La gran mayoría de la planta docente en Matamoros se encuentra contratada con pocas horas frente a grupo, sin acceso a seguro social y tampoco a la carrera magisterial. Además, la realidad social pone a los y las docentes a cargo de “los hijos de la maquila”.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 15 de mayo de 2019 12:21
Los últimos meses estuvieron signados por la lucha obrera de las maquiladoras en Matamoros. Un movimiento que le logró arrancar el 20% de aumento salarial y un bono de 32 mil pesos a los patrones, demostrando que la huelga como método de lucha y la unidad obrera son imparables.
La situación del magisterio matamorense no es muy distinta a la de un obrero de maquila. Ambos sectores se encuentran bajo la dirección de sindicatos que no los representan, al contrario, siempre que surge un conflicto se ponen del lado de la patronal y del gobierno.
No es ningún secreto que la situación para los y las maestras es pésima en todo el país. Por eso, desde la izquierda diario México nos entrevistamos con una maestra de la sección 30 en Matamoros, Tamaulipas. Por razones de seguridad no se menciona su nombre.
¿Qué opinión tienes sobre la aplicación de la reforma educativa en Matamoros?
Es una reforma que no cambia nada de lo educativo, únicamente hace cambios administrativos. Pues se mantienen las fuertes cargas administrativas, los bajos salarios y las malas condiciones laborales.
En Matamoros, en caso de llegar a tener bajo nuestro cargo a un alumno o alumna que necesite de atención especializada para su desarrollo académico, se nos exige que los logremos integrar al ritmo de aprendizaje y nivel del resto grupo. Algo que buscamos por todas las vías posibles, pero que se vuelve más difícil cuando la misma SEP no nos brinda las herramientas ni los espacios necesarios para tratar con estas situaciones.
La reforma educativa está muy lejos de solucionar los problemas de la educación. Al utilizar los conceptos de “calidad y “excelencia” lo único que nos queda claro, es que ven a los estudiantes como productos que deben salir calificados para ingresar a fábricas. No les interesa que los muchachos puedan continuar sus estudios, por eso no abren más escuelas y a los maestros nos mantienen en malas condiciones para que no les podamos dar el seguimiento que necesitan para que aprendan bien los temas.
¿Crees que esta reforma es adecuada para la realidad social que se vive?
¡No!, La reforma educativa pone “ojos ciegos” a los problemas que enfrentan los estudiantes en Matamoros. Nosotras como maestras y maestros estamos a cargo de la educación de lo que llamamos “Los hijos de la maquila”. Es una generación que está muy descuidada por sus padres, pues estos tienen que salir a trabajar todo el día y todos los días a los peores trabajos que hay, lo que provoca que niños y niñas no reciban los cuidados correctos y la atención necesaria en casa para apoyarlos en su educación. Al contrario, el estrés y el cansancio de los padres derivan en regaños, insultos y a veces hasta golpes con el más mínimo error de los niños.
Es una realidad muy compleja y con problemas muy difíciles a la que nos enfrentamos como maestros y maestras matamorenses. Es muy injusto que una reforma que se hace llamar educativa, no atienda ni contemple estas situaciones que seguro se viven en muchos lados del país.
En el contexto del movimiento 20/32 ¿el salario de una maestra alcanza para los gastos?
Lamentablemente no, muchas de las personas que damos clases lo hacemos casi casi por “amor al arte”, por que tenemos verdadera vocación. En mi caso, tengo tres horas frente a grupo y eso apenas me alcanza para transportarme a la escuela, comer y regresar a casa. La mayoría de nosotros tenemos dos empleos. Yo en lo personal, decidí entrar a trabajar en una maquiladora. Por un lado, para tener más dinero y poder sostener los gastos cotidianos, y por otro lado, fue para vivir en carne propia las condiciones que los papás y las mamás de mis alumnos pasan todos los días.
Ahí fue cuando me dí cuenta que las generaciones de ahora no son “malcriadas” porque quieren, son así porque sus papás pasan más tiempo trabajando que con ellos. y aunque muchos maestros sabemos que ese puede ser el gran problema de la educación acá, no todos están dispuestos a luchar por tener mejores condiciones laborales para ofrecer a los alumnos una educación que los pueda sacar adelante, así como hicimos los obreros y obreras del movimiento 20/32.
A los maestros y maestras que no son conformistas me gustaría decirles que luchemos por nuestros ideales, por lo que creemos que es correcto, por lo que merecemos. porque todos nos merecemos algo mejor.