Con el fallo del Ministerio de Trabajo que dictaminó la conciliación obligatoria, todos los trabajadores despedidos de la metalúrgica volvieron a ingresar a la fábrica. La patronal se prepara para nuevos ataques, los trabajadores tienen por delante una dura pelea.
Viernes 12 de enero de 2018 15:38
Este fallo fue subproducto de la dura medida adoptada por los trabajadores de paralizar la producción de la planta y mantener una vigilia durante 3 días en la puerta.
El falso argumento de la crisis
La patronal de Envases Group no puede argumentar caídas en sus ganancias, ya que la misma empresa en sus portales cuentan orgullosamente su capacidad de producir “más 420 millones de envases de aerosoles, más de 500 toneladas de foil de aluminio y más de 55 millones de bandejas descartables de aluminio”.
La pelea contra los despidos y el plan precarizador de la patronal está íntimamente ligada a la pelea contra la reforma laboral que pretende imponer el gobierno que, con la anuencia del triunvirato de la CGT, busca abaratar los despidos y allanar el camino a la flexibilización laboral con el banco de horas, la contratación de pasantes y la tercerización, tal como pretende hoy la patronal de Envases y las distintas empresas metalúrgicas que están en conflictos. Por eso la conciliación obligatoria se pudo imponer porque los trabajadores respondieron el ataque patronal y poniendo un freno transitorio, un impasse de las intenciones de la empresa que ha declarado una guerra contra los trabajadores.
Organizar una respuesta obrera a la altura del ataque
Cientos de miles de trabajadores han entendido que el gobierno de Macri defiende a los ricos y quiere avanzar contra los trabajadores y el pueblo. Por eso Macri ha bajado su popularidad y miles se han movilizado contra la reforma previsional. En las jornadas del 14 y 18 de diciembre, una parte del Sindicato de la UOM (las seccionales ligadas a la Corriente Federal) participó de las movilizaciones en el Congreso. Una importante delegación de trabajadores de Envases fueron de la partida soportando también la feroz represión desatada por el gobierno a través de sus fuerzas represivas, demostrando predisposición a enfrentar el ajuste a pesar de que las conducciones sindicales no prepararon con anterioridad desde abajo, convocando asambleas y distintas medidas, un paro nacional activo para expresar la fuerza de la clase trabajadora contra al robo a los jubilados y quedó supeditado a que los trabajadores se autoorganicen por lugar para participar activamente de las jornadas.
Por su parte UOM Morón, que se declama opositora al gobierno y está alineada con la Corriente Federal de Trabajadores que dirige el bancario Sergio Palazzo, tiene la estrategia para enfrentar a Macri de apoyar al kirchenrismo, Unidad Ciudadana, una variante del peronismo. Pero vale aclarar que muchos diputados que entraron al Congreso en las listas del kirchnerismo, terminaron votando las leyes del macrismo, que gobierna con minoría en las cámaras de Diputados y Senadores.
La conducción de la UOM Morón no preparó la pelea para enfrentar este plan de flexibilización como venían denunciando los trabajadores, pero tuvo que dar cuenta desde un primer momento de la respuesta obrera, llamando a medidas de lucha y acompañando la toma ubicándose como los únicos interlocutores de los trabajadores, al punto que ningún despedido participo de la audiencia en el Ministerio de Trabajo.
La ocupación de la planta y la solidaridad que comenzaba a expandirse como un reguero de pólvora, sumando apoyo de otros sindicatos, organizaciones políticas y de la comunidad que hizo sentir su apoyo. Hasta el Secretario General de la UOM, Antonio Caló tuvo que acercarse hasta los portones de la planta, poniendo como eje de la política la pelea por la conciliación obligatoria, y buscando todas las vías para encorsetar dentro de la fábrica esta incipiente rebeldía obrera. Recordemos que Caló, viene siendo un gran colaborador del gobierno, apoyando la reforma impositiva y dejando correr muchísimos despidos y cierres de fábricas en su gremio, o aceptando acuerdos a las baja o congelando los salarios de los trabajadores del sector como avaló en Tierra del Fuego.
Preparar la batalla contra la reforma laboral
La patronal, envalentonada por un gobierno que responde a los intereses de su propia clase, seguirá buscando las formas de concretar su plan. Por eso cada día de la conciliación obligatoria en la fábrica es vital para reforzar la organización de los trabajadores, desarrollar con todo la solidaridad recibida explicando los planes de la patronal, convertir su pelea contra los despidos en una causa popular, difundiendo y denunciando a esta patronal.
Este conflicto se transforma en testigo y punto de apoyo para preparar la gran batalla de los trabajadores que es evitar que pase la reforma laboral
A su vez, se vuelve vital la exigencia a un paro nacional de la UOM en respuesta a los despidos y ataques a los trabajadores. Los sectores que se hicieron presentes como la UOM Morón deben convocar a plenarios zonales, impulsar paros provinciales con los que dicen defender a los trabajadores y enfrentar al gobierno, impulsando la coordinación con los sectores en lucha como la metalúrgica Stockl de zona sur, o los trabajadores de Rapispant de La Matanza, que vienen luchando hace días haciendo cortes de ruta, exigiendo que la patronal pague todo lo adeudado y mejorar las condiciones de trabajo.
No puede haber un solo conflicto peleándola aislado en soledad. En fin, proponerse enfrentar en las calles las políticas de las patronales, que es opuesto a poner las expectativas en la vuelta del kirchnerismo por la vía electoral como pretenden los dirigentes kirchneristas de la corriente del bancario Palazzo. Porque la patronal puede querer imponer la precarización a cambio de prometer que no va a haber despidos, o alentar retiros voluntarios como forma de diezmar las fuerzas de los trabajadores.
Se vuelve vital coordinar con otros sectores de trabajadores como los de Fabricaciones Militares de Azul, que tuvo el masivo apoyo de la comunidad local. Como la de los trabajadores estatales de la UEP en La Plata, que no sólo reclaman por sus puestos de trabajo, sino por la defensa de la escuela pública. O los trabajadores del Ingenio La Esperanza, enfrentando la represión y encarcelamiento del gobierno de Morales, en Jujuy.
Las centrales obreras que vienen aun oponiéndose de palabra o con acciones tibias, deben llamar a coordinar un verdadero plan de lucha con paro general discutido en plenarios y asambleas. Una política de coordinación que desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas venimos impulsando para ponerle un freno a los ataques antiobreros del gobierno y sus empresarios. A la vez proponemos organizarnos junto a todos los trabajadores que quieran enfrentar al gobierno en cada lugar de trabajo y exigir a las conducciones sindicales como La Corriente Federal que se pongan a la cabeza de preparar un plan de lucha con paros nacionales y movilizaciones hasta derrotar el plan de Macri y los empresarios, es decir que implica no solo denunciar sino imponerle a la CGT que rompa la tregua que viene dando al gobierno.
Ejemplos como el de los trabajadores de Envases del Plata, pueden convertirse en una clara referencia para todos los sectores que quieran pararle la mano a las políticas del macrismo. Desde el PTS en el FIT y sus principales referentes como Nicolás del Caño y Nathalia González Seligra, nos ponemos a disposición de fortalecer y difundir todas las iniciativas que tomen los trabajadores.