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Red Internacional
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REPERFILANDO. Entrevista a Natsumi Shokida: ¿cómo afecta la crisis a las mujeres?

Conversamos con la economista e integrante de Economía Feminista sobre el impacto de la crisis, la desigualdad en las mujeres bajo el capitalismo. ¿Cuál sería una agenda de un feminismo para las mayorías?

Jueves 6 de febrero de 2020 21:20

Entrevista a Natsumi Shokida: ¿cómo afecta la crisis a las mujeres? - YouTube

Publicamos la entrevista completa a Natsumi Shokida - economista e integrante de Economía Feminista -, que realizamos desde el programa Reperfilando- La economía desde la izquierda- en octubre a días Encuentro Nacional de Mujeres en la ciudad de La Plata.

Hablamos sobre la desigualdad en las mujeres bajo el capitalismo, le preguntamos sobre el impacto de la crisis en tiempos de FMI y cuál sería una agenda de un feminismo para las mayorías.

¿Cuál es la situación en materia de desempleo, de pobreza, y de desigualdad para las mujeres?

Dependiendo de qué dimensión utilicemos para caracterizar la situación de las mujeres trabajadoras particularmente, en Argentina podemos pensar en el mercado de trabajo donde vemos a priori una feminización en algunas ramas de la producción como pueden ser educación, salud y sobre todo el servicio doméstico. Está muy claro que son sectores que están asociados más que nada a las tareas que tienen que ver con la reproducción, con el cuidado, y demás y, al mismo tiempo, también otras ramas que se encuentran masculinizadas por excelencia como la construcción, pero también transporte, industria.

Esa primera foto también va a determinar las diferencias que hay a nivel de salarios, las posibilidades de tener un trabajo registrado, en donde también se pueden ver diferenciaciones por ejemplo estando las mujeres sobrerepresentadas en el trabajo informal, y al mismo tiempo, con una brecha de ingresos que en la actualidad ronda entre el 26 %, 27 % y hasta 30 % dependiendo del trimestre que tomemos. Ya con eso hay una diferenciación en el mercado de trabajo de lo que pasa con la clase trabajadora en Argentina. Si vemos la contracara de eso, que no es lo que se resuelve en el mercado, sino también lo que pasa en los hogares si bien nos faltarían datos más detallados para hablar de lo que pasa a nivel nacional, sí hay elementos que nos permiten caracterizar que hay una brecha también en la distribución del trabajo doméstico hacia el interior de los hogares.

Si tomamos la Encuesta Permanente de Hogares sabemos que el 76 % de quienes realizan tareas del hogar son mujeres, y eso también repercute en la posibilidad de las mujeres de ofrecer horas de trabajo en el mercado porque si están utilizando un montón de horas en resolver ese tipo de cuestiones en cuidar a niños y niñas, en cuidar a adultos mayores, en realizar todas las tareas domésticas, obviamente después se traduce en que trabajan menos horas y eso también afecta la posibilidad de los ingresos que van a recibir a fin de mes.

Si tenemos en cuenta los últimos datos del Indec, de la Encuesta Permanente de Hogares, la pobreza llegó a un 35,4 %, el desempleo juvenil en las mujeres ascendió al 23,4 % en el segundo trimestre de 2019. ¿Cuál es el impacto de la crisis en las mujeres y especialmente de las metas de ajuste acordadas con el FMI que implican un recorte fiscal?

La primera conclusión que me importa brindar es el hecho de que es preocupante en general lo que está pasando con toda la clase trabajadora frente al ajuste porque el ajuste nos está afectando a todes en tanto trabajadores. Hacia el interior, si rascamos un poquito vemos que afecta particularmente a las mujeres de una forma diferenciada ya que el 35 % de pobreza nos habla de más de una de cada tres personas no pudiendo llegar a fin de mes en condiciones de reproducirse en términos básicos, en términos de la subsistencia, lo mismo con la indigencia que ya nos habla de justamente la emergencia alimentaria.

Hacia el interior lo que vemos es que el dato de pobreza si lo abrimos por sexo no nos va a mostrar particularmente una feminización, ahora cuando indagamos de dónde provienen los ingresos de los hogares sí vemos que las mujeres perciben en promedio menos ingresos, y eso hace a la foto también.

En general como vos decías hemos visto en los últimos trimestres sobre todo tomando desde principios de 2016 un aumento de la tasa de desocupación en general, ha subido un punto interanual más o menos, y cuando vemos quiénes son las más afectadas en estos términos son, particularmente, la juventud y particularmente las mujeres más jóvenes, las que están entre 14 y 29 años, como vos decías, casi una de cada cuatro está buscando un empleo y no lo consigue. Entonces nos da la pauta de que, así como se habla o estigmatiza a la juventud en términos de los mal llamados “ni-ni” podemos ver que no, al revés están buscando un trabajo no lo encuentran, y particularmente las mujeres más jóvenes tienden a ser dejadas en el hogar para que puedan hacerse cargo de hermanos menores o de las personas mayores del hogar entonces también las afecta de forma diferenciada en ese sentido.

Son las famosas inactivas que no entran dentro de la categoría de desocupadas

Exactamente, la categoría de inactividad nos da una foto del ama de casa que no trabaja, y por el contrario, si pensamos el trabajo como una noción más general de lo que es el trabajo claramente estar realizando todas las tareas de cocina, de lavado, de limpieza, de cuidados, en general eso también es trabajo y no va a ser contemplado en lo que tenga que ver con un trabajo pago o un trabajo asalariado, pero de todas formas son tareas indispensables para que todes podamos ir todos los días a trabajar y es poder cumplir con eso.

