Según la OCDE (2016) la población de 65 años está creciendo aceleradamente los últimos años, Entre 2010 y 2016 aumentó de 238.825 a 386.331 en mujeres de 60 o más años y de 263.591 a 412.014 en los hombres de 65 años o más. De hecho, la tasa de empleo de las personas en el grupo entre 65 y 69 años de edad en Chile es hoy de las más elevadas de la OCDE (38,4%).
Miércoles 14 de junio de 2017
El proceso de envejecimiento demográfico de la población se caracteriza por el aumento de personas mayores de 60 años.
En Chile la cantidad de adultos mayores han aumentado, según el INE existe un alza en un 11% para el año 2002, en el 2010 hay 58 adultos mayores por cada 100 menores de 15 años, y en el 2015 según la Encuesta CASEN la población adulto mayor alcanza 3.075.603 personas. Para el 2025 serán 86 adultos mayores por cada 103 menores de 15 años.
Según el INE en el 2016 una de cada diez personas es adulto mayor y se espera que para el 2025 haya uno cada cinco que sea jubilado.
La precariedad de la vida en la Jubilación
La tasa de empleo de las personas en el grupo entre 65 y 69 años de edad en Chile es hoy de las más elevadas de la OCDE (38,4%).
Según la Fundación Sol la pensión promedio que recibe el 90% de los jubilados es alrededor de $147.000, y donde el 94% de las mujeres jubiladas recibe menos de $156.000 pesos mensuales-
La pensión básica solidaria de vejez proporcionada por el Instituto de Previsión Social es de $102.897 pesos
Existen muchas situaciones en la cual los jubilados reingresan a trabajar empujados por el alza del endeudamiento al no poder satisfacer sus necesidades de forma suficiente con las pensiones que emiten las tan degradadas AFP, que a través de los ahorros de los trabajadores obtienen millonarias ganancias-
En Chile a nivel de políticas públicas con los adultos mayores existen sistema de protección de sistemas de cuidados, de rehabilitación y acompañamiento psicosocial. Sin embargo, la cobertura financiera es baja, ya que solo pueden acceder adultos mayores que no tengan un tercero que pueda ejercer los cuidados ocupacionales, cuando presente dificultades en su autovalencia y que no cuente con redes de apoyo, entre otros. Existen casos de los adultos mayores que deambulan por diversos hogares en condiciones de exclusión social y pobreza.
Según la OCDE (2016) la población de 65 años está creciendo aceleradamente los últimos años, Entre 2010 y 2016 aumentó de 238.825 a 386.331 en mujeres de 60 o más años y de 263.591 a 412.014 en los hombres de 65 años o más. De hecho, la tasa de empleo de las personas en el grupo entre 65 y 69 años de edad en Chile es hoy de las más elevadas de la OCDE (38,4%), habiendo presentado el crecimiento más acelerado de este conjunto de países entre 2007 y 2013 (OCDE, 2014). Así también, considerando el período 1990-2014, el país ostenta una de las edades efectivas de retiro promedio más alta de la OCDE tanto para hombres (70,9 años) como para mujeres (70,3 años) (OCDE, 2015).
Los trabajadores, en la medida que envejecen, pueden presentar algunas complicaciones de salud debido a una vida de trabajo, muchas veces en condiciones de riesgo y precariedad que, según expresa una Investigación del Observatorio de Políticas Públicas, va generando un deterioro sensorial específico, cognitivo y una mayor tasa de afecciones músculo-esqueléticas y profesionales, y tiempos de recuperación más prolongados tras sufrir una enfermedad o lesión.
Los trabajadores en edad de jubilación se caracterizan por un perfil de salud determinado por una elevada prevalencia de enfermedades crónicas y multimorbilidades. Esto supone mayor predisposición ante los riesgos y la enfermedad, más dificultades ante demandas como las largas horas de trabajo y turnos, así como mayor dificultad para permanecer en el trabajo y el reempleo.
El 93,4% de los adultos mayores que requiere de atención medica. Según datos de Casen 2015 permiten estimar que un 14,4% del total de personas de 60 o más años presenta dependencia funcional en alguno de sus grados. dependencia funcional, un 4,3% no cuenta con asistencia personal o cuidador, un 42,2% señala que otro integrante del hogar le presta ayuda para la realización de actividades básicas o instrumentales, un 14% manifiesta tener un asistente externo al hogar y el 30,4% señala contar con ambos tipos de asistencia.
Así, el envejecimiento de la población en Chile se constituye una vital importancia buscar levantar una perspectiva de seguridad social de los trabajadores que permita protección a los jubilados.
En Chile la reforma de pensiones al parecer de Michelle Bachelet mantendrá la mercatilización de la previsión social, considerando el aumento del envejecimiento, frente al riesgo que actualmente se enfrentan los adultos mayores con las políticas previsionales heredadas de la dictadura militar, donde las políticas de protección social por medio del pilar solidario, solo conlleva a pensiones de menos de mitad del salario mínimo, y por otro lado las AFP remitiendo pensiones que significan una envejecimiento que solo produce pobreza y exclusión social, donde se articulara un sistema mixto de coexistencia con el sistema privados de las AFP.
Frente a esta situación de envejecimiento en alza, de la pobreza de las jubilaciones con pensiones de miserias y una salud fragmentada que precaria la vida, se torna urgente un sistema público de seguridad social, donde el financiamiento no solo deberían venir con la cotización a los empresarios , sino también en afectar sus ganancias multimillonarias, que en las AFP llegan a los 116. mil millones de pesos.
El envejecimiento protegido y su resguardo integral de los jubilados no se darán de no existir un sistema único de salud que permita, en edad de jubilación, tener un acceso oportuno a las multidisciplinas que atiendan las comorbilidades de esta etapa de la vida. No obstante el Auge y plan GES no brindan una cobertura universal de salud garantizada, menos a los adultos mayores, ya que muchos de ellos se encuentran a los extensos listado de las listas de espera.
La renacionalización del cobre y los recursos naturales, y los impuestos a las grandes ganancias puede permitir financiar las políticas publicas como las pensiones, la salud publica, y que garanticen derechos sociales como a la seguridad social no solo mediante un sistema publico previsional, y salud universal, sino ademas de protección social integral por medios de centros y establecimientos de cuidados de acceso universal a los adultos mayores.