Pese a la renuncia de Angelici y al recurso de amparo presentado por Moyano para garantizar elecciones el 30 de junio, la novela de AFA parece encaminarse hacia un acuerdo entre los bloques en pugna.
Augusto Dorado @AugustoDorado
Jueves 9 de junio de 2016
Foto: DyN
Parecía que la reunión de Comité Ejecutivo de ayer por la tarde en la sede de la Asociación del Fútbol Argentino iba a ser como un partido “a todo o nada”, casi una final. Llegaron con la plana mayor diezmada, por las renuncias de los pesos pesados del bloque de los impulsores de la Superliga: habían renunciado a sus cargos de Vicepresidentes Angelici, Lammens y Tinelli y ayer mismo fue Daniel Angelici el que abdicó como Secretario General de AFA. Parecía que la institución de desmembraba y el bloque de Moyano-Tapia-Segura preparaba el salvataje. Pero no.
Al final fue lo más parecido a un 0 a 0 aburrido y trabado en la mitad de la cancha, con los dos equipos haciendo tiempo para que finalice el partido. Es la analogía más adecuada para describir la jornada de discusión que terminó siendo una negociación de “mesa chica” entre los bloques enfrentados.
El presidente de AFA Luis Segura (interino desde hace casi dos años tras la muerte de Julio Grondona) regresó de emergencia de Estados Unidos –donde se encontraba como parte de la delegación que acompaña al seleccionado que disputa la Copa América- para encabezar esta reunión de Comité Ejecutivo que parecía decisiva. Hasta se presumía con su posible renuncia. Se encontró con un cónclave en el que hubo representantes de ambos bandos. Previamente hubo intercambios y la reunión se transformó en una “mesa chica” para retomar la “rosca”. Como suele ocurrir en este tipo de encuentros el contenido de la discusión es casi un misterio sazonado con palabrerío abstracto. Pero trascendieron algunas propuestas que darían a entender un principio de acuerdo.
Lo más importante: se modificaría el Estatuto de AFA de manera tal que pueda contemplar el lanzamiento de la Superliga a la manera en que desean realizarla sus principales impulsores. Con esto se evitaría el virtual vaciamiento institucional de la AFA.
Por otra parte, se reconsideraría la realización de las elecciones para el 30 de junio; aunque su impedimento proviene de una resolución judicial de la Inspección General de Justicia, esta institución actúa “a la carta” de acuerdo a las necesidades del macrismo (léase Angelici en el marco de esta interna) y si los bloques acuerdan podría prosperar el recurso de amparo presentado por Hugo Moyano (que sin acuerdo sería inviable y rechazado de plano por la Justicia). En ese caso, las fichas retrocederían algunos casilleros y volvería a configurarse las candidaturas de quienes presentaron avales la semana pasada (Hugo Moyano, su yerno “Chiqui” Tapia, Tinelli, los presidentes de Belgrano de Córdoba Armando Pérez y de Lanús Nicolás Russo).
Todo esto a consideración de lo que definan esta tarde, cuando vuelvan a reunirse emisarios de ambos bloques en lugar todavía desconocido, para darle un halo de mayor misterio. Se espera que en esa reunión participen Eduardo Spinoza (presidente de Banfield y “prenda de unidad” entre las partes), Rodolfo D’Onofrio (River), Raúl Gámez (presidente de Vélez y disidente de larga data a la cúpula de AFA) y Pascual Caiella (vice de Estudiantes), por el lado de los amigos de la Superliga; Hugo Moyano, “Chiqui” Tapia y Nicolás Russo, por el lado de los “custodios de la institucionalidad” en AFA.
También se definió la creación de dos comisiones para explorar los términos del acuerdo, lo cual en sí mismo es no definir nada.
Pasan a un cuarto intermedio o “entretiempo” hasta esta tarde cuando se reanude este aburrido partido en el que está en juego el futuro del fútbol argentino, ese que tanto disfrutamos pese a que está perdiendo hace rato.