviamos a las empresas, sobre todo a las más grandes y medianas que son las que mayor impuestos pagaban, por otro lado también se difiere el pago por tres meses de lo que son intereses y capital y en eso también van de 500 a 1000 millones, ahí nomás hay una transferencia de liquidez, dejan de pagar las empresas privadas más de 2.500 millones de dólares que no los hubieran tenido tampoco y ayuda para la salida en primera instancia”.
También planteó que se necesita tomar medidas como tener inversión extranjera para la explotación del Litio en Bolivia bajo el argumento de que se necesita tecnología. Esta política apuesta a la abierta entrega de nuestros recursos naturales a las transnacionales y su repartición entre los países imperialistas, quienes amparándose en la posesión tecnológica acaban siempre aprovechando los recursos naturales y dejando a los pueblos indígenas, campesinos y trabajadores en mayores condiciones de precariedad.
Para que esta política se lleve con éxito, es fundamental la relación que tenga el imperialismo con los Estados y las burguesías nacionales. En ese sentido, el golpe de Estado consumado en noviembre del año pasado, tiene el rol de imponer, mediante las fuerzas de la represión, "mejores condiciones" para el desarrollo de estos planes. Como era de esperarse, lo que se autodenominó como ‘gobierno de transición’ aprovecha bien la pandemia del Covid-19 para atrasar nuevamente las elecciones lo que les permite seguir avanzando en imponer medidas privatizadoras.
Así, Parada, anuncia la aplicación de estas medidas:
“En el sector de minería hay que comenzar a ver que con los recursos internos definitivamente no se puede seguir haciendo inversiones, no alcanza, entonces necesitamos de tecnología, de inversión extranjera, por lo tanto vamos a tener que generar lo que ya se planteó cuando tomó posesión la presidenta Áñez, de liberar el tema económico porque hay un potencial muy grande, por ejemplo el tema del salar pueden venir dos o tres empresas de países distintos porque tenemos distintos salares y esta es una alternativa, una opción para el país sobre todo para la generación de nuevos ingresos. […] Hay que solucionar de inmediato y viabilizar el tema de litio que es el tema que básicamente nos permite a nosotros tener una perspectiva en todo lo que es la minería” dijo el ministro Parada.
Bolivia cuenta con 21 millones de toneladas de litio, siendo el país con mayores recursos. Esto nos hace parte, junto con Chile y Argentina, de lo que se ha llegado a denominar el “Triángulo del Litio”. Entre los tres países llegan a tener el 59% de los recursos a nivel mundial. A diferencia de Bolivia, Chile y Argentina sí cuentan con la presencia de varias transnacionales. Hoy, como es el plan del ministro, buscan seguir el mismo camino donde las ganancias se las llevan con ellos y solo dejan desabastecimiento de agua porque el proceso de evaporación bajo el que se extrae el litio consume cerca a dos millones de litros de agua por tonelada de litio que se produce.
En Bolivia, se tiene conocimiento de la existencia de estos recursos desde 1976. Esto ha llevado a que distintas multinacionales busquen apropiárselo, tratando de sellar contratos con los diversos gobiernos desde ese entonces. Sin embargo, la oposición de las poblaciones cercanas así como movilizaciones campesinas y de trabajadores han exigido y luchado para que estos recursos no sean entregados a aquellas empresas que históricamente han saqueado nuestros recursos naturales. En la historia reciente, el 2008, la Federación Regional Única de Trabajadores Campesinos del Altiplano Sud (FRUTCAS) exigía:
“Frente a las múltiples ofertas de varias empresas extranjeras de ser socios del proyecto piloto de industrialización del litio, nos pronunciamos a favor de la creación de un Comité de apoyo técnico por parte de estas empresas, pero el proyecto debe seguir 100% estatal y a cargo de la COMIBOL.”
Fruto de esta lucha se logró pequeños avances como la creación de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). Sin embargo, ahora, esta organización continúa con esta exigencia frente al reciente anuncio del ministro de Economía a tiempo de denunciar que mientras dicen que se necesita tecnología e inversión extranjera, han paralizado toda actividad en la planta piloto de carbonato de litio (parte de YLB), despidiendo a trabajadores de dicha institución.
Recordemos que el movimiento cívico, clerical, empresarial, policial y militar que consumó el golpe de Estado se inició en Potosí, bajo las banderas de ‘la defensa del litio’, ya que Evo Morales había realizado acuerdos con una trasnacional alemana para su explotación. Hoy, lo que ya era reprochable con Evo Morales, da un salto en manos de la derecha golpista. Vemos cómo el autonombrado Gobierno busca introducir a “dos o tres empresas de países distintos porque tenemos distintos salares”, demostrando una vez más que han instrumentalizado demandas populares para tomar el poder.
Frente a esto, las y los trabajadores y campesinos debemos pelear por la nacionalización de este recurso y que su explotación esté bajo control de sus trabajadores y de las comunidades campesinas e indígenas aledañas. Pero, para ello, es necesario que las organizaciones campesinas y de trabajadores, recuperen sus organizaciones sindicales que gracias a la corrupta burocracia sindical fueron cooptadas, actuando como verdaderos policías al interior de fábricas y empresas durante el Gobierno del MAS, y luego, no dudaron ni un instante en ponerse al servicio del golpe de Estado. Esto lo vimos, luego del 10 de noviembre, en el papel que jugó la Central Obrera Boliviana (COB). Hoy es necesario recuperar nuestras organizaciones. La FSTMB, FRUTCAS y la COB, una vez recuperadas de la burocracia, deben impulsar una gran campaña de repudio a la privatización de nuestros recursos naturales.
No se puede apostar al imperialismo ni a las potencias extranjeras como alternativa; vengan de donde vengan. Mientras la derecha y los viejos gobiernos neoliberales siempre apostaron a subordinarse al imperialismo estadounidense, Evo Morales y el MAS, en los años pasados, pretendió recostarse sobre los imperialismos europeos y la colaboración de capitales chinos para sus negocios.
Todo esto nos pone frente a la necesidad de la lucha revolucionaria de la clase trabajadora por un Gobierno de las y los trabajadores, única forma de conquistar la liberación nacional -que implique la nacionalización sin pago a las transnacionales y puesta de las empresas bajo el control de los y las trabajadores-, y para avanzar en la lucha por la construcción de una sociedad sin explotados ni explotadores, es decir, por el socialismo.
A continuación reproducimos el pronunciamiento de FRUTCAS ante los planes de Áñez y sus ministros: