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Red Internacional
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#CORONAVIRUS. ¿Enviar al seguro de paro es “defender el trabajo”?

Al menos 2000 personas han sido enviadas al seguro de paro y cobrarán menos, cuando se necesita más. Miles de hogares no llegarán a fin de mes. ¿Es una medida que preserva el empleo o exonera a las patronales de pagar los costos de la crisis sanitaria?

Jueves 19 de marzo de 2020

Las últimas resoluciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de habilitar un “Subsidio especial para actividad privada por efectos de COVID-19” implica la posibilidad de un seguro de desempleo especial para aquellas ramas de la economía que puedan ver menguados sus ingresos producto de la emergencia del Coronavirus, han desatado verdaderamente una chorradera de envíos al seguro de paro. Áreas como comercio, entre otras, están facultadas para enviar a la totalidad de sus planillas laborales al seguro sin necesidad de exponer sus dificultades económicas para afrontar este momento.

Esto constituye un ataque directo al salario, y demuestra que las medidas, lejos de proteger a la masa trabajadora de un posible contagio del virus, están pensadas para financiar a las patronales y preservar sus ganancias.

Frente al Coronavirus, el Pit-Cnt ¿hace todo lo que debería hacer?

El último comunicado de la central obrera afirma “En defensa del trabajo, mantenimiento de los vínculos laborales de las trabajadoras y los trabajadores con las empresas contratantes”. Pero se olvidan de proteger el salario y el sustento de miles de familias que dependen del trabajo cotidiano.

En el sector de comercio, por ejemplo, se sabe que los sueldos son bajísimos, y que promedian los $ 20 mil. Si un trabajador o trabajadora pasa a cobrar menos de su salario, miles de niñas y niños de las familias trabajadoras quedarán sin recursos para garantizar su alimentación y cuidados. Aumentarían los índices de pobreza y caerían estrepitosamente los niveles de vida de amplios sectores de la población.

¿Qué medidas se podrían tomar?

En primer lugar, la bancada frenteamplista, que es la primera minoría en el parlamento, debería impulsar un proyecto de ley que prohíba los despidos, y que los envíos al seguro de paro se paguen al 100 %. Pero, ¿de dónde podría salir ese dinero?

Frente a una crisis como esta, no es la clase trabajadora la que tiene que ajustarse y costear la crisis, sino que el dinero debe salir de los sectores más acomodados. Los exportadores – que ven incrementados sus ganancias a partir del aumento del dólar – podrían aportar grandes sumas de dinero si el gobierno aplicara un impuesto mayor a las exportaciones.

También se debería aplicar un impuesto a las grandes fortunas para poder costear la compra y aplicación de los test detectores del virus, y que mejore la asistencia a quienes presentan síntomas de contagio.

Se deberían aplicar mayores tributos a la banca extranjera, que se ve beneficiada por la especulación financiera, y ese dinero ponerlo al servicio de mejorar la atención en la salud, y no dejar tan expuestos a los trabajadores y trabajadoras de la salud que, como pueden, sostienen el servicio.

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Que el Pit-Cnt defienda a quienes dice representar

Para esto la central sindical debería dejar de mostrarse congraciada con las medidas tomadas por el gobierno de Lacalle Pou y, por el contrario, convocar a sus trabajadores y trabajadoras a defender el salario, las fuentes laborales y la salud de las familias trabajadoras.

Es necesario discutir democráticamente un plan de lucha que enfrente los tarifazos que se vienen, que reclame por un inmediato aumento de salario al nivel de la canasta familiar, debería exigir que se provean a precios populares los insumos básicos para enfrentar la pandemia – alcohol en gel, tapabocas, hipoclorito – y no disminuir el salario, como se está impulsando con los envíos al seguro de paro.
Se debería exigir, no la postergación del pago de los servicios o alquileres, sino directamente la exoneración durante los meses en que dure la emergencia sanitaria, para que las familias trabajadoras puedan solventar no solo sus necesidades básicas sino también poder enfrentar la pandemia.

La emergencia sanitaria, y la recesión económica a la que está llevando a nivel mundial, está recayendo sobre la población trabajadora, mientras que a los empresarios se los sigue beneficiando con menos impuestos y mayores posibilidades para mantener sus ganancias.

El Pit-Cnt debe estar a la altura de la situación. Caso contrario, se demostrará que es una herramienta que hay que reformar, removiendo de la cúpula a quienes fomentaron años de parálisis y falta de capacidad de lucha. A quienes permitieron el nivel de precarización laboral que hoy tenemos, y que se exponga a la masa trabajadora a este tipo de pandemias.

¡Que la crisis la paguen los capitalistas!