Cuando analizaron los ingresos de los que no llegan a la línea de pobreza y diferenciaron por sexo. ¿Son ingresos principales de la ocupación principal o también tienen posibilidad de saber si hay transferencias u otro tipo de ingresos?

Tomando toda la bolsa de los ingresos serían ingresos totales individuales o sea tanto los que provienen del mercado de trabajo por un salario, o por una ganancia y demás, pero también contemplando todo lo que tiene que ver con jubilaciones, subsidios, asignaciones, transferencias a otros hogares, y demás, contemplando todos los ingresos lo que vemos es que los estratos de menores ingresos se encuentran feminizados casi el 70 % del primer decil de ingresos son mujeres mientras que los estratos de mayores ingresos están compuestos por varones. No sucede solamente con los ingresos que provienen del mercado laboral sino que en general contemplando todos los ingresos también vemos esta diferencia.

Teniendo en cuenta las distintas dimensiones que analizan desde Economía Feminista sobre el mercado laboral, la brecha salarial, del impacto de la crisis en las mujeres, en los últimos años tomaron una mayor dimensión mediática y de la agenda pública. ¿A qué se debe que estos temas empiezan a tener una mayor repercusión?

Podríamos poner una marca desde el primer Ni Una Menos hubo una explosión para visibilizar estos temas, para discutirlo y proponemos estrategias de superación. Quizás el estallido tuvo que ver en torno de las cuestiones de las violencias, las discriminaciones, y demás, rasgos que podríamos pensar que en primer lugar se pensaron como personales y sacando las conclusiones: de lo personal es político; estas cosas que nos pasan a una, en el fondo nos pasan a todas, pero también hemos hilado que detrás de esto que es personal, que es político también está aquello que es económico, y como en realidad todas estas formas de diferenciación son una misma unidad.

El hecho de que particularmente veamos por ejemplo la violencia de género cuando vemos la relación que hay entre la noción de la autonomía física de las mujeres con la autonomía económica está completamente vinculada. En los casos en que las mujeres sufren situación de violencia doméstica, violencia de género doméstica, y son las mismas que no tienen tantos ingresos como sus pares varones, no tienen recursos para poder independizarse y conformar otro hogar con les chiques, mantener otra familia es muy claro que la diferencia económica está jugando un rol ahí.

Incluso cuando vemos que económicamente hay una división sexual del trabajo y que eso se va a reflejar en una cultura, en una idiosincrasia, en estereotipos también vemos que, es la base material de toda esa violencia y de toda esa discriminación también. Lo que yo veo es que hemos podido ir desarmando un poco eso que se nos expresa muy claramente porque es lo que vivimos en nuestros cuerpos de forma muy directa, y empezar a rascar un poquito viendo que es el capitalismo en realidad el que nos configura de esta manera.

También me parece que va a ser importante que sigamos discutiendo y entendernos que todas estas diferencias que sufrimos, las sufrimos en tanto mujeres trabajadoras, las sufrimos en tanto identidades disidentes trabajadoras y que de esa forma reconociéndonos también en tanto la clase es que podemos trazar incluso vínculos de solidaridad o de empatía que nos sirvan a todes, no solamente a nosotras como mujeres sino que incluso si nos reconocemos en tanto tales si vemos que podemos realizar este ejercicio con los pares varones también con los trabajadores, compañeros varones vamos a salir ganando todes porque si podemos establecer vínculos de solidaridad de clase también de esta forma más fluida va a ser importante para enfrentar los años que se vienen, enfrentar el ajuste con una perspectiva feminista.

¿Cuáles deberían ser los principales ejes que compongan una agenda feminista para las mayorías, como decías desde la óptica de las mujeres trabajadores?, y ¿cómo sería una agenda feminista en contraposición a un feminismo de las empresarias?

En términos de agenda si pensamos en la política pública y todo aquello que se le puede exigir al Estado vamos a tener un montón de reivindicaciones que está bastante claro.

Primero lo que tiene que ver con la defensa del salario real. Esto es algo que vamos a tener que preparar entre todes, desde los sindicatos, desde los barrios, desde las organizaciones, y demás.

También lo que tiene que ver con pensar un sistema de cuidados porque ahí también si está operando una división sexual del trabajo y eso nos afectan las horas que tenemos las mujeres que dedicar a realizar cierto tipo de tareas, van a tener que ser liberadas, organizadas de otras formas si queremos barrer con la desigualdad de género, en términos generales, no sólo en el mercado de trabajo con lo cual ahí también se marca mucho el problema de un Estado ausente, de la posibilidad de tener guarderías o jardines en los lugares de trabajo, en los barrios. Socializar mucho más todo lo que tiene que ver con el trabajo doméstico que en este momento se resuelve de forma privada dentro de los hogares y librado a la posibilidad de cada una de las familias.

Creo que son dos grandes ejes: defender las condiciones de trabajo y el salario real de la clase trabajadora en su conjunto, y pensar un sistema de cuidados que pueda permitirnos justamente seguir barriendo con esta desigualdad, pero al mismo tiempo por fuera de lo que tenga que ver con la demanda inmediata al Estado y el listado de políticas públicas posibles pensando en el largo plazo, pensando en cuestiones más estratégicas, quizás, tratar de reconocer que esto que nos pasa es un rasgo del capitalismo, no solo el capitalismo argentino y la forma concreta que toma en este recorte nacional sino en general también ver que es un movimiento que es internacional porque justamente la problemática nos afecta en términos mundiales a todas las mujeres trabajadoras